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El tope de comisión limita la inversión de planes de pensiones en fondos

  • Solo el 1% invierte todo su patrimonio en IIC; en fondos, el 18%
<i>Foto: Archivo</i>

Ana Palomares

Los planes de pensiones han sido el objetivo en los últimos años de no pocas regulaciones. Entre ellas se encuentran la de limitar las aportaciones máximas hasta los 8.000 euros anuales, la de rebajar sus comisiones máximas de gestión del 2 al 1,5% o la de permitir los rescates parciales para aquellas aportaciones que superen los 10 años de antigüedad. Sin embargo, se han dado pocos pasos, o ninguno, por conseguir que inviertan de una manera más flexible o, al menos, más similar a la que tienen sus primos hermanos, los fondos de inversión.

Una de las reivindicaciones que más repiten en la industria es la de que se permita que los planes de pensiones puedan exceder esos límites de comisiones, máxime ahora que han quedado topadas al 1,5% del total, para ganar flexibilidad a la hora de invertir, siempre informando de antemano a sus partícipes. No en vano, esta limitación es lo que explica que hoy en día sean pocos los "planes de fondos", planes de pensiones que inviertan solo en fondos de inversión. En concreto, aunque los planes de pensiones invierten un 19% de su cartera en IIC, solo el 1% de los planes invierte solo a través de fondos, frente al 18% de los fondos que así lo hacen, según los datos de Morningstar. Y los pocos que lo hacen optan mayoritariamente por productos de gestión pasiva en detrimento de los activos, ya que tienen comisiones muy inferiores.

"En los fondos de pensiones apenas se puede invertir en productos de terceros porque la suma de comisiones no puede superar la comisión total máxima por aquello de evitar una cascada de comisiones", afirma Raquel Blázquez, responsable de gestión de la división de banca privada de Ibercaja. Más teniendo en cuenta que, como explica Victoria Torre, directora de producto en Self Bank, "en España, tradicionalmente la comisión de gestión de los fondos ha sido alta, por lo que la selección de fondos españoles en una cartera de planes puede resultar perjudicial para el inversor". De hecho, según explica David Sánchez, de Andbank, esas altas comisiones de los fondos "dejarían con poco margen a las gestoras de pensiones y por ello hay pocos productos y los que lo hacen apuestan por ETFs, con comisiones muy inferiores a las de los fondos".

Además, hay otra razón por la que apenas hay planes de fondos en el mercado español: los límites de inversión que tienen estos productos. "Esta bajas comisiones, unido a que hay un tope de inversión de 8.000 euros, impide que muchos planes alcancen un volumen adecuado que les permita diversificar bien su patrimonio sin que suponga un gran aumento de costes", afirma Mar Barrero, analista financiera de Profim. Una diversificación que es ahora más necesaria que nunca ya que el contexto de tipos al 0 % exige ideas cada vez más creativas para maximizar una inversión que siempre es a largo plazo.

Poca diversificación

Esa es la tendencia que se está viendo entre los grandes fondos de pensiones del mundo. Así, según los datos de la consultora Towers Watson, los grandes fondos de pensiones del mundo ya invierten en activos alternativos (se incluyen estrategias que no tienen que tener liquidez diaria como hedge funds, infraestructuras e inmobiliario) un 24% de su patrimonio, el doble que en el año 2003, y una cifra muy superior al 6 % que destina España a este tipo de activos, según los datos que recoge Axa IM. En nuestro país, sin embargo, los planes de pensiones siguen pecando de ser demasiado conservadores ya que, aunque la inversión en renta fija tienda a la baja, los fondos de pensiones siguen invirtiendo la mayor parte de su patrimonio en activos en deuda, un 54% en 2016, según la DGS, y la mayor parte de ella, española.

Este conservadurismo a la hora de invertir está detrás de que muchos de ellos acumulen pobres rentabilidades ya que, aunque los planes individuales en el último año se anoten de media un 4,93%, solo un 60% consigue rentabilidades positivas en este periodo. Esto y su escasa liquidez (solo se permiten los rescates en caso de jubilación, desempleo de larga duración, discapacidad o en aportaciones con 10 años de antigüedad) explica el estancamiento que han tenido las aportaciones a estos productos en los últimos años. De hecho, esa ausencia de flujos es una de las causas que explican que el patrimonio en planes de pensiones lleve años estancado en el entorno de los 100.000 millones de euros, además de que cada vez son menos los partícipes con los que cuentan estos productos. Al cierre de 2016 (últimos datos que facilita la DGS), estos eran 9,8 millones, frente a los 9,9 de 2016, lo que supone el sexto año consecutivo de caídas. Datos que contrastan con el aumento de inversores que se ha visto en otros productos de ahorro como los fondos de inversión o los seguros de ahorro.