Por qué se queda el freno de mano duro y cómo liberarlo sin dejarme el brazo en ello

Probablemente lo hayan sufrido en primera, segunda o tercera persona. El freno de mano está tan duro que hay que realizar un sobreesfuerzo para retirarlo. A veces, incluso requiriendo las dos manos.

Por lo general, esto puede deberse a que, a la hora de estacionar un vehículo, muchos conductores creen que deben tensar el freno de mano lo máximo posible. Piensan que cuanto más estiren de la palanca, será más difícil que el coche se mueva. Y esta práctica, a la larga, puede deteriorar todo el mecanismo que acompaña al freno de mano, hasta tal punto que de que se pueda romper.

Pero también puede deberse a que el mecanismo ha quedado desengrasado y requiere lubricación.

Dos posibles soluciones

Para solventar este problema, se puede desmontar la cubierta y engrasar todo el mecanismo. Si realizamos esta acción, será la ocasión perfecta para comprobar si el cable del freno de mano está demasiado tenso (un factor que también puede influir en la dureza de la palanca).

No obstante, podemos correr el riesgo de que quede demasiado holgado y que no cumpla su función, por lo que debemos asegurarnos de que la tensión quede en su justa medida.

Como siempre, para evitar preocupaciones y riesgos, lo más aconsejable es acudir a un taller mecánico y que sean sus expertos quienes lleven a cabo las comprobaciones y las labores necesarias.