Motor

Ni un eléctrico alemán de gama alta a mitad de precio se vende en China: por los mismos 32.000 euros prefieren un BYD


Cristian Gallegos

A mediados del año pasado, Mercedes-Benz empezó a vender su línea de coches eléctricos EQE en China en cuatro versiones, con precios que van desde los 486.000 yuanes (unos 64.000 euros al cambio). Sin embargo, en el último tiempo la conducta del mercado automotor más grande del mundo ha cambiado sus preferencias y ha puesto en su orden de gustos el producto 'Made in China'. Una suerte de "jaque" a las firmas occidentales como ha sido el caso del fabricante de Stuttgart y su oscuro escenario por las bajas ventas de sus coches EQ (movilidad eléctrica inteligente).

En China, las ventas de los modelos EQ no han cumplido las expectativas del fabricante alemán y es que, según señala CN EV Post, "Mercedes-Benz nunca entró en el ranking de ventas de vehículos de nueva energía (VNE) de la Asociación China de Turismos (CPCA)". Incluso, desde finales de 2022 los de Stuttgart rebajaron drásticamente los precios de la berlina EQE y el sedán EQS para impulsar la demanda. Pero no ha sido suficiente, por lo menos en el mercado chino, el más grande del mundo.

Según los datos que recoge Forococheselectricos, "las ventas del Mercedes EQE en China han logrado llegar a un pico de 921 unidades conseguidas en el mes de enero del 2023. Las matriculaciones del EQE han oscilado entre las 100 y las 200 unidades mensuales, logrando acumular en 2023 un total de 2.424 unidades matriculadas en China. Pero 2024 está siendo mucho más duro para los grupos alemanes, y como ejemplo, el desplome total de un EQE que ha supuesto que en los nueve primeros meses del año apenas ha matriculado 264 unidades. Más llamativo todavía es que el pasado mes de octubre, Mercedes no ha logrado matricular ni una sola unidad del EQE en toda China".

El hecho de que Mercedes-Benz haya vendido casi cero unidades del sedán eléctrico EQE en China durante octubre de 2024, como se aprecia en el gráfico, a pesar de ofrecer descuentos de casi el 50%, da cuenta del oscuro panorama de los fabricantes europeos en el gigante asiático y su escenario ferozmente competitivo donde aparecen enormes fabricantes locales como BYD.

En esta línea, el mercado de coches chino ha adoptado rápidamente los vehículos eléctricos (VE), y marcas locales como BYD y NIO no solo han captado una participación de mercado significativa, sino que también han establecido puntos de referencia en tecnología, diseño y rentabilidad.

Por esta razón, a las marcas de lujo occidentales como Mercedes-Benz les resulta cada vez más difícil competir, especialmente en el segmento eléctrico premium. El EQE, posicionado como un competidor directo del Model S de Tesla y otros sedanes eléctricos de alta gama, parece haber fallado en su intento de atraer a los consumidores chinos, incluso con reducciones de precio sustanciales.

La razón de la preferencia 'Made in China'

Según explica el portal autospies, varios factores podrían contribuir a esto. En primer lugar, el atractivo tradicional de lujo de la marca podría no traducirse tan eficazmente en lo que respecta a los vehículos eléctricos, donde la innovación, la tecnología y las características específicas de la marca a menudo se priorizan sobre la tradición. En segundo lugar, los descuentos, aunque significativos, podrían no abordar problemas subyacentes como las preferencias de diseño, donde los consumidores chinos podrían preferir vehículos más elegantes y de aspecto más innovador, o la falta de características que resuenen con los gustos locales. Además, las estrategias logísticas y de marketing podrían no haber sido optimizadas para la dinámica única del mercado chino.

Para Mercedes-Benz, esta situación exige una reevaluación estratégica, no solo en materia de precios, sino también en cómo posicionar sus vehículos eléctricos dentro de este panorama competitivo en evolución.

Por su parte, Juan Felipe Munoz, en una columna de opinión de Motor1, ha explicado que este fenómeno de preferencias chinas ha ocurrido en menos de tres años y que ha tomado por sorpresa a los fabricantes de coches extranjeros: "Fue entonces cuando se aceleró en China el cambio de comprar autos 'no chinos' a comprar 'autos chinos'.

"En 2022, los fabricantes locales acapararon el 46% de las ventas de coches. Un año después, a finales de 2023, BYD destronó a Volkswagen como marca más vendida, y las empresas chinas acapararon el 50%. Este año, el cambio está tomando un cariz aún más dramático: en agosto de 2024, la cuota de mercado de las marcas chinas alcanzó un nuevo récord del 62%. Este cambio en la percepción del consumidor chino asusta a los fabricantes de coches extranjeros y se debe, en gran parte, a la falta de contacto con el cliente y a la capacidad de los fabricantes chinos para ofrecer autos competitivos que atraigan a los consumidores locales ¿Reaccionarán por fin los fabricantes occidentales?", ha sentenciado.

En la acera contraria: los coches chinos y su llegada a la UE

El canciller alemán, Olaf Scholz, ha pedido a los fabricantes de automóviles europeos no rendirse frente al desembarco de la competencia china y asegura que "no hay que tener miedo" a las marcas procedentes del gigante asiático en el mercado de los vehículos eléctricos.

Durante una visita a la fábrica de reciclaje de baterías de Mercedes-Benz en la ciudad alemana de Kuppenheim, el socialdemócrata ha puesto como ejemplo la resistencia demostrada por los fabricantes occidentales al envite de las marcas surcoreanas y japonesas, Hyundai y Toyota, como máximos exponentes, durante las últimas décadas.

Al tiempo, Berlín ha vuelto a reafirmar su posición en contra de los aranceles europeos a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China. "Estoy en contra de los aranceles que nos perjudican", ha dicho Scholz.

En una posición similar se ha posicionado en una entrevista con el diario 'Bild' recogida por Europa Press, el consejero delegado de Mercedes-Benz, Ola Kallenius, quien ha pedido posponer la aplicación de estas trabas comerciales a fin de facilitar la transición europea hacia el vehículo eléctrico.

Este año, la mayoría de los países de la Unión Europea allanaron el camino para imponer aranceles adicionales de hasta el 35,3% a los vehículos eléctricos importados de China suplementarios al actual del 10%. Junto a Alemania votaron en contra de los aranceles Hungría, Malta, Eslovaquia y Eslovenia; y doce se abstuvieron: España, Bélgica, República Checa, Grecia, Croacia, Chipre, Luxemburgo, Austria, Portugal, Rumanía, Suecia y Finlandia.