Bolsa, mercados y cotizaciones

'El pescado ya está vendido': las conversaciones comerciales marcarán el techo del rebote en las bolsas europeas


Fernando S. Monreal
Madrid,

El tono positivo en las conversaciones comerciales que atañen a las dos principales potencias económicas del planeta, EEUU y China, sigue marcando la evolución de los mercados bursátiles del mundo. Las bolsas de Europa inician la semana manteniendo el tono positivo que predominó a lo largo de los últimos cinco días y siguiendo la estela de un mercado asiático desatado.

La principal bolsa de Shangai ha celebrado con ascensos superiores al 5% el alza que ha registrado hoy la divisa oficial china, el yuan, en su cruce frente al dólar, que ha servido para que el par haya marcado máximos de los últimos 7 meses.

La eliminación del 1 de marzo (este viernes) como fecha límite para iniciar la subida de aranceles a China propuesta por el ejecutivo de Donald Trump, ha sido celebrada en los mercados que ven ahora una baza menos para una ralentización del crecimiento económico mundial.

Todo ello podrías servir para que el EuroStoxx acabe superando la zona de los 3.210-3.310 puntos, que es el rango de recuperación del 38,20-50% de toda la caída desde los máximos de 2017.

"Obviamente, las subidas pueden tener continuidad", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, "máxime si en EEUU se superan resistencias como son los 2.815 puntos del S&P 500, que abrirían la puerta a un rebote vertical hacia sus altos históricos y origen del último latigazo bajista".

Sin embargo, la elevada sobrecompra que presenta el mercado desaconseja invertir a estas alturas del rebote: "consideramos que el pescado ya está vendido a corto plazo y la ecuación rentabilidad riesgo es de todo menos atractiva", añade el experto.

En este sentido lo aconsejable es armarse de paciencia y "esperar un ajuste de parte de este importante rebote antes de aumentar de nuevo la exposición a bolsa significativamente", confiando así en un escenario alcista de cara a los próximos meses. "Cambiar este discurso y dejarse llevar por lo que parece el último coletazo del rebote, sería de todo menos algo profesional", afirma Cabrero.