Las bolsas de Asia operan a la baja en los primeros compases del martes después de las preocupaciones sobre una posible crisis de liquidez en China que provocó una fuerte tendencia bajista en los activos de riesgo en los EE.UU. y Europa. El Nikkei de Japón cae un 0,6 por ciento, mientras que las acciones australianas ceden hasta mínimos de seis meses y el Kospi de Corea del Sur alcanzó mínimos de los últimos once meses.

El ritmo de las pérdidas fue moderado en comparación con la sesión anterior sin embargo, la tensión mira a Hong Kong. El Shanghai Composite sufrió su peor ola de ventas en casi cuatro años el lunes después de que el Banco Popular de China reforzase su política monetaria e intentase drenar liquidez.

Las acciones estadounidenses cayeron un 1 por ciento el lunes, después de los comentarios de distintos gobernadores de la Reserva Federal que minimizaron las preocupaciones sobre el fin del programa de compra de bonos del banco central. El presidente de la Fed de Dallas, Richard Fisher abogó por una reducción gradual del programa de estímulo, mientras que presidente de la Fed de Minneapolis Narayana Kocherlakota dijo que los mercados se equivocan al juzgar las posibles medidas de la Fed. Mientras tanto, los principales índices europeos cerraron con caídas superiores al 1 por ciento.

Las acciones japonesas abrieron planas, pero pronto cayeron en territorio negativo debido al fortalecimiento del yen que añadió más presión a los exportadores nipones. El yen se fortaleció frente al dólar durante la noche y rondaba los 97,7 yenes por dólar.

El Índice de referencia de Australia extendía los fuertes descensos del día anterior después de la fuerte caída en los precios de los metales preciosos. La minera de oro Kingsgate cae más del 6 por ciento, mientras Aquila Resources pierde casi un 5 por ciento. La minera global BHP Billiton resta más del 1 por ciento, después de que el cobre, el oro, la plata y el platino tocasen mínimos de varios años.

Las acciones en Seúl se alejan de la marca de los 1800 puntos para alcanzar un nuevo mínimo del último año ya que los inversores extranjeros extendieron su racha de ventas.