Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Seguirá subiendo la bolsa americana tras los 27.000 del Dow y los 3.000 del S&P 500?

  • El índice todavía cuenta con algo de aliento desde los niveles actuales

José Luis de Haro
Nueva York,

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha conseguido que los principales indicadores de la bolsa americana volvieran a tocar máximos intradiarios con sus guiños a una próxima rebaja de tipos de interés. Un optimismo que se dejó notar inmediatamente a pie de parqué, donde operadores como Peter Tuchman, de Quattro Securities, no tardó en calzarse sendas gorras, una con los 27.000 del Dow Jones y otra con la repetición de los 3.000 del S&P 500.

Sin embargo, para este veterano de la New York Stock Exchange, el "gran entusiasmo" que se vive entre los inversores esconde "una paradoja". "Tenemos un mercado en máximos pero a su vez se aplicará un estímulo", señala en referencia a la anticipación de un recorte en el precio del dinero a este lado del Atlántico. Tuchman reconoce que la Reserva Federal no vería necesario el echar mano de una rebaja de tipos si Estados Unidos estuviera operando con todos sus cilindros en marcha.

"Tenemos una temporada de resultados empresariales pendiente, sin unas expectativas demasiado claras, también hay cierta ansiedad por si habrá o no acuerdo con comercial con China", enumera como algunos de los factores a tener en cuenta a corto y medio plazo.

Foco en el segundo trimestre

Según los objetivos para el S&P 500 de algunos estrategas, el indicador todavía cuenta con algo de aliento desde los niveles actuales, con Sam Stovall, de CFRA, situando al indicado en los 3.100 puntos a finales de año. Thomas Lee, de Fundstrat, atisba los 3.125 y Binky Chadha, de Deutsche Bank, mantiene los 3.250 puntos. No obstante, los pesimistas como Mike Wilson, de Morgan Stanley, o Maneesh Deshpande, de Barclays, ven al indicador en los 2.750 puntos.

La atención de las mesas de inversión se dirige en estos momentos a los resultados del segundo trimestre. Un periodo que se prometió complicado si tenemos en cuenta que el 77% de las 113 compañías que han hecho proyecciones han avisado que sus beneficios quedarán por debajo de lo esperado, recalca FactSet.

Las estimaciones de consenso de S&P Capital IQ proyectan una caída del 1,7% en el beneficio por acción operativo en el segundo trimestre frente al aumento del 2,5% registrado entre enero y marzo. De hecho se espera que siete de los 11 sectores registren disminuciones interanuales en su BPA, liderados por el de materiales, el inmobiliario y el de servicios públicos. Solo el de finanzas, servicios de salud y el industrial tienen previsto que sus ganancias aumenten.

A día de hoy, no solo se proyecta que el segundo trimestre registre una disminución en el BPA operativo del S&P 500, sino que también ocurra algo similar en el trimestre en curso, lo que supondría una recesión en los beneficios. Desde la Segunda Guerra Mundial, tres de cada cuatro recesiones en el BPA han estado seguidas de recesiones económicas.

Desde el BlackRock Investment Institute, Jean Boivin, considera que las expectativas del consenso son excesivas, dado que los riesgos de una recesión a corto plazo siguen siendo limitados. Dicho esto, reconoce que una rebaja de salvaguarda "sigue siendo positivo para la renta variable de EEUU dado un contexto de valoraciones razonable".

Para Mark Haefele, de UBS, el mercado "se ha excedido" al descontar rebajas de hasta 100 puntos básicos y al igual que Bovin favorece las acciones americanas.

Michael Feroli (JP Morgan): "Es un recorte que servirá como seguro dado que la inflación no presenta ningún tipo de riesgo a corto plazo"

Una visión que también comparten desde J.P. Morgan, donde sus estrategas esperan que la bolsa americana siga avanzando antes de que llegue la próxima recesión a este lado del Atlántico. De hecho, apuntan a un alza de hasta el 15% en los próximos 12 meses, "lo que sin duda debería superar los rendimientos de los bonos y el efectivo", apostillan.

Michael Feroli, economista jefe de J.P. Morgan, atestigua que, en última instancia, la Fed acabará recortando tipos al menos en una ocasión dado que las señales hasta la fecha son cada vez más sólidas. "Es un recorte que servirá como seguro dado que la inflación no presenta ningún tipo de riesgo a corto plazo", aclara.

Ahora bien, como recuerda Joseph Lavorgna, estratega de Natixis, nunca ha habido un momento en que la Fed haya recortado tasas de interés solo una vez. "Bien han reducido los tipos en varias ocasiones como ocurrió en 1995-96 y 1998, o se han embarcado en un ciclo de flexibilización monetaria como ocurrió en 2001 y 2007.

Altas expectativas

De todas formas, aunque generalmente existe cierto optimismo y una rebaja de salvaguarda se postule como inofensiva o incluso un motor que puede seguir impulsando la renta variable estadounidense, los estrategas de Morgan Stanley ya han avisado que las estimaciones de beneficio son demasiado altas en medio de un entorno económico débil, mientras que los inversores son demasiado optimistas de que los bancos centrales acudirán en su ayuda.

Lisa Shalett, directora de inversión de esta entidad, considera que dados los síntomas de una posible recesión en el horizonte "los elevados precios de las acciones y los bonos no pueden coexistir a largo plazo". "Muchos inversores se han vuelto demasiado dependientes de las expectativas de que los bancos centrales globales saldrán al rescate y deberían ajustar sus perspectivas", matiza en un informe a sus clientes.