Bolsa, mercados y cotizaciones

Volkswagen tiene potencial hasta máximos de 4 años

  • Cuenta con un recorrido del 25% hasta cerca de los 190 euros
  • Un nivel que no visita desde las semanas previas al 'dieselgate'
Volkswagen sube un 11% en bolsa en 2019.

Daniel Yebra
Madrid.,

El mercado no se rinde con Volkswagwen. El segundo mayor fabricante de automóviles del mundo, solo superado en capitalización y en ventas por Toyota, sigue sufriendo en bolsa la tortuosa penitencia que se originó en su mismo seno en septiembre de 2015 y que ha tenido continuidad en la transformación total que implica la electrificación de la movilidad y en el especial impacto de la guerra comercial en la industria. Una expiación que está afrontando todo el sector, pero de la que el único gran grupo que, a pesar de todo, parece ir saliendo con el respaldo de los analistas es la propia Volkswagen.

Actualmente, los expertos recomiendan comprar las acciones de la compañía alemana que, además de la que le da nombre, reúne a marcas como Audi, Seat, Porsche o Sköda. En la misma línea, estos analistas elevan, de media, el precio objetivo de sus acciones a la zona de los 200 euros, que no visitan desde las semanas previas al estallido del escándalo de los motores diésel y hasta donde cuentan con un potencial alcista del 30%, después de acumular una subida del 11% en lo que va de 2019.

El dieselgate no solo fue una estafa generalizada que ha ido dejando un reguero de multas y que causó una fuerte corrección en bolsa, dejando a Volkswagen a algo más de un 60% de sus máximos históricos. Fue también la primera escaramuza del conflicto arancelario que hoy es la principal amenaza para la economía global y, sobre todo, el punto de inflexión para una industria que parecía intentar pasar desapercibida ante el contexto que se avecinaba: el fin de la fase expansiva del ciclo económico y, sobre todo, la transformación mundial de la movilidad, desde la combustión a los modelos verdes.

"El mercado chino está liderando un cambio global hacia los vehículos eléctricos"

Desde un primer momento, pese a su implicación en el dieselgate, Volkswagen surgió como una de los grupos automovilísticos mejor preparados para resurgir de las cenizas por su desahogada posición financiera y por su liderazgo en muchos mercados consolidados, como Europa, o emergentes, como China.

En el mismísimo gigante asiático, la compañía está centrando ahora sus esfuerzos, aunque 2018 demostró que el crecimiento no es infinito, lo que ha obligado al gobierno ha desplegar una batería de estímulos fiscales y de subvenciones. Para este año, la propia Volkswagen ha asegurado durante los últimos días y en el contexto de desaceleración del crecimiento económico, que las ventas en el país permanecerán planas respecto al último ejercicio, pero también ha destacado que China supondrá el 50% del mercado del coche eléctrico en el medio plazo.

De ese pastel espera obtener su parte el grupo alemán para acelerar el crecimiento de sus beneficios, que las previsiones apuntan que apenas se incrementará un 5% en los dos próximos ejercicios, de los 14.000 millones de euros de 2018 a 14.700 millones en 2020. "El mercado chino está liderando un cambio global hacia los vehículos eléctricos y asumirá un papel más importante para Volkswagen como centro de producción y como centro de investigación y desarrollo", explicó recientemente Herbert Diess, director ejecutivo del grupo alemán.

Reducir costes y dejar atrás el escándalo

Para JP Morgan, las razones para invertir en Volkswagen, sobre la existe una estrategia en el elMonitor, son "su capacidad para reducir costes, para crecer en todos los mercados, para ejecutar una rápida recuperación del dieselgate y para invertir en el desarrollo de vehículos eléctricos más económicos" que obtengan gran parte de la cuota que se ha abierto en los últimos y que sustituirá al tradicional.