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Los estadounidenses se juegan los límites a las contribuciones a las pensiones en la reforma tributaria
José Luis de Haro
Con las miras puestas en el próximo miércoles, cuando los congresistas republicanos den a conocer los detalles finales del plan de reforma tributaria, las contribuciones libres de impuestos que los estadounidenses realizan a sus planes de pensiones privados, conocidos como 401(k) se han convertido en tema clave de la propuesta.
En estos momentos, los estadounidenses que cuentan con un plan 401(k) a través de su empleador pueden llegar destinar hasta 18.000 dólares a sus planes de pensiones sin gravamen alguno. Esta cantidad está prevista que aumente hasta los 18.500 dólares anuales. Aquellos con más de 50 años pueden contribuir hasta 6.000 dólares adicionales.
Sin embargo los republicanos más conservadores, que quieren evitar engordar el déficit en 1,5 billones de dólares adicionales durante la próxima década con el plan fiscal, buscan alternativas para limitar la factura total de los recortes de impuestos prometidos por el presidente Donald Trump. Es por ello que se ha sugerido límitar las contribuciones que los estadounidenses realizan a sus 401(k).
En estos momentos más de 54 millones de empleados estadounidenses participan en cerca de 550.000 planes 401(k), según el Investment Company Institute citado por la CNBC. Estos planes cuentan con 5 billones de dólares en activos. Cuando se realizan contribuciones a estos planes, los participantes no pagan impuestos hasta el límite establecido. Esta cantidad y la rentabilidad obtenida de la inversión es gravada al retirar el dinero durante la jubilación.
Entre los planes que se debaten en el Capitolio, los republicanos han llegado a sugerir que la contribución libre de impuestos debería reducirse, con límites que podrían ser tan bajos como los 2.400 dólares anuales. De ahí, que durante las últimas semanas, el malestar haya sido más que evidente e incluso el propio presidente republicano se viera obligado a garantizar que su reforma tributaria no incorporaría cambios para las contribuciones a los 401(k).
Para la industria de asesores financieros, medidas como esta no harían más que acrecentar la crisis de las pensiones que enfrenta la mayor economía del mundo. Según el Centro de Investigación de Pensiones del Boston College, los estadounidenses de entre 55 y 64 años contaban en 2016 con una media de 135.000 dólares en los balances de sus 401(k) y otros planes de pensiones individuales. Este volumen les ofrecería tan sólo 600 dólares al mes durante su jubilación.
El congresista republicano Kevin Brady, uno de los principales redactores del plan tributario que se dará a conocer esta semana, ha sido uno de los legisladores que ha defendido la posibilidad de reducir los límites a las contribuciones a los planes 401(k). Aún así, el pasado viernes, Brady tras haber hablado varias veces con Trump, indicó que los legisladores sopesan ahora incrementar las contribuciones hasta los 20.000 dólares anuales, aunque no se ha determinado si esta propuesta sería permanente o si implicará ajustes.