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España deja de pagar a la agencia de rating S&P, aunque seguirán evaluando al país

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    elEconomista.es, EFE

    El Gobierno español ha decidido no renovar los acuerdos que tenía con las tres grandes agencias de calificación de riesgo (S&P, Fitch y Moody's) y ha optado por mantener únicamente el suscrito con DRBS. La agencia S&P ha sido la última de las grandes agencias con la que el Gobierno de España mantenía la relación profesional vigente, después de que en 2016 rompiese el contrato con Moody's y el año pasado hiciese lo mismo con Fitch.

    "Consideramos que no es necesario trabajar con todas ellas, dado el clima de confianza que existe en la actualidad en la economía española, a diferencia de otras épocas", han explicado fuentes del Ministerio de Economía.

    "En cualquier caso, las agencias emiten la calificación habitual sobre la deuda soberana española, aunque no estén contratadas al efecto", han añadido las mismas fuentes.

    No obstante, como esto no ocurre en el caso de bonos individualizados o emisiones concretas, se ha decidido mantener el contrato con DRBS.

    Economía ha informado de la cancelación de estos contratos después de que S&P haya comunicado hoy que seguirá calificando la deuda de España con la información publica existente tras no renovarse el acuerdo.

    La agencia ha señalado que la calificación de España pasa a ser no solicitada y que elaborará sus informes y calificaciones con esos datos disponibles ya que hay interés en el mercado.

    De este modo, todas las calificaciones de emisión de deuda soberana de España pasan a ser consideradas como "no solicitadas" por parte de la agencia de rating.

    "Continuaremos evaluando a España de forma no solicitada porque creemos que tenemos acceso a suficiente información pública de calidad fiable para respaldar nuestro análisis y vigilancia continua, y porque creemos que hay un interés significativo en el mercado por esta calificación no solicitada", ha señalado la firma.

    La ruptura del contrato con Fitch se ha dado a conocer apenas unos días después de que decidiese elevar el rating español a largo plazo de España, desde 'BBB+' hasta 'A-'. S&P sin embargo, mantiene la calificación de España en 'BBB+'.