Motor

Seat Ibiza, el coche que le regaló Juan Carlos I al Rey Felipe VI en su 18 cumpleaños 

Foto: Colección de SEAT Históricos.

Cristian Gallegos, Agencias

Hace 37 años, Felipe VI, por ese entonces Príncipe de Asturias, juraba a la Constitución tras cumplir 18 años. Además, del homenaje monárquico y de recibir todas las distinciones reales, tuvo un regalo de parte de su padre, un Seat Ibiza. Hablamos del primer coche del Rey, el cual tenía detalles exclusivos que lo diferenciaban del mismo modelo y de otras marcas y que hoy se conserva en la Colección de SEAT Históricos.

Cuando el Rey de España, Felipe VI, cumplió los 18, su padre, el Rey Emérito, Juan Carlos I, le regaló un SEAT Ibiza. Se trataba de un coche de color fuego metalizado con un motor 1.5 de inyección electrónica. Una mecánica que llegó un par de años antes de que empezara a producirse en serie.

Entre los detalles del coche, se destacan los ensanches de los pasos de rueda traseros para potenciar su aire deportivo, alerones especiales y un volante diferente. Llevaba antinieblas, un extra que todavía no se montaba en el Ibiza, además de asientos Recaro.

Según revela Isidre López, responsable de Seat Históricos, fue necesario hacer un trabajo "especial" debido ya que Felipe VI es muy alto. Por ello, el equipo de diseño de la marca planteó una banqueta "más bajita" para ganar en altura y que entrara todo dentro de la caja del Ibiza, explica López.

Coche a la "medida"

"Todo se realizó con una justificación técnica muy sólida en nuestro centro de Martorell. Es decir, cuando nosotros montamos un alerón en un coche no es porque quede más bonito, que también, sino porque tiene una repercusión directa en la aerodinámica. Es cierto que el Ibiza del cumpleaños del Rey es una performance, pero no una performance caprichosa, sino que tiene una base técnica importante", agregó la responsable de las unidades históricas.

Aquel 30 de enero de 1986, durante el cumpleaños de Felipe VI, se organizó la entrega del vehículo en Campadró, un circuito de cursos de conducción. Allí, además de entregarle la unidad, se le dio un curso de aprendizaje.

Tras 28 años, en 2014, el Rey Felipe se reencontró con su primer coche en una visita a las instalaciones de Seat en Martorell. En la oportunidad, el monarca recorrió gran parte de la compañía para ver los futuros modelos de la marca. Sin embargo, el momento más especial fue cuando volvió a ver el Ibiza, hoy restaurado, que su padre le regaló para sus 18 años.

El segundo fue un Volvo

El Rey Felipe VI también tuvo un Volvo 480 ES de color rojo. El vehículo, que estuvo en manos del Rey desde 1986 hasta 1988, fue el segundo coche personal del monarca y contaba con motor de 109 CV, que le permitía acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 9,5 segundos.