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Ferrovial, avalada por su consejo de compra, entra en la estrategia

  • Ferrovial sustituirá a Ebro Foods, que abandona el EcoDividendo

María Domínguez

Ferrovial sustituirá a partir del lunes a Ebro Foods, que abandona el EcoDividendo -la estrategia de elEconomista que recoge los pagos próximos más atractivos de la bolsa española- tras haber retribuido el pasado 3 de abril.

El grupo de infraestructuras no es uno de los líderes del dividendo en España -ofrece un 4,4% en 2018, lo que la sitúa a mitad de la tabla-, pero sí destaca por su recomendación, la segunda mejor de todo el Ibex tras la de Merlin Properties, un comprar desde febrero de 2016. Este consejo que le otorga el consenso de mercado que recoge FactSet no se debilitó ni siquiera después del sí de los británicos al Brexit, en junio de 2016, una noticia ante la que la compañía era una de las cotizadas más sensibles por su importante exposición a Reino Unido (donde cuenta con una de sus joyas de la corona, el aeropuerto de Heathtrow).

Ferrovial, que suele realizar dos pagos al año, ya abonó el dividendo a cuenta de 2017 el pasado noviembre y tiene pendiente repartir el complementario. Lo hará, según las estimaciones de Bloomberg, el próximo 24 de mayo, por un importe de 0,312 euros, que ofrecen un 1,8%.

En una época en la que cada vez son más las compañías que se decantan por retirar el pago en papelitos, Ferrovial continúa recurriendo al scrip, algo que viene haciendo desde 2014. Pero evita el efecto dilutivo de esta fórmula recomprando acciones propias que posteriormente amortiza para, de este modo, reducir el capital (de modo que la tarta a repartir no cambia de tamaño y cada accionista sigue siendo propietario de la misma porción).

El accionista tiene tres posibilidades: aceptar los nuevos títulos que le correspondan, vender sus derechos en el mercado o solicitar que Ferrovial se los recompre, lo que en la práctica equivale a percibir un dividendo en metálico.

La rentabilidad ofrecida por sus pagos cuenta con el impulso de la caída que ha experimentado su cotización: está entre las más bajistas del Ibex 35, al dejarse cerca de un 10% en lo que llevamos de año y un 14% desde sus máximos anuales, que alcanzó en enero en el entorno de los 19,8 euros.

Un año difícil

La compañía ha sufrido diversos varapalos en 2018. Le afectan, en primer lugar, los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las importaciones de acero y aluminio, ya que la constructora necesita ambos materiales para llevar a cabo sus proyectos en el país. A ello se han sumado las dudas en torno a la evolución de su margen ebitda (beneficio bruto de explotación), que, después de años situándose por encima del doble dígito, permanecen desde 2016 por debajo del 10%. La compañía permanece atenta, por otro lado, a la expectativa de subida de tipos, ya que es una de las cotizadas más vulnerables al tratarse de una de las firmas más apalancadas del Ibex: su deuda, estimada en 4.300 millones de euros este año, quintuplica su ebitda.