Motor

El Estado creará un nuevo impuesto para los coches cuando "peligren" sus ingresos: los SUV, los más afectados

  • Si Madrid o Barcelona aumentaran el coste de aparcamiento a los vehículos
    más pesados como ha aprobado recientemente París, afectaría a uno de cuatro coches

Sylvia Longás

La electrificación de los coches no solo conlleva cambios en nuestra forma de movernos; también afecta a los ingresos que llenan las arcas del Gobierno. Los modelos híbridos y eléctricos están exentos del Impuesto de Matriculación y el bolsillo estatal se resiente. Nuevas medidas impositivas podrían ponerse en marcha.

Los vehículos que emiten menos de 120 g/km de CO2 están exentos de pagar el Impuesto de Matriculación. Los coches eléctricos tampoco pagan el Impuesto sobre Hidrocarburos. Las reparaciones de los modelos eléctricos son más económicas (la facturación media en taller de un coche de combustión es de 513 euros; la de un modelo eléctrico, de 368 euros, según las cifras de Solera). A la hora de aparcar, los modelos con etiqueta CERO (eléctricos e híbridos enchufables) no pagan la ORA… Con este suma y sigue, la recaudación por coche comienza a menguar y con el tiempo este podría perder ya su histórico apodo de "la gallina de los huevos de oro" . ¿Lo van a permitir los gobiernos?

Según los datos del Grupo Solera, especialista en software, datos y servicios integrados en la gestión del ciclo de vida del vehículo y de las flotas, la electrificación puede traer consigo una nueva fiscalidad que afecte a los kilos/masas del vehículo. Es decir, a partir de un peso determinado el modelo, sea electrificado o no, se gravaría con un nuevo impuesto. "Por un lado, explica Martín Tejero, responsable de las cuentas clave de Solera, porque el Estado necesitará encontrar una alternativa al impuesto a los hidrocarburos, que actualmente aporta casi 12.000 millones de euros a las arcas públicas. Y, por otro lado, porque está bajando la cuota media a ingresar por vehículo, que el año pasado cayó más de un 3% respecto a 2022 (la cuota media a ingresar por vehículo ha pasado de 788 euros en 2022 a 762 euros en 2023). Las miradas están puestas sobre todo en los SUV que representan ya 6 de cada 10 matriculaciones en España, más de medio millón de coches solo en 2023. Este segmento, el 85 por ciento de los modelos superan los 1.800 kilos de peso.

Esta impopular medida, aseguran desde Solera, llegará más tarde o más temprano, cuando las matriculaciones de modelos electrificados explosionen. Está claro que de momento en España, y viendo los datos de las últimas cifras de Anfac que anuncian un descenso del 9,5 por ciento en mayo las matriculaciones de coches electrificados, no se prevé a corto plazo.

Los coches son cada vez más "gordos"

En España los coches son cada vez más pesados. Uno de cada cuatro que circula por nuestras carreteras pesa por encima de los 1.500 kilos, pero en matriculaciones ya más de uno cada tres supera ese peso. Solera identifica la masa como un posible foco de limitaciones para la automoción en el futuro con su consiguiente impacto en la posventa. No en vano este sector dejaría de facturar 2.000 millones al año con un parque sin SUV.

Y es que serán los SUV los modelos más castigados si se tiene en cuenta el peso del vehículo en la creación de un nuevo impuesto. En Europa ya existen varias corrientes que abogan por poner freno a los SUV. Por un lado, está la propuesta de la Comisión Europea de crear un carnet específico para conducir vehículos a partir de 1.800 kilos, el B+, lo que limitaría el acceso de conductores a estos modelos.

Por otro lado, en Francia se está empezando a penalizar a los vehículos más grandes y pesados, de modo que París, siguiendo el ejemplo de Lyon, recientemente aprobó en consulta popular aumentar el coste de aparcamiento para los coches más grandes y de más de 1.600 kilos y eléctricos de más de 2.000 kilos. En Lyon por ejemplo, por el espacio que ocupa, un SUV paga 15 euros/mes más que un turismo. Recordemos que en España el ancho de los coches ha pasado de 170,5 cm en 2001 a 180,3 cm en 2023, es decir, el parque ha crecido 1 cm cada 2 años. En el país vecino, además, se está creando una corriente de opinión a favor de incorporar la masa a la etiqueta ambiental del vehículo, que allí se llama CRIT'Air. El 68% de los franceses se mostró a favor de esta medida.

En España, actualmente las restricciones se están enfocando en las emisiones, materializadas especialmente en el desarrollo de las Zonas de Bajas Emisiones y a partir de las etiquetas ambientales. Pero si nuestro país asimilara la medida de aumentar el coste de aparcamiento, por peso del coche, como en París, el 25,6% de los coches se verían afectados. Si bajamos a nivel ciudad, en Madrid impactaría al 26,7% y en Barcelona al 25,1%.