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La deuda de la Eurozona se 'desangra': genera pérdidas del 8% desde mínimos

  • Los bonos de Alemania, Francia y Países Bajos caen un 2% en el año
<i>Foto: Archivo</i>

Carlos Jaramillo

El mercado sigue sin dar un respiro a la deuda de los países centrales de la eurozona en el arranque de 2018, pese a que hoy el precio de la deuda sube. La sangría de la renta fija soberana de la eurozona no está afectando a los periféricos. El debate interno del BCE está tensionando las rentabilidades de la deuda. Los halcones defienden que el programa de compra de activos debería acabar tan pronto como fuese posible después de "haber hecho todo lo que se podía haber esperado de él de manera realista".

La rentabilidad del Bund se disparó ayer 6,5 puntos básicos, hasta el 0,69%. Esto supuso alcanzar su nivel más alto desde septiembre de 2015 y haber generado pérdidas por precio del 8,3% desde los mínimos históricos de rentabilidad marcados en 2016. Además, el bono teutón a 5 años se situó en terreno positivo por primera vez desde 2015, si bien al cierre el interés se quedó en el -0,003%. Hoy el rendimiento del bund baja del 0,68% y la deuda a cinco años vuelve a terreno negativo.

Mientras, el rendimiento del papel francés subieron en 5,7 puntos básicos, hasta el 0,97%. Provocando números rojos del 8,2% desde mínimos y del 1,8% en el año. Hoy también ofrece un respiro al situarse la rentabilidad al 0,96%  "Las palabras de Knot representan la visión de lo que podría llamarse la facción del norte de Europa del Consejo del BCE", explica Paul Donovan, economista jefe de UBS, al tiempo que señala que "parece cada vez más probable que el fin de las compras de 30.000 millones de euros mensuales podría acabar con el programa de manera definitiva en septiembre",

La subida de tipos

"Lo que ha pasado [las últimas semanas] se ha producido por una puesta en precio sustancial de las expectativas de medio plazo del BCE", explican desde RBC. El mercado ya da una probabilidad del 45% a una subida de tipos en la región en el mes de diciembre, cuando durante el último mes de 2017 esta era de solo el 18%.

"La rentabiliddad de los bonos globales va a subir. Los bancos centrales siguen subiendo los tipos o, al menos, se acercan a hacerlo. Y existe una posibilidad muy razonable de una inflación más alta y unas expectativas de subidas de los precios también más elevadas", concluyen en la entidad canadiense.

De momento, mañanase conocerán los datos de inflación en la región. El consenso de expertos encuestado por Bloomberg espera que el IPC se ralentice al 1,3%, frente al 1,4% de la última lectura, pero que la inflación subyacente acelere del 0,9 al 1%.

Independientemente de que el programa de compra de activos finalice en septiembre o más adelante y de cuándo llegue la primera subida del precio del dinero, lo que parece claro es que la retirada de estímulos está cada vez más cerca, con lo que el mercado de bonos perderá un sostén que ha sido fundamental durante los últimos años.

"Desde que comenzó en marzo de 2015, el QE ha sido un factor de gran apoyo, absorbiendo mayor volumen que las emisiones netas en la eurozona. Y este apoyo va a empezar a caer este año", reflexionan en Unicredit. En lo que va de 2018, la renta fija de los países centrales de la eurozona ha generado pérdidas del entorno del 2%, si bien los periféricos han tenido un arranque de año mucho más tranquilo. En el bono español a 10 años se ha visto una caída del rendimiento de 15 puntos básicos, generando ganancias del 1,7%.

Cuánto se puede perder

Durante los últimos ejercicios los expertos han alertado en repetidas ocasiones de que la rentabilidad de la deuda soberana no podría mantenerse en los niveles históricamente bajos que alcanzó durante 2016.

"Los factores que mantienen los tipos bajos siguen existiendo, pero los progresos hacia un entorno más normal no deben ser infraestimados. La economía global está en su mejor forma en una década y la inflación ha subido", advierten en Société Générale.

En este sentido, los analistas prevén que el rendimiento de la deuda soberana siga subiendo durante los próximos meses. Las previsiones del consenso sitúan el bono alemán en el 0,89% al cierre del año, lo que implicaría pérdidas del 1,9%. Mientras, ven la deuda francesa en el 1,25% -lo que generaría una caída adicional en el precio del 2,7 %- y la española en el 2,06 %, lo que supondría provocar pérdidas del 5,66%.

"Los bancos centrales globales están moviéndose de manera gradual hacia una política menos acomodaticia, lo que es un argumento a favor de unos intereses más altos y un incremento de las primas exigidas a los de mayor duración. Probablemente los movimientos se produzca por fases, ya que la inflación sigue preocupando", reflexionan desde Société Générale.

Mientras, desde Bankinter aseguran que "estamos en pleno proceso de ajuste en los bonos sin que esto esté afectando a las bolsas, lo cuál es un buen síntoma. Pero hay que tener cuidado con quedarse posicionado en bonos, ya que el tiempo para reaccionar se agota".