Motor

La calima se desvanece: la multa que te podrían poner si no limpias las lunas del coche

    Un coche en Almería, recubierto de barro. / Carlos Barba (EFE)

    elEconomista.es

    Hasta que no desaparezca el polvo en suspensión procedente del Sáhara, que está dando lugar a la calima en buena parte del país, los vehículos que permanezcan o duerman en la calle seguirán ensuciándose de arena y barro.

    Sin embargo, la lengua de arena del desierto comenzará a desaparecer entre este jueves y este viernes. Además, las lluvias de la borrasca Celia deberían limpiar el ambiente durante todo el fin de semana.

    Hasta entonces, puede resultar lógico esperar para limpiar el vehículo, dado que casi con total seguridad se volverá a ensuciar. Pero, una vez concluya este fenómeno, no limpiarlo (especialmente las lunas o parabrisas) podría conllevar una sanción económica.

    https://www.eleconomista.es/motor/noticias/11666504/03/22/Como-limpiar-tu-coche-tras-la-tormenta-de-arena-asi-puedes-retirar-el-polvo-y-el-barro.html

    La razón que tendría la Dirección General de Tráfico (DGT) para imponer multas a los coches más sucios sería considerar como peligrosa su circulación.

    Posible riesgo para la seguridad vial

    Según estipula el artículo 19 del Reglamento General de Circulación, "La superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule, sin interferencias de láminas o adhesivos".

    Además, tal y como recoge el artículo 104 de la Ley sobre Tráfico, los agentes de la autoridad podrán inmovilizar un vehículo cuando "el vehículo presente deficiencias que constituyan un riesgo especialmente grave para la seguridad vial".

    En este sentido, resulta obvio que el barro incrustado en las lunas de los vehículos puede privar al conductor de una "visibilidad diáfana", "sin interferencias". Por ello, y si así lo considerasen los agentes de tráfico, se podría incurrir en una infracción.

    De ser así, la multa partiría desde los 80 euros y podría ascender hasta los 200 en función de la gravedad que suponga para la conducción.