Qué pasa si se cae un árbol en mi coche o lo daña
- Distintas organizaciones aconsejan recopilar todas las pruebas posibles antes de reclamar
- ¿Hasta cuándo durarán los efectos de la borrasca Ciarán?
elEconomista.es
Ante una borrasca como la que atraviesa el país en estos días, como las que han sucedido en los últimos meses o como las que están por venir, quienes no disponen de plaza de garaje para resguardar sus vehículos se enfrentan al miedo de dejar su coche aparcado en la calle. Aunque es improbable, el viento puede arrancar o tirar de cuajo un árbol, con tan mala suerte de caer sobre algún turismo y causando importantes daños sobre este.
En este sentido, y al igual que sucede ante otros fenómenos, como incendios, inundaciones, erupciones, etc. siempre surge una misma pregunta: ¿me cubrirá el seguro la reparación?
Esta cuestión la aborda la Revista Tráfico y Seguridad Vial, publicada por la Dirección General de Tráfico, en uno de sus números. En resumen, la DGT determina que los accidentes derivados de la circulación (independientemente de su causa) los asume el seguro, mientras que los daños causados por agentes naturales extremos caen del lado del Consorcio de Compensación de Seguros. Esta entidad, según explican, llega más allá que las pólizas particulares, donde se dan situaciones extraordinarias por fenómenos climatológicos extremos o catástrofes naturales.
"A grandes rasgos: un percance circulando lo cubrirá el seguro; pero si un terremoto daña mi vehículo o cae sobre él una cornisa desprendida por vientos huracanados, le toca al Consorcio", ejemplifica el artículo de Tráfico. También se añaden en este supuesto otros eventos, como maremotos, inundaciones o erupciones volcánicas.
Fenómenos cotidianos
Sin embargo, existen otros fenómenos, como la lluvia, el granizo, la nieve o los rayos, que no entran en la cobertura del Consorcio. Tal y como explica el artículo, esta diferencia se debe a que estos fenómenos no suelen provocar daños directos, sino, en su mayoría, estéticos.
No obstante, el Consorcio compensará "las inundaciones producidas por el anegamiento del terreno por lluvia o deshielo, ciclones tropicales con vientos de más de 96 km/h, vientos que superen los 120 km/h y las precipitaciones con más de 40 litros de agua por metro cuadrado/hora", señala a la revista, Víctor López, responsable de aseguradoras de Rastreator.
Ante una situación como esta, desde organizaciones como la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA) o la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconsejan recopilar todas las pruebas posibles a partir de fuentes autorizadas, como la AEMET, para acreditar que los daños se han producido por eventos naturales y no por la acción humana.
En cuanto a los plazos de cobro, la OCU explica que "si todo trascurre con normalidad, en el plazo de tres o cuatro meses estaría solucionado el siniestro".