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El retraso en la agenda política de Trump frena la recompra de acciones en Wall Street

  • Goldman baja inversión en títulos propios por retrasarse la reforma fiscal

Carlos Simón García, José Luis de Haro

Poco más de dos meses después de que Donald Trump tomara posesión oficialmente del cargo de Presidente de Estados Unidos, todavía existe una gran incertidumbre con respecto a si va a poder cumplir, o no, sus promesas electorales.

Más allá de las directivas dirigidas a frenar la inmigración, todavía no ha dado ningún paso en su programa económico. Los legisladores no tienen previsto ponerse manos a la obra con la bajada de impuestos hasta que se derogue y reemplace el Obamacare, un proceso que se postula más complicado de lo previsto. La administración Trump hablaba de tener un proyecto de ley sobre la mesa antes de agosto, pero en estos momentos el consenso no considera que esto ocurra hasta finales de este año o comienzos del que viene. De ahí, que Goldman haya rebajado sus perspectivas sobre recompras de acciones este año en EEUU.

Pero incluso si la reforma tributaria llegase a materializarse en los próximos meses y se obligara a las multinacionales a repatriar parte de los 1,2 billones en beneficios fuera del alcance del Tío Sam, el auge en las recompras no estaría garantizado. Savita Subramanian, estratega jefe de Bank of America Merrill Lynch, aclara en un análisis que si la mitad del dinero repatriado se destinase a recompras de acciones, el beneficio por acción del S&P 500 crecería un 3%, aproximadamente 4 dólares más.

En este sentido, la demora del Ejecutivo norteamericano en aplicar medidas concretas puede hacer que se retrasen, o incluso se reduzcan, las recompras de acciones previstas en el mercado americano, según explica Goldman Sachs. "En 2016, la demanda de acciones fue impulsada, sobre todo, por las compañías, que compraron títulos propios por un valor total de 584.000 millones de dólares" -según calcula el banco de inversión-, la segunda mayor cifra anual después de los casi 630.000 millones de dólares utilizados para estas adquisiciones en el año 2007, según datos históricos de Bloomberg -ver gráfico-.

Dicho esto, la tendencia a la baja desde comienzos del año pasado hace pensar que, quizás, muchas entidades no se planteen aumentar sus planes de recompra. "En lo que va de año los precios del S&P 500 han subido un 6% de media, mientras que desde el inicio de 2016 acumulan una revalorización del 19%, lo que significa que el gasto será mayor para evitar una dilución de beneficio por acción" avisa Howard Silverblatt, analista de S&P Dow Jones.

Se reduce el optimismo

Así, las previsiones que manejaba Goldman Sachs a comienzos de año apuntaban a un total de 800.000 millones de dólares en estas operativas. Ahora, este optimismo se ha frenado hasta los 700.000 millones y, aunque de cumplirse seguiría siendo la mayor cifra de la historia, las estimaciones del banco de inversión en cuanto a demanda neta de acciones (compras y ventas agregadas) se reducirían en 9.000 millones con respecto a 2016 hasta los 200.000 millones de dólares.

Otras gestoras, como Natixis Global Asset Management, también hablaban de un récord en 2017. "La combinación de una rebaja en el impuesto de sociedades y una repatriación de beneficios en el extranjero ha reavivado las proyecciones", indicaban sus expertos en un informe a comienzos de año.

Una caída en las recompras, "podría hacer que Wall Street corrigiera los últimos avances a corto plazo", explica Martyn Hole, especialista de Inversiones de Capital Group, en una entrevista concedida a la revista de elEconomista Inversión a Fondo. "Una de las cosas que han apoyado el rally de EEUU han sido las recompras de acciones. Si esa tasa de recompra de acciones cae sería una mala noticia para el mercado porque guarda una correlación muy alta con el negocio de acciones", concluye el experto.