Bolsa, mercados y cotizaciones
El foco está en Portugal y en la subida de tipos
Carlos Jaramillo
Más allá de la obvia situación de incertidumbre que vive el banco a raíz de los problemas en Cataluña -que han acabado con el traslado de su sede a Valencia-, el foco de la entidad sigue puesto en Portugal, donde continúa la integración de BPI, y en la llegada de la primera subida de tipos en la eurozona, una situación de la que saldría altamente beneficiada.
A pesar de la creciente incertidumbre de las últimas semanas -que ha llevado al valor a sufrir una caída del 14% desde sus máximos del año-, la entidad capitaneada por Jordi Gual es la más alcista de los últimos 12 meses entre las financieras del Ibex gracias a una revalorización del 37%. "Estamos en un periodo en el que ha habido cierta corrección en la cotización y la magnitud dependerá de cuánto se prolongue la incertidumbre y el momento de tensión. Pero más a largo plazo, habrá qué ver cuándo se producirá esa subida de tipos que obviamente impulsará o relajará las presiones sobre la línea de ingresos", explica Marta Noguer, directora de Información Financiera al Mercado de CaixaBank.
Para el periodo 2017-2019 el consenso espera que la entidad catalana incremente sus ganancias un 41%, lo que le permitirá alcanzar sus beneficios históricos y rozar los 2.500 millones de resultado neto dentro de solo dos años. "Hemos conseguido en los primeros nueve meses el mejor resultado de la historia del grupo en un entorno de tipos negativos. Esto ha sucedido porque las cosas en España se están haciendo bien con un negocio diversificado y sólido. En Portugal, obviamente, BPI ha contribuido en positivo, porque las dinámicas de la economía son positivas y porque el banco se está gestionando bien", recalca Noguer.
Con este telón de fondo, los analistas esperan que la entidad logre ser la segunda más rentable de España en 2018 y 2019, con un ROE del 8,6 y el 9,1%, respectivamente. Además, las buenas perspectivas permitirán a la catalana convertirse en el líder por dividendo del sector: se espera que los pagos del año que viene renten un 4,6%, casi un punto porcentual más que la media de bancos españoles.