Motor
Valhalla: el hermano pequeño del Aston Martin Valkyrie se hace oficial cinco años después
- Fue en 2019 cuando su primer prototipo fue presentado bajo el nombre AM-RB 003.
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Nacho González
Tras una larga espera, Aston Martin ha presentado la versión final del Valkyrie, un coche que nacía en colaboración con Red Bull Racing y cuyo primer prototipo se presentó en 2019. Ahora, la marca inglesa ha presentado el modelo de producción final que se sitúa como el hermano pequeño del radical Valkyrie, eso sí, limitado a 999 unidades.
Nació en 2019 bajo la denominación AM-RB 003 a raíz de la colaboración entre Aston Martin y Red Bull Racing, al igual que el inverosímil coche legal para la calle, el Valkyrie. Sin embargo no ha sido hasta 2024, cinco años después, que pro fin podemos ver en todo su esplendor al producto final de una colaboración entre dos marcas que con su legado y éxitos en el Motorsport, dificilmente se podría producir una colaboración más fructífera.
El Valhalla emplea un chásis fabricado íntegramente en fibra de carbono, lo que parece algo habitual en este tipo de coches, pero que no deja de sorprender teniendo en cuenta el valor de este material en el automovilismo. Eso sí, esto permite una presencia mucho más deportiva tanto en el exterior como en el habitáculo.
Este material permite que el peso total del coche sea de 1.655 kg, lo más liviano posible para que junto al motor V8 y la aerodinámica activa, las prestaciones y desempeño sean lo mejor posibles.
Un motor digno de la competición y un sistema eléctrico que funciona por partes
El sistema de propulsión es PHEV, es decir, es un híbrido enchufable eso sí, nada tiene que ver a los PHEV que estamos acostumbrados, pues se asemeja más a los Lamborghini Revuelto y Ferrari SF90 que a los híbridos enchufables que vemos en el día a día, y aun así, es más radical aún que estos super coches.
El motor V8 biturbo de 4 litros que equipa le permite rendir 828 CV, con 251 CV extra de los tres motores eléctricos, lo que da una potencia total combinada de 1.079 CV. Esto no solo lo hace capaz de alcanzar 350 km/h como velocidad máxima (limitada electrónicamente, por lo que con estas prestaciones puede ser bastante superior), si no que logra el 0-100 km/h en solo 2,5 segundos.
Este motor funciona a través de una transmisión híbrida de doble embrague con 8 velocidades y un diferencial trasero electrónico con accionamiento hidráulico.
Los motores eléctricos que equipa (son tres en total) tienen diferentes funciones, siendo los dos motores eléctricos situados en el eje delantero los que además de permitir la vectorización de par del torque (tener un par diferente en cada lado así como generar una tracción mayor), quienes propulsan la marcha atrás o el modo de conducción 100 % eléctrico, así como el frenado regenerativo.
Aerodinámica, DRS y funciones de carreras para un coche apto para la calle
Uno de los apartados más importantes junto a la motorización y seguridad de este tipo de coches que se asemejan más a un monoplaza de carreras que a un vehículo de producción habitual, es la aerodinámica, un factor fundamental para que el coche alcance sus máximas prestaciones.
Pero con un trabajo elaborado por Red Bull y Aston Martin, una cosa es segura, y es que en cosas como esta el resultado iba a ser muy bueno. Muestra de ello es la aerodinámica activa que monta, capaz de ejercer 600 kg de carga desde los 240 km/h hasta los 350 km/h, con uns sistema que además incluye el DRS como en la Fórmula 1 o frenado aerodinámico.
Lo que esta claro es que Aston Martin ha sabido dar un paso al frente para pelear de tú a tú con toros y caballos, no solo en la competición con fichajes como el de Adrian Newey o su victoria en Le Mans, si no en sus modelos de producción, desde los más "normales" como el Vantage, Vanquish o DBX, hasta sus hipercoches como el Valkyrie o este Valhalla.