Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Dejará de ser la bolsa europea la gran decepción este año?
Vicente Varó
La bolsa europea está barata. Tanto en términos históricos, como comparada con otras opciones de inversión. En esto hay bastante consenso en mercado. Ha sido uno de los patitos feo del mercado en los últimos años y sólo los principales fondos españoles de autor han conseguido obtener rentabilidades positivas durante este tiempo.
Los números confirman estos precios bajos. El indicador que se utiliza para comparar los niveles a los que se cotizan los beneficios, el PER, está muy por debajo del que registran EEUU o Japón, como también su rentabilidad por dividendo, que se sitúa cerca del 3,5%, muy por encima del mercado y, por supuesto, de los bonos. El debate por lo tanto no es éste, sino si Europa merece seguir más barata que el resto o no.
Hasta ahora, ha habido un buen motivo, como explican desde Lierde Sicav: "Los beneficios europeos son los que peor evolución registran a nivel global desde 2007, con una caída del 30% en la década. Es la razón fundamental para que coticen con descuentos cercanos a máximos frente a su tendencia", comentan en la carta mensual en su grupo en Finect, la red social de finanzas.
Hasta tal punto son extremos los datos, que ya no queda lejos la tremenda depresión que vivió Japón tras pincharse su burbuja: "Allí, después de 1989, los resultados empresariales tardaron 15 años en recuperar el pico anterior. Para evitar un escenario peor, Europa necesita registrar un crecimiento del 43% durante los próximos 5 años". ¿Lo conseguirá?
En Lierde creen que a la enésima irá la vencida: "Finalmente parece que este año tendremos crecimiento de beneficios en Europa, que según el consenso actual podría llegar a tasas de doble dígito (alrededor del 10%)", cuentan sus gestores Juan Uguet de Resayre y Carlos Val Carreres.
También se muestra confiado Beltrán de la Lastra, presidente y director de inversiones de Bestinver: "En Europa hay una capacidad de recuperación de beneficios muy significativa en varias áreas", dice. Reconoce que los últimos años, "en su conjunto, los beneficios empresariales han seguido dando una mala noticia detrás de otra", pero destaca destaca que "el crecimiento mundial está ahora mucho más sincronizado" y que "muchas compañías europeas están haciendo las cosas bien".
En Vontobel apuntan a "una recuperación en los beneficios que podría ser inminente". ¿Por qué? Lo explican en su grupo en Finect: "Entre los factores positivos destaca el repunte de la inflación, la aceleración del crecimiento económico global y la recuperación de los beneficios en sectores que se habían visto duramente castigados como bancos o títulos energéticos. A esto se suma que el euro está débil y que el BCE mantiene una postura extremadamente acomodaticia".
Eurozona, ¿la sorpresa del año?
En el lado negativo, la firma suiza entiende que "la incertidumbre política y la situación todavía débil de los beneficios" sigue llevando a los grandes inversores a seguir infraponderados en acciones europeas y de la eurozona en particular, pero creen que "el pesimismo desenfrenado podría constituir una señal de compra. Quizá la eurozona podría convertirse en la sorpresa de este año".
Y algunos gestores de más allá del continente también empiezan a considerar esta opción, como es el caso de la gestora canadiense BMO Global Asset Management, cuyo economista jefe Steven Bell cree que "2017 podría ser el año en que la renta variable europea despunte finalmente, dejando atrás un lustro de decepciones".
En Renta 4 Gestora, además, añaden otro punto a favor del activo: el potencial de movimientos corporativos, que también ha evolucionado a un ritmo menor que en otros mercados hasta la fecha.
Dentro de este optimismo, también hay quienes recomiendan mantener siempre los pies en el suelo si llegan estas subidas. Especialmente, si lo hacen de un modo excesivo por las distorsiones de las medidas de política monetaria extrema llevadas a cabo por el BCE. "Nos preocupa bastante la formación artificial en Europa de una burbuja en renta variable. Todos sabemos que la búsqueda desesperada de rentabilidad por parte de los ahorradores particulares y actores institucionales se ha convertido en el Santo Grial", explica Álvaro Cubero, gestor de Intermoney.
Aunque, hasta que no lleguemos ahí, ve oportunidades: "Este año es especialmente importante para el proyecto común Europeo, ya que se celebrarán elecciones en tres de las cinco economías más potentes de la Eurozona. Puede que este elevado componente político influya en el compartimento de las bolsas en periodos cortoplacistas, lo que generará ineficiencias de mercado aprovechables", señala.
¿Y no será mejor esperar a las elecciones para invertir? Cuenta Beltrán de la Lastra, de Bestinver, que en una reunión el año pasado un cliente le hizo la citada pregunta charlando sobre si entrar o no en bolsa española. "El problema es a qué elecciones esperar porque hay todos los años", respondió De La Lastra. Y lo cierto es que lo que ha pasado tras las elecciones en EEUU, Reino Unido y España le ha dado la razón.