Bolsa, mercados y cotizaciones
Las tres propuestas de Inverco para no dar la espalda al problema de las pensiones
- Ya es la región con más cobertura pública de los países de la OCDE
- Plantea establecer un sistema privado voluntario, como en Reino Unido
Arantxa Rubio
La insostenibilidad del sistema de pensiones en España es evidente. El cada vez más tardío envejecimiento de la población, unido a un sistema laboral con más temporalidad y salarios precarios, ha provocado un desequilibro en el sistema que provocará, según las estimaciones de la OCDE, que en el año 2060 un jubilado no cobre como pensión ni siquiera la mitad de su último salario cotizado.
El problema de España es que el sistema está absorbido únicamente por la pensión pública. Según los datos de Inverco, es la región de la OCDE con la mayor tasa de sustitución (porcentaje que cobra el jubilado español sobre su último salario cotizado) absorbida solo por el Estado (82,1%). Mientras, 12 de los 33 miembros tienen un sistema de pensiones privado obligatorio y 7 cuentan con uno voluntario.
La escasez de ahorro para la jubilación, además, se refleja en un dato: España tendría que cuadruplicar su ahorro en pensiones para situarse en la media de los países de la OCDE. En estos últimos el patrimonio en fondos de pensiones supone, de media, el 36,6% de su PIB, mientras que en España solo es el 9,6%, cuatro veces menos. En nuestro país, además, solo el 21% de los partícipes tienen menos de 40 años.
Y por si esto fuera poco, a lo anterior se une otro hecho: la hucha de las pensiones está a punto de vaciarse.
La soluciones
Para abordar el problema de las pensiones en nuestro país, la Fundación Inverco ha redactado tres propuestas:
1. Traspaso progresivo de las pensiones no laborales, es decir, las de viudedad y orfandad, a los Presupuestos Generales del Estado. Una medida con la que, según sus cálculos, el sistema de pensiones volvería a entrar en superávit hasta el año 2038. No obstante, aunque esta medida resolvería el problema durante unos 20 años, "lo ideal es que se garantice un equilibrio en el sistema a largo plazo", advierte Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco. Por eso aboga por implantar más medidas.
2. La segunda de ellas sería introducir las cuentas nocionales en el sistema público de reparto: ampliar la base de cálculo de la pensión a toda la vida laboral y no solo de los últimos 20 años cotizados (una cifra que va en aumento tras la última reforma de pensiones de 2011 y que en 2022 será de 25 años cotizados) ; establecer un equilibrio intergeneracional; o informar al trabajador sobre la pensión futura estimada, como a están haciendo otros 10 países de la Unión Europea. De esta última propuesta se ha hablado mucho en los últimos años en España. Y es que fue aprobada por un Real Decreto pero que nunca ha llegado a ver la luz. Inverco aconseja, eso sí, implantar un periodo transitorio para la puesta en marcha de estas medidas como ya han hecho países como Suecia, Italia o Polonia.
3. La última idea es instaurar un sistema de capitalización por defecto en las empresas (llamado técnicamente como soft compulsion) siguiendo el ejemplo de otros países que lo han implantado recientemente, como Reino Unido. Un sistema con el que la empresa aportaría un 2% del salario (a deducir de las cotizaciones) y el trabajador aportaría otro 2% (aunque vendría establecido por defecto no sería obligatorio, sino voluntario). Y aunque no se especifica a qué productos debería ir este dinero, proporcionaría un mínimo de 5 puntos adicionales de la cobertura para la pensión.
"Es la primera vez que se aborda esta regulación", asegura Aldama, "habrá posicionamientos, políticos pero en otros países se ha llegado a acuerdos", zanja.
El mix de propuestas es una mezcla de los modelos que ya han seguido en otros países como Suecia o Reino Unido. En este último, donde está en fase de desarrollo, ya se han unido más de 450.000 empresas 6 millones de trabajadores.