Motor
Poner un cargador para el coche eléctrico en casa: esto es lo que debes saber según la OCU
Sylvia Longás
A la hora de poner un punto de recarga para tu coche eléctrico en casa, es importante que no lo hagas a lo loco. Un informe de la OCU responde a algunas preguntas que es probable que nos hagamos en el momento de tomar esta decisión.
Si vas a comprar un coche con enchufe (híbrido enchufable o eléctrico) se hace casi imprescindible contar con un punto de recarga en el domicilio, porque recargarlo siempre en cargadores públicos no compensa, además de por tu comodidad. Llegar a casa, conectar el coche y saber que a la mañana siguiente está al 100% de carga da mucha tranquilidad.
Con la decisión ya tomada, nos podremos preguntar entonces si es complicado poner el punto de recarga y si las instalaciones son seguras y funcionan bien. Desde la OCU nos responden.
Puede que no sea suficiente con un enchufe normal
Si tu coche es un híbrido enchufable, una toma de corriente común (Schuko, redonda con toma de tierra) de 16 amperios puede bastar para reponer la energía gastada en el día. También podría valer para un vehículo totalmente eléctrico si recorres más de 100 km al día.
Sin embargo, siempre es preferible poner un cargador (wallbox), ya que proporciona más seguridad, sobre todo, si usas el coche para recorridos más largos. Con un enchufe normal necesitarías muchas horas para recargar y la toma se puede sobrecalentar originando un cortocircuito, un incendio…, explican desde la OCU. También dependerá de la potencia de carga que admite tu coche.
El "enchufe" más recomendable
El cargador que vas a necesitar y su potencia va a depender del tipo de coche enchufable que tengas y de los kilómetros que recorras a diario.
Para instalar ese cargador necesitas, en primer lugar, disponer de un garaje o una plaza de aparcamiento. Estas son las situaciones que se pueden dar.
- En un garaje individual: el proceso es fácil. Busca un instalador autorizado que coloque el punto de carga donde sea conveniente y lo conecte al contador de tu casa.
- En un edificio de vecinos: debes avisar a la comunidad de propietarios, pero no requiere un permiso. Habitualmente, el cargador irá conectado a tu contador de electricidad individual y el recorrido de los cables puede ser largo.
- La plaza de garaje no se encuentra en tu vivienda: tendrías que hacer un contrato de luz específico para que instalen un contador.
- En garajes con un solo contador común: deberías llegar a un acuerdo con los vecinos para que te facturen la energía consumida.
Cuál es la mejor potencia a contratar
Las potencias de los cargadores domésticos suelen oscilar entre los 16 A en corriente monofásica (la habitual en las viviendas), y los 32 A en corriente trifásica. La potencia nominal del cargador es la máxima que puede dar, pero en la práctica se suelen limitar para que no superen a la potencia que tengas contratada con la compañía ni a la que soporta tu instalación eléctrica, aclaran desde la OCU. Cuanto más potente sea el cargador, más corto será el tiempo de recarga. Lo aconsejable es que para recargar un coche eléctrico utilices una potencia de recarga de 7,2 kW como mínimo, la que te da un wallbox. De esta manera conseguirás una carga rápida completa, en 5 o 6 horas, señalan desde Hyundai.
Así debe ser la instalación
La normativa sobre cargadores requiere que el circuito cuente con su propio cuadro de mando y protección, que debe llevar cerradura si está en un garaje colectivo. Aunque no es obligatorio, conviene que los cables se apoyen en unas bandejas metálicas que faciliten su tendido y está prohibido que pasen por la plaza de otro vecino. Todos los puntos de conexión deben estar bien asegurados y protegidos con "punteras" si los cables son de más de 6 mm.
Si hablamos de precios
¿Cuánto cuestan los cargadores domésticos? Los más vendidos, según los datos de la OCU, oscilan entre 500 y 950 euros. El coste de instalarlos varía, ya que depende de la distancia desde el contador a la plaza, de si ya hay bandejas portacables en el garaje, del tipo de cuadro de protección, etc. Los precios de instalación oscilan entre 1.000 y 2.000 euros lo que, sumado al cargador, sitúa la inversión entre 1.500 y 2.500 euros.
Por lo general, hay que obtener un nuevo boletín eléctrico expedido por un instalador autorizado que comprueba la seguridad de la instalación. Algunos fabricantes de coches se ofrecen a instalarte el cargador gratis, un servicio que se suele incluir en el precio del vehículo.
En la actualidad, el Plan Moves III, gestionado por las CC. AA., ofrece ayudas de hasta el 70% del coste de instalación o del 80% en localidades de menos de 5.000 habitantes.