Bolsa, mercados y cotizaciones
Ningún equipo de fútbol español estaría entre las 50 mayores cotizadas
- El Atlético de Madrid podría salir a bolsa con un valor de 1.250 millones
- El Betis se quedaría sólo en 250 millones
Fernando S. Monreal, Carlos Simón García
Las declaraciones realizadas el pasado fin de semana por Javier Tebas -en una entrevista para la revista Actualidad Económica, en la que el presidente de la Liga de Fútbol Profesional afirmaba que "en dos años habrá clubes cotizando en bolsa"-, han dejado en fuera de juego a propios y extraños.
La posibilidad de que algunos equipos como el Real Madrid o el Barcelona (ver apoyo) sigan el ejemplo de otras entidades futbolísticas que en su día ya optaron por dar el salto al mercado de renta variable, como son los casos del Manchester United, Juventus, Tottenham, Roma o Borussia de Dortmund, ha desatado todo tipo de rumores sobre estas operaciones -alguno de ellos infundado, como el inoculado desde la propia dirección de La Liga, que alude a la necesidad de acumular tres años seguidos de beneficios para cotizar, cuando el reglamento de la Bolsa de Madrid no recoge este requisito en ningún punto-.
Ángel Pérez, analista de Renta 4, cree que "la entrada de los fondos de inversión en el mercado del fútbol, tanto con derechos de representación como por participación en algunos clubes, hace pensar que es probable que sigamos viendo salidas a bolsa a nivel internacional". Algo que también puede trasladarse al ámbito nacional. E igual opina Cándido Muñoz Cidad, catedrático de la Universidad Economía Aplicada, quien asegura que "los clubes de futbol se han convertido en empresas de ocio muy importantes y con mucha capacidad de crecimiento en el mundo global y por eso tienen muchas posibilidades de salir a bolsa".
Entonces, ¿cuánto valdrían los equipos españoles que pueden hacer sonar las campanas de la bolsa? Ninguno estaría entre las 50 mayores cotizadas del mercado español. La respuesta requiere de un ejercicio reflexivo y matemático en el que se debe tener en cuenta los precedentes vistos en las entidades de otros países y las características intrínsecas y extrínsecas que han ido adquiriendo durante los últimos ejercicios los equipos españoles.
Por un lado, hay que destacar la influencia en la valoración de un club de un intangible como es la imagen de marca. "El analista tratará de seguir sus propias metodologías a la hora de valorar un equipo de fútbol y tratará de olvidarse de los conceptos más pasionales, como la imagen de marca de un club, los fichajes, los goles que le den entrada en competiciones europeas..., sin embargo, la cotización del día a día de un club se va a mover por todos estos conceptos menos fundamentales y más pasionales, porque al fin y al cabo también tienen efecto en las cuentas, que al final es lo que mueve a las compañías", asegura Javier Fernández-Galiano, director de Financial Advisory en Deloitte. Y es que "muchos clubes no están diseñados para la generación de beneficios sino de títulos o como factores de cohesión social", apunta el analista de Renta 4.
Por otro, la elevada deuda que han ido adquiriendo los club de fútbol en los últimos años, así como la opacidad que han demostrado a la hora de publicar sus cuentas, al no tener que atenerse a los estrictos criterios que imponen los reguladores de mercado, han sido otro de los factores que han alejado a los equipos del mercado de valores hasta ahora.
"Para que los clubes salgan a bolsa tienen que cumplir con ciertos estándares de transparencia financiera, por lo que tendrían que mejorar mucho en este aspecto", concluye Pérez. Y es que el hecho de cotizar en bolsa obliga a un grado de información requerida (en el folleto de la operación, en el control, en la supervisión de los reguladores e inversores, etc.) que "por ahora los clubes de fútbol no han estado dispuestos a asumir", aseguran desde Deloitte.
Victoria Torre, de SelfBank, considera que "este tipo de compañías suelen valorar otras opciones antes que salir a bolsa. Al salir al parqué, dichas empresas se ven sometidas a una estricta regulación por parte de las entidades supervisoras, además de los costes que supone y el riesgo de pérdida de control, ya que indirectamente los accionistas se convertirían en propietarios del club, diluyéndose el control en función del free-float que se establezca", advierte Torre. Además, en España ha habido varios casos de irregularidades y situaciones de deuda elevadísimas que han provocado que ni estos clubes tuvieran interés en cotizar ni fueran empresas atractivas de cara a los inversores.
En este sentido, no son pocos los expertos que afirman que para poder acceder a las ventajas que ofrece a las empresas cotizar en bolsa, (el acceso a una financiación continua, la liquidez para los accionistas o la proyección de la compañía), los clubes deberían mejorar en la "profesionalización en la elaboración de sus cuentas y en su transparencia".
Método de valoración
Sea como sea, la opacidad de las cuentas de los distintos clubes de fútbol dificulta el ejercicio de hacer una valoración rigurosa de estas compañías. Por eso, y por falta de comparables en el mercado español, se han utilizado dos metodologías para analizar cuánto valdrían los clubes con más socios de España en bolsa. "Viendo un poco el nivel de clubes que cotizan ahora en Europa los candidatos a debutar en el parqué deben contar con cierto prestigio y tradición en sus países, jugar competiciones europeas y tener un elevado número de socios", asegura Fernández-Galiano.
La primera consiste en utilizar como referencia el multiplicador de ingresos del Manchester United, en este caso de 4,8 veces. No obstante, mientras que Atlético de Madrid y Sevilla son más comparables al club inglés en términos estrictamente deportivos (se sitúan en el tercer y sexto puesto del ránking UEFA frente al duodécimo de la escuadra dirigida por José Mourinho), el Valencia y el Betis no han cosechado los mismo éxitos en las últimas temporadas (marcan los puestos 41 y 72, respectivamente, de esta lista), por lo que se les ha aplicado un descuento del 15 por ciento para el club valenciano y del 20 por ciento para el andaluz.
La segunda opción de valoración es mucho más pesimista y consiste en usar el multiplicador de ventas medio de las 5 firmas más grandes del índice en el que están listados los clubes de fútbol europeos cotizados (el Stoxx Football Index), que es sólo de 1,3 veces (ver gráfico).
Teniendo en cuenta ambas metodologías, los clubes con más socios de España (excluyendo a Madrid y Barça) podrían llegar a valer en bolsa cerca de 1.200 millones de euros. Es el caso del Atlético de Madrid, que gracias a los ingresos de cerca de 260 millones de euros que logró en la temporada 2016-2017, y, atendiendo al ejemplo del Manchester United alcanzaría la tercera mayor valoración del fútbol español.
Con esa capitalización, la entidad presidida por Enrique Cerezo entraría a formar parte del club de 80 empresas de la bolsa española que valen más de 1.000 millones de euros. Eso sí, los analistas tendrían que justificar sus decisiones sobre la entidad rojiblanca valorando la deuda de más de 179 millones de euros que ha ido acumulando en los últimos ejercicios.
Un pasivo muy superior al que registra otra de las entidades rojiblancas de la primera división española, el Sevilla F. C. Analistas e inversores deben considerarlo a la hora de valorar un club que ha elevado sus ingresos en los últimos años hasta los 140 millones en gran medida, gracias a la venta de jugadores, algo que ahora podría cambiar con la reciente salida de su director deportivo, Ramón Rodríguez Verdejo, conocido como Monchi, quién hasta la fecha conseguía una poderosa fuente de ingresos para el club por su habilidad para fichar jugadores y sacarles un alto potencial deportivo y económico.
Bien distinta es la situación de su eterno rival, el Betis, que pese a contar con la cuarta mayor masa social de la competición (en torno a 50.000 socios), los vaivenes deportivos de los úlimos años han castigado considerablemente su salud financiera. De hecho, en 2011 se aprobó el concurso de acreedores en el que todavía están inmersos. Al cierre de la última temporada, los ingresos alcanzaron los 66 millones de euros mientras que la deuda superó los 96 millones. Así, utilizando el multiplicador del Manchester United (aplicando un descuento del 20 por ciento por la diferencia de clasificación en el ránking UEFA) su valor en bolsa sería de 253 millones de euros (aproximadamente en el puesto 100 del mercado nacional cerca de firmas como Amper, Ezentis o Naturhouse). Más pesimista sería la capitalización que presentaría el club verdiblanco si se usa como referencia la ratio media del sector europeo, ya que sólo llegaría a 87 millones.
Por último, el caso del Valencia es quizá el más crítico, ya que sobre el club che pesan dos losas como son, por un lado, una deuda de 330 millones de euros (el triple que los ingresos de la temporada pasada) y, por otro, la resolución pendiente del Tribunal Europeo sobre las ayudas que recibió de la Generalitat Valenciana por un importe de 23,3 millones. Asimismo, los valencianos se lanzaron en 2007 a la construcción de un nuevo estadio que, no obstante, quedó congelada dos años después. Este activo, valorado en torno a los 115 millones de euros, se devalúa continuamente y, de hecho, según el último balance publicado, su valor había caído en casi 30 millones.
Con todo, y aplicando solo un descuento del 15 por ciento frente a los múltiplos del Manchester United, el Valencia saldría a cotizar en 446 millones -que serían 145 millones si se utiliza la referencia del sector-.