Bolsa, mercados y cotizaciones
En qué planes de pensiones merece la pena pagar la comisión más alta
Cristina García, Ana Palomares
Algunos de los más rentables en la última década cobran una comisión de gestión superior al 1,25%, el nuevo tope que ha fijado el Gobierno para impulsar el ahorro para la jubilación
La pensión pública de hoy será muy distinta a la del futuro. El modelo actual tal y como lo conocemos, en el que la pensión pública cubre como media el 82 por ciento, no es sostenible si se tiene en cuenta el aumento de la esperanza de vida, que va en aumento, y la tasa de natalidad, que no deja de caer. Eso implicará que cada vez habrá más jubilados y menos gente en edad de trabajar. De ahí que los profesionales financieros insistan en la necesidad de fomentar el ahorro finalista mediante planes de pensiones privados, algo que no termina de calar en la mente de los españoles. Ahora, en un nuevo intento por incentivar su uso, el Gobierno ha lanzado un proyecto de Real Decreto en el que, otra vez, contempla bajar las comisiones de gestión máxima que cobran estos productos, del 1,5 al 1,25 por ciento, como ya hizo en 2014, que penaliza injustamente a quienes son capaces de hacerlo mejor y, por lo tanto, pueden cobrar más.
La medida afectará a cerca de 711 planes de pensiones que, en la actualidad, según los datos de Morningstar, soportan más de un 1,25 por ciento en ese concepto o, lo que es lo mismo, al 58 por ciento del total. "El recorte de comisiones se produce porque es la única forma que hay para que se abaraten las comisiones de los planes de pensiones, ya que los bancos solo las han bajado siempre cuando les obliga el Gobierno. El de pensiones es un mercado muy poco competitivo y es la única manera que hay de que se consiga aumentar de alguna medida la competencia", señala Fernando Luque, editor senior de Morningstar.
Sin embargo, en algunos de estos productos el mayor aliciente para un partícipe a la hora de elegirlo no es que sus comisiones sean más o menos altas, sino las rentabilidades que obtienen a largo plazo que muchas veces hace, que merezca la pena romper la hucha.
Un extra de rentabilidad
Por poner solo un ejemplo, mientras el conjunto de planes de pensiones de renta variable logra retornos anualizados del 1,79 por ciento a diez años, según Inverco, algunos triplican con creces esa cifra y suben más de un 6 por ciento al año en el mismo periodo. Sin embargo, será este tipo de productos los que se vean más afectados por la nueva rebaja de las comisiones que prepara el Gobierno. La razón es que su gestión cuesta más que la de otro tipo de planes de pensiones, como los de renta fija, y por ello aplican peajes más altos. Esto ha generado una crítica en la industria, que cree que el límite debería ser en función de la política de inversión.
Se ve, por ejemplo, en que cuatro de los cinco planes de renta variable más rentables de la última década cobra más de un 1,25 por ciento y, en cambio, son los que han dado más alegrías a los partícipes estos años, con retornos que van del 5,9 por ciento al 7,2 por ciento -ver gráfico-. Es por ello que los expertos, que tildan de positiva la medida, también creen que lo será "siempre que no afecte a la calidad de la gestión", en palabras de Javier Mallo, responsable de Legg Mason para España y Portugal.
Donde también se notará la rebaja es en los planes de renta variable mixta más rentables a 10 años en los que, ya de por sí, merecía la pena rascarse el bolsillo a pesar de que aplicasen peajes superiores al nuevo límite, como Caser Nuevas Oportunidades y Bestinver Ahorro, que ofrecen rentabilidades anualizadas del 5,25 y 4,95 por ciento, respectivamente, frente al 2,35 por ciento que de media ofrece esta categoría.
Los inversores que tengan en su cartera alguno de los planes de renta fija mixta o renta fija a largo plazo que mejor se comportan en los diez últimos años no notarán una rebaja en los gastos de gestión, porque ya están por debajo del 1,25 por ciento. Los que sí lo percibirán serán los partícipes de los planes Ibercaja Pensiones y CEP-1, de deuda a corto plazo.
¿Será útil?
La decisión del Gobierno de limitar el tope de comisiones en los planes de pensiones y, sobre todo, la confirmación de que a partir de 2025 se podrán rescatar sin límite las aportaciones con más de diez años de antigüedad, persigue fomentar la inversión en planes de pensiones en un momento en el que el sector no atraviesa uno de sus mejores momentos. De hecho, en los últimos años las aportaciones a estos productos han ido menguando considerablemente hasta el punto de que, según los datos de la Dirección General de Seguros, en 2016 el 67 por ciento de los partícipes reconoció no haber invertido ni un euro en su plan de pensiones.
"Creo que es una noticia positiva pero habría que haberla limitado en función del tipo de plan de pensiones porque no tendrá tanto impacto en los planes de renta fija, donde el 1,25 por ciento de comisión sigue siendo elevado teniendo en cuenta dónde están los tipos de interés. Sí supone una gran rebaja para los mixtos más agresivos y los de renta variable", apunta Fernando Luque, editor en España de Morningstar. De hecho, ya hay quien considera que el hecho de que el tope de comisiones no se realice en función del activo donde invierte el plan puede provocar que las distribuidoras acaben fomentando más la contratación de productos de renta fija por dejar estos mejores márgenes. "No entiendo que la única manera de conseguir que los planes sean más rentables sea la de abaratar la comisión ya que la mayoría de los fondos más rentables invierten en bolsa. Teniendo en cuenta que es más caro gestionar un plan de bolsa que uno de renta fija no es descartable que los bancos respondan incentivando la contratación de productos de renta fija ya que les van a dejar más márgenes", apuntan desde una gestora. Una opción, la de la renta fija, que ha sido muy rentable en el pasado al calor de las políticas acomodaticias de los bancos centrales pero que en un contexto de normalización de tipos puede acarrear muchos sustos para quien tenga un plan de renta fija en cartera.
Además, hay muchas dudas de que el hecho de que los planes de pensiones vayan a ser más baratos implique que aumente su contratación. Sobre todo teniendo en cuenta que, según un informe de ING, el 37 por ciento de los españoles que tienen plan de pensiones no sabe ni siquiera que tienen comisiones. Además, el 30 por ciento cree que no tienen ventajas fiscales y el 25 por ciento considera que todos tienen una rentabilidad garantizada.
Otras posibilidades
Ante estos datos surge la gran pregunta de qué medidas se podrían llevar a cabo para fomentar que al menos ese 43 por ciento de los españoles que, según un estudio de Mapfre, es partidario de destinar un porcentaje de su sueldo, termine haciéndolo. Quizá lo primero que podría ayudar a ello es que los españoles sepan de antemano cuánta pensión pública recibirán en el momento en que se jubilen. A este respecto, el Ministerio de Empleo se comprometió a mandar una carta a partir de 2015 a los mayores de 50 años con esta información y a partir de 2016 a todos los trabajadores pero de momento ni unos ni otros han recibido dicha carta de la que Sebastián Velasco, director en España de Fidelity considera que tiene "un valor infinito para que los trabajadores se den cuenta de lo necesario que es el ahorro previsión". Otra de las grandes peticiones del sector es que se cambie la fiscalidad de los planes de pensiones en el momento del rescate diferenciándose entre la parte del capital que viene de las rentas y la parte correspondiente a rentas del trabajo. Y la tercera petición que más repiten es la de fomentar los planes de empleo, incluso obligando por ley a los trabajadores a realizar aportaciones a los mismos, como ya sucede en Reino Unido o Suecia.
Sin embargo, y aunque éstas sean peticiones que se han repetido los últimos años, las únicas medidas que se han llevado a cabo desde el Gobierno, además de las que han anunciado esta semana, son la de rebajar los límites a las aportaciones a pensiones de 10.000 euros anuales a 8.000 euros anuales y cambiar el cálculo de las pensiones públicas introduciendo el factor de la sostenibilidad. Algo que repercute positivamente en la sostenibilidad del mismo pero que no implica que vaya a ser suficiente como para permitir a los trabajadores mantener su calidad de vida una vez se jubilen. De hecho, según la IV Encuesta del Instituto BBVA Pensiones, el 55 por ciento de los trabajadores cree que su pensión será insuficiente para vivir cuando se jubilen y pese a ello la cifra de los españoles no ha empezado a ahorrar para su jubilación es del 68 por ciento, según las cifras que arroja esta misma encuesta.