Bolsa, mercados y cotizaciones

Golpe a Daimler en bolsa tras presentar el cuarto 'profit warning' en un año

  • Las acciones llegan a caer más de un 4% pero recuperan terreno
  • Reconoce tener problemas para poner en el mercado nuevos modelos
  • Empieza a aflorar el impacto de la guerra comercial en la industria
<i>Imagen: Archivo</i>

elEconomista.es

La industria automovilística va de golpe en golpe, y el gigante alemán Daimler sufre hoy uno de ellos en bolsa después de que haya anunciado una revisión a la baja de sus expectativas de beneficios para este año, en lo que se convierte en un cuarto 'profit warning' en un año. Hace menos de un mes lanzó el tercero.

La compañía pierde al cierre un 0,6% en la bolsa de Frankfurt, y se sitúa por encima de los 46,3 euros, pero las caídas iniciales han llegado a superar el 4%. Los primeros movimientos en bolsa de la automovilística ha arrastrado al principal índice bursátil de país. El Dax era la peor plaza del Viejo Continente.

En concreto la compañía avisa al mercado de que registrará unas pérdidas de alrededor 1.600 millones de euros en el segundo trimestre de este año frente a los más de 2.300 millones de beneficios que calculaban los expertos. 

El gigante automovilístico sitúa como responsables de esta revisión a un incremento de las provisiones en 1.000 millones de euros para abordar la retirada de los airbags Takata defectuosos. También culpa al aumento del coste de las sanciones y otros procedimientos legales como consecuencia de las emisiones de los vehículos diésel.

Daimler está terminado por ser una de las automovilísticas alemanas más afectadas por el frente regulatorio. En abril, los reguladores de defensa de la competencia de la UE acusaron a BMW, Volkswagen y Daimler de conspirar para bloquear el despliegue de la tecnología limpias. Daimler, como uno de los denunciantes y colaborador de la investigación anunció que no esperaba asumir sanciones. BMW asumió una provisión de 1.000 millones.

La compañía ya registró en el primer trimestre una caídas de ventas en Mercedes-Benz del 7% por los problemas de producción de la Clase-A en México y las furgonetas en EEUU. Mercedes-Benz Cars experimentó una bajada del 4% en sus ventas en Europa en lo que va de 2019, con 457.595 unidades, y del 3,5% en junio, con 79.892 unidades, al tiempo que las entregas en Asia/Pacífico cayeron un 3,1% desde enero, hasta 478.254 unidades, y un 3,7% en junio, con 81.439 unidades.

La multinacional alemana matriculó 174.409 vehículos en la región norteamericana en el acumulado del año hasta junio, un 8,8% de disminución, mientras que el mes pasado la caída fue del 4,1%, hasta 30.808 unidades.

La compañía también ha revisado a la baja la líneas de algunas de sus divisiones. Para Mercedes-Benz reduce la rentabilidad de las venta a entre un 3% y un 5%, desde la anterior estimación que se situaba entre el 6% y el 8%.

Daimler también ha anunciado una bajada en su previsión de rentabilidad de las ventas de furgonetas Mercedes-Benz. Ahora prevé una rentabilidad negativa, entre -2% y -4%, por debajo de su pronóstico anterior de un retorno sobre las ventas del 0% a 2%.

El grupo resalta, que además del impacto de los airbags y de los motores diésel, achaca el pobre rendimiento de las expectativas al retraso en el lanzamiento de los nuevos modelos y el menor crecimiento de los mercados claves. Las ventas de coches en China se sitúa en mínimos históricos y la demanda en los países occidentales están comenzando a sentir la ralentización económica.

La industria automovilística alemana se enfrenta a una gran cantidad de problemas, desde la transformación del sector a los modelos eléctricos y la adaptación al nuevo marco regulatorio contra las emisiones contaminantes.

Además, la guerra comercial está impactando en sus líneas de producción de las marcas alemanas. El enfrentamiento entre China y EEUU complica las ventas de los fabricantes en Asia. Las mayoría de fábricas que abastecen este mercado, incluido el principal que es el chino, se encuentra en EEUU.

El pasado lunes, Basf, el mayor fabricante de productos químicos del mundo, redujo también sus previsiones y advirtió del impacto de la guerra comercial en el sector industrial y especialmente en el automovilístico.