Bolsa, mercados y cotizaciones

Los fondos elevarán 0,25 puntos su rentabilidad con el préstamo de valores

  • El partícipe lo recibirá por lo que obtendrán las gestoras por prestar acciones
  • La normativa, que nos igualará con Europa, entrará en vigor en 2017

Isabel Blanco, Cristina García

Los fondos de inversión domiciliados en España van a disponer de una nueva forma de rentabilizar sus carteras. La industria espera que a lo largo de este año los fondos puedan entrar en el negocio del préstamo de valores, una parcela que hasta ahora tenían vetada y que permitirá obtener un rendimiento adicional a los partícipes.

Estas ganancias variarán en función de cómo el fondo saque partido del alquiler de los valores que tenga en cartera, pero fuentes de la industria consultadas estiman que el partícipe podrá obtener un plus de en torno a 25 puntos básicos de rentabilidad.

El préstamo de valores, que comenzó como una práctica informal entre brókers, es actualmente una operación regulada en la que un tenedor de acciones presta títulos a un tercero a cambio de un alquiler. Se trata de un negocio con gran relevancia en Europa, y los fondos españoles quedan al margen. Esta diferencia provoca que "por el mero hecho de que un fondo de Luxemburgo pueda prestar títulos, ya obtenga una rentabilidad adicional respecto a un producto idéntico en España", apunta un experto del sector que prefiere no ser citado.

Por tanto, lo que, a priori, parece un negocio más para la entidad, realmente favorece a los inversores. Así lo aclara Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco: "No habrá gestoras beneficiadas por el préstamo de valores, sino partícipes de gestoras beneficiadas".

Precisamente uno de los impulsores de este cambio ha sido Inverco, la patronal de Instituciones de Inversión Colectiva en España, que en 2016 mandó una propuesta al Ministerio de Economía para retomar un Proyecto de Orden Ministerial que se frenó en 2008. En esta iniciativa, Inverco calculaba que el 60% de la composición de las carteras de fondos es susceptible de préstamo. Según indican diversas fuentes consultadas, 2017 podría ser el año en el que esto sea una realidad, pese a que existe un atasco normativo tras los meses sin Gobierno.

Aportan liquidez

El momento es el idóneo. Desde Cecabank explican que, en el contexto actual, el préstamo de valores "cobra más relevancia" por dos razones. La primera, la económica, al suponer una rentabilidad adicional para el fondo. Y, la segunda, funcional, porque el hecho de que uno de los grandes tenedores de títulos de la bolsa española pueda prestar hará que el mercado sea más eficiente, evitando operaciones fallidas.

Una de las finalidades, quizá la más conocida, por las que se piden prestados títulos es posicionarse en corto. Pero el préstamo de valores tiene muchas más utilidades. Y con la reforma del mercado de valores, en el que se ha transformado la forma de liquidar las operaciones, los fondos de inversión tendrán un papel fundamental si se les permite esta práctica. El préstamo de valores se ha convertido en una herramienta fundamental en la liquidación. Imagine que un bróker vende acciones que ha comprado y a la hora de entregarlas todavía no las ha recibido. Este retraso provocaría un fallido que se evitaría si toma prestados títulos. Y, ahora que España ha cambiado su modelo para adaptarse a Europa, las operaciones fallidas serán más habituales, como en el resto de países.

Para hacerse una idea del papel de los fondos, el 45% del volumen mundial de activos cedidos en préstamo corresponde a fondos de inversión y de pensiones.

Un reclamo del pasado

Esta propuesta se remonta a 2008, cuando se aprobó un Proyecto de Orden Ministerial sobre el préstamo de valores que al final no llegó a buen puerto debido a la complicada situación que atravesaban entonces los mercados financieros tras el estallido de la burbuja de las hipotecas basura en Estados Unidos.

Ahora, nueve años después, y con "la norma muy avanzada desde el punto de vista técnico", como aseguran fuentes de la industria, podrían introducirse cambios en cuanto a su aplicación respecto a 2008. Una de las reglas que establecía la orden redactada aquel año era que una institución no podía prestar más del 75% de su patrimonio en ningún momento "exigiendo adicionalmente que el volumen de los valores prestados no comprometiese el cumplimiento de la política de inversión establecida en el folleto, ni la capacidad de la institución de atender las solicitudes de reembolso".

Fijaba, a su vez, el límite máximo de valores prestados a una misma contrapartida en el 35%. Según ha podido saber elEconomista, la nueva normativa que estaría preparando el Ministerio de Economía no manejaría límites cuantitativos, sino cualitativos marcados desde la Autoridad Europea del Mercado de Valores, que atenderían a criterios tales como el histórico de reembolsos, sus suscripciones o su liquidez. "Obligará a la gestora a ser tan estricta o más que poniendo un tope", explican estas mismas fuentes. De aprobarse esta norma, "debería quedar muy claro para el partícipe que el fondo puede hacerlo, tanto en su folleto, reglamento y KIID", opina José María Luna, director de análisis y estrategia de Profim.

La inversión colectiva, una de las dueñas de la bolsa española

Aunque han reducido su peso en la bolsa española durante los últimos años, las instituciones de inversión colectiva (que engloba a los fondos de inversión, pensiones y sicavs) mantuvieron una posición en renta variable nacional del 7,9% a cierre de 2015 -en ese dato también se incluye el porcentaje de bolsa que tienen los seguros y otras compañías financieras no bancarias-. En el caso de los fondos de inversión españoles, de acuerdo con datos de la CNMV a cierre de 2015, la cartera de acciones españolas cotizadas superaba los 8.750 millones de euros (lejos aún de los 14.000 millones de euros alcanzados en 2006). A día de hoy, entre los fondos domiciliados en España, el que maneja mayor patrimonio es Santander Acciones Españolas, gestionado por José Antonio Montero Espinosa, con 884 millones de euros bajo gestión según los últimos datos disponibles en Morningstar y casi 7.000 partícipes (ver gráfico). Por detrás se sitúa EDM Inversión R, un fondo con una filosofía de valor, que atesora 472 millones de euros.