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Morgan Stanley, el 'cuidador' de Gestamp, la deja sin potencial


    Laura de la Quintana

    Gestamp ha recibido las primeras recomendaciones desde su salida a bolsa hace poco más de un mes, el pasado 7 de abril, coincidiendo con el final del periodo denominado blackout, en el que las firmas de inversión no pueden publicar sus opiniones. Hasta cinco casas de análisis se pronunciaron ayer sobre el fabricante vasco de automóviles. Los brókeres, mayoritariamente positivos con el valor, conceden a Gestamp un potencial de revalorización del 16%, en base a un precio objetivo medio de 6,77 euros por acción (ver gráfico).

    Tras un mal arranque sobre el parqué, Gestamp ha logrado recuperar el precio de su salida a bolsa (5,6 euros, estrenándose en el rango bajo de valoración) y sube cerca del 3,5% desde el debut. Morgan Stanley, cuidador del valor durante el periodo de green shoe, que tuvo que ejercer precipitadamente buena parte de su derecho de compra en los primeros días de negociación, cuando las ventas se extendieron en sus títulos, considera que no tiene más recorrido al alza, al hablar de un precio de 5,7 euros a doce meses vista.

    La firma estadounidense identifica básicamente cuatro riesgos que se derivan todos del elevado nivel de inversiones de Gestamp. "Estimamos un capex del 8,5/9% de las ventas de la compañía hasta 2020", por encima de sus comparables, pero que no se traduce, dice también JP Morgan, en un aumento de las ganancias. El denominado ROIC, el retorno que genera para una compañía el capital invertido, se ha situado sobre el 10% en los últimos años (de cada 10 euros que invierte sólo recupera 1 ya que muchas de las fábricas están en fase de construcción), "al nivel más bajo respecto a sus comparables", explican desde Morgan Stanley, que reconocen ser menos optimistas que el resto, porque para ellos "el ciclo del sector podría estar tocando techo", más aún para una compañía muy endeudada. Su deuda será 1,8 veces el beneficio bruto de la compañía este año y también en 2018, "frente a sus comparables donde, de media, está en las 0,5 veces ebitda".

    Gestamp tampoco se escapa a la incertidumbre que plantea México. "De las 20 nuevas plantas que tiene planeadas, cinco están allí", afirma UBS, que entiende que la Administración Trump podría ser un palo en la rueda del crecimiento del grupo.

    Compañía de crecimiento

    Más allá de los riesgos que plantea, todos los analistas están de acuerdo en que las cifras de Gestamp seguirán creciendo, acorde con el sector, los próximos años. JP Morgan calcula que su facturación aumentará un 29% en el trienio, hasta los 9.750 millones en 2019, al tiempo que el margen/ebitda crecerá 100 puntos básicos hasta el 12,1% en tres años. Sus expertos son los más optimistas respecto a su potencial. Apuestan por sobreponderar los títulos de la compañía con un precio objetivo de hasta 7,5 euros, un 30% por encima.

    "Pensamos que cotiza ya con un descuento del 15% respecto a sus pares europeos, algo que está totalmente injustificado", dicen desde UBS, que hablan de comprar y de un precio objetivo de 6,8 euros. En su opinión, "lo que está ya puesto en precio es un crecimiento del 5% sin expansión de márgenes" y sus previsiones son mucho más optimistas. "El propio guidance de la compañía habla de un crecimiento anual de sus ventas del 9%", sostienen.

    Deutsche Bank también se inclina por aconsejar comprar títulos de Gestamp, con un precio estimado a doce meses vista de 6,7 euros; mientras que Exane BNP Paribas se posiciona neutral, bajo la premisa de que la acción alcanzará los 6,1 euros.