Bolsa, mercados y cotizaciones

El fundador del 'índice del miedo' cree que el mercado toma ya cualquier noticia "como un juego de Twitter"

  • Los créditos de las fintec son "lo más parecido a las subprime"
  • El aumento de la inflación provocará también un repunte de la volatilidad

Laura de la Quintana

El índice del miedo ha perdido la inocencia propia de los primeros años y ya no parece temer en nada a los acontecimientos económicos. Es la teoría que defiende, precisamente, Dan Galai, creador del VIX en la década de los 80 y actual presidente de Sigma Investment (firma adquirida por Andbank en 2015).

En opinión del experto financiero, la liquidez abundante que han inyectado los distintos bancos centrales después de la crisis económica de 2008 ha distorsionado de tal manera al mercado que ya nada le preocupa en exceso, más allá de repuntes diarios de volatilidad. "Es increíble cómo las bolsas están descontando muchos de los escenarios geopolíticos que se están produciendo recientemente. El mundo económico lo considera más bien como un juego de Twitter y no lo tienen en cuenta", afirmó Galai en una conferencia organizada por el banco en Madrid este jueves.

Salvo repuntes puntuales, motivados por el Brexit o la victoria de Donald Trump en EEUU el año pasado, el índice VIX -que mide la volatilidad que existe sobre el S&P 500 en base a la compra de opciones- se sitúa por debajo de los 20 puntos básicos desde principios de 2016 y, a día de hoy, está incluso por debajo de los 10, en mínimos históricos.

La complacencia de los inversores respecto a los puntos de tensión que se han producido en los últimos años tiene mucho que ver, dice Galai, con las barras de liquidez aprobadas por los distintos gobiernos quienes "empezaron a imprimir billetes por valor de unos 10.000 millones de dólares, de los que unos 5.000 millones fueron a parar a Estados Unidos, otros 2.000 ó 3.000 a Europa y la misma proporción a China". El problema, sostiene el experto, ha derivado en un "mundo que antes era muy sensible a todas las cuestiones que afectan a la política económica, pero que ahora quizás ya no afecta debido al volumen de opciones (instrumentos financieros) que existen".

Otra derivada de que haya tanto dinero en las economías es que, inicialmente, se pensaba que éste hecho repercutiría en una inflación más elevada, que los banqueros centrales no han logrado. Ahora bien, "una vez que la política de los bancos centrales se centre en subir los tipos de interés probablemente aumentará la volatilidad porque la correlación entre ambas variables es alta", reconoce Galai.

Las 'nuevas' subprime

Los años previos a la crisis financiera, justo antes de que el VIX tocara su máximo histórico por encima de los 80 puntos básicos el 20 de noviembre de 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers, fueron años de abundante crédito en el mercado que dieron lugar, a fin de cuentas, al origen de la crisis financiera. Dan Galai afirma que, además, esta época "de 2003 a 2007 fue la mejor para la economía mundial", gracias a un "crecimiento del PIB mundial del 5% al año y, como resultado de esta situación, aumentó mucho el apalancamiento (deudas)", algo que no se está repitiendo ahora, con el grifo del crédito todavía a medio abrir, "con niveles de endeudamiento mucho más normales".

Sin embargo, Galai identifica un "nuevo crédito" en auge en el mundo proveniente de las denominadas fintec, "la banca en la sombra" del Siglo XXI. En su opinión, su presencia como prestamistas en la nueva sociedad ante la falta de liquidez que proporcionan los bancos es un riesgo para el sistema ya que considera que sus créditos son "lo más parecido a lo que se hizo con las subprime" en EEUU antes de la crisis.

Imposible predecir al mercado

El propio creador del índice VIX -que funciona con una correlación inversa absoluta con el mercado; cuando uno cae, el otro sube- reconoce, sin embargo, que el selectivo no sirve para anticiparse a movimientos de mercado. "No ha habido ninguna evidencia de que se pueda ganarle, aunque a nivel macroeconómico sí puede resultar útil para la asignación de activos", sostiene.

Lo que sí ha generado el VIX son estadísticas sobre los meses más arriesgados para estar en bolsa. En este sentido, octubre y diciembre son, por este orden, los dos meses más volátiles del año (aunque, de media, ofrecen retornos positivos históricamente), mientras que febrero es el que menos. Además invertir sobre el VIX, a través de fondos u ETFs que replican al índice, es más arriesgado que hacerlo en el S&P 500 ya que su volatilidad puede alcanzar el 80 ó 90% de media, frente al 10% del selectivo americano.