Los coches diésel, cada vez más caros: este es el precio medio de los modelos nuevos
- El precio del coche diésel se ha incrementado más que el IPC y el salario medio acumulados en el último decenio
Sylvia Longás
El precio medio de los coches diésel nuevos en España se ha encarecido un 82,4% en los últimos diez años. La oferta de mecánicas de gasoil es cada vez más pequeña.
Cada vez es más reducida la oferta de modelos con motor diésel, sobre todo en los segmentos más pequeños, estando disponible únicamente en las categorías de compactos, berlinas y en los SUV de tamaño medio y grandes. De hecho, 2023 fue el año en el que su protagonismo fue menor en el mercado español con una cuota del 12,5% en las matriculaciones, frente al 40,8% de los gasolina y el 46,7% de los movidos por nuevas tecnologías (híbridos, híbridos enchufables, bifuel de gas/gasolina y eléctricos puros), según los datos de ventas de Anfac.
El precio medio de los modelos diésel ha pasado de los 17.805 euros de 2014 hasta los 32.481 euros de 2023, según AutoScout24, el portal especialista en vehículo de segunda mano de Sumauto, a partir de datos de la Agencia Tributaria. Podemos decir por tanto que hoy un diésel se encuentra en precios ya de muchos eléctricos, aunque en la lista de ventas contamos todavía con atractivos precios para modelos como los Citroën C3 BlueHDI 100 CV (desde 19.215 euros), Renault Clio dCi de 100 CV (desde 20.244 euros) o Dacia Duster dCi 115 CV (desde 20.590 euros), entre otros.
El encarecimiento de los diésel, según los datos del informe, ha sido mucho mayor que el incremento porcentual de dos de los indicadores clave que miden la accesibilidad a bienes como puede ser un vehículo. Por un lado, el salario medio (en los últimos diez años ha subido un 13,3%) y el IPC, que acumula una subida del 21,1% en ese periodo de tiempo, según el INE.
La situación del diésel cambió a partir de 2015
En 2023 en el mercado español de vehículos nuevos se comercializaron algo más de 118.000 coches de gasóleo. Lejos queda aquella "dieselización" en la que estaba sumida el mercado, que tuvo su punto álgido en 2007, cuando se matricularon más de 1,1 millones de vehículos con esa motorización.
Y es que el comienzo por el desinterés de este tipo de combustible se fraguó a raíz del Dieselgate en otoño de 2015, a lo que ha seguido la entrada en vigor en el ámbito europeo de leyes anticontaminantes cada vez más restrictivas, lo que provocó que muchos fabricantes disminuyeran su producción de vehículos diésel de forma gradual.
A los factores anteriores, hay que unir el cambio del protocolo en la homologación de vehículos nuevos bajo el nuevo procedimiento WLTP a partir de otoño de 2018. Este nuevo sistema de validación de las emisiones de CO2 supuso que muchos de los coches que estaban en el límite de un tramo impositivo lo sobrepasaran con las nuevas pruebas de homologación, con el consiguiente encarecimiento en el precio al estar sujetos a un gravamen mayor.
La "puntilla" al diésel se produjo en 2021, cuando el Gobierno español aprobó el primer borrador de la Ley de Cambio Climático, donde ya se empezaron a diseñar las áreas de bajas emisiones ZBE en las ciudades de más de 50.000 habitantes, lo que generó a su vez mucha incertidumbre entre los usuarios porque no sabían qué vehículo debían elegir para moverse sin restricciones.
Los diésel son una buena opción de compra
Pese a todos los datos apuntados, y la paulatina reducción de su oferta por parte de las marcas, los coches diésel siguen siendo la opción preferida por muchos conductores en nuestro país. En algunos casos son, incluso, la única opción viable por razones económicas. Y es que los coches diésel siguen teniendo el coste por kilómetro más bajo del mercado, cuando hablamos de hacer muchos kilómetros por carretera. Son modelos eficientes ya que con los últimos avances tecnológicos han dejado de ser tan contaminantes. Recordemos que todavía queda margen para este tipo de motor de combustión. A partir del año 2035, si nada cambia, las marcas no podrán vender más coches nuevos que tengan un motor gasolina y diésel, aunque sí podrán seguir circulando los coches de este tipo hasta el año 2050.