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Los dividendos europeos se 'comen' un 88% del beneficio, el máximo de 2002

  • La caída del 19% en las previsiones de beneficio pone presión en los pagos

Carlos Jaramillo

Uno de los principales atractivos que tiene la renta variable europea para muchos inversores es la rentabilidad por dividendo que ofrece, sobre todo en comparación con los pírricos rendimientos que brinda el mercado de deuda a raíz del programa de compra de activos del Banco Central Europeo, lo que ha hecho que la brecha entre la rentabilidad de la retribución al accionista y la del bono se sitúe en zona de máximos históricos en Europa.

Sin embargo, no todo es positivo, ya que el nivel de esfuerzo que hacen las compañías para retribuir a sus accionistas se ha disparado. Según los datos de Bloomberg, las firmas del Stoxx 600 emplearán el 88% de sus beneficios de los próximos doce meses para abonar sus dividendos, lo que implica el nivel más alto desde el año 2002 y una subida de 13 puntos porcentuales frente al porcentaje de ganancias utilizado el pasado ejercicio. Esto no es algo que solo pase en Europa: según datos de Barclays, las recompras de acciones y los dividendos en EEUU han supuesto más del cien por cien del beneficio del S&P 500 en 2015 y esta circunstancia se repetirá en 2016. 

"Invertir en dividendos no es fácil, dados los elevados niveles de payout [porcentaje de ganancias necesario para pagar los dividendos], lo que se añade a unas perspectivas de ganancias difíciles, lo que trae a colación la cuestión de la sostenibilidad de los dividendos", explican desde Morgan Stanley. Además, las perspectivas de ganancias no ayudan: aunque la caída se ha frenado durante las últimas semanas, el principal problema que afronta el Viejo Continente es la debilidad de sus ganancias. Y es que durante los últimos doce meses las perspectivas de beneficio de las compañías que componen el Stoxx 600 han retrocedido un 19%, hasta los 528.000 millones esperados. 

La energía y la banca 

Así, adquiere especial relevancia saber cuáles son los valores que ofrecen una remuneración no solo atractiva, también sostenible; y conocer cuáles son los sectores de los que huir. En este sentido, los analistas apuntan a los peligros que afrontan el financiero y el energético.  

"No hay ninguna razón para que los inversores tengan pánico. Sólo tienen que adoptar un enfoque muy selectivo, sobre todo cuando se trata del sector financiero", reflexiona Christopher Dembik, economista de Saxo Bank, al tiempo que recuerda que "se espera un bajo dividendo, sobre todo, en el sector de la energía debido a los bajos precios del petróleo que están lastrando las ganancias". 

Según los cálculos de UBS, los sectores con mayor probabilidad media de un recorte del dividendo dentro de sus empresas son el energético y el financiero, con un 28,8% y un 26,8%, respectivamente. Además, también son los dos segmentos en los que se prevé una mayor caída de la retribución en los próximos doce meses. Así, se espera que los pagos de las energéticas disminuyan un 8% y que los de las financieras retrocedan un 5%. En esta misma línea, Alejandro Núñez, de XTB, considera que "aquellos sectores ligados a ciclos económicos son los más castigados y recuerda que las financieras y, sobre todo, las energéticas son, junto a las utilities, las firmas que tienen un payout más elevado".  

En el caso del sector bancario, sus dividendos ofrecen una rentabilidad cercana al 5%, uno de los niveles más altos desde 2012, pero los analistas ven un riesgo en algunas de estas entidades ante la presión que viven debido al entorno de tipos cero que presiona el negocio tradicional y por la revolución que está viviendo el sector.  

Felipe López Gálvez, de Self Bank, recuerda que los niveles de rentabilidad que ofrecen los grandes bancos del Viejo Continente "son poco habituales" y cree que "podría ser uno de los primeros sectores en ajustar dividendos". Por su parte, Dembik considera que "muchas empresas financieras pueden sentirse inclinadas a disminuir el pago con el fin de centrarse más en los resultados consolidados, especialmente en Italia", si bien recuerda que "esta tendencia no va a afectar a todos los actores bancarios".

En el caso de los bancos españoles, los expertos no creen que pueda haber problemas en los pagos -Popular, el más presionado, ya ha suspendido su dividendo en efectivo, que recuperará en 2018-, si bien es cierto que solo Bankia y Bankinter abonan sus pagos íntegramente en dinero.    

Aunque desde que el crudo marcó mínimos de 13 años se ha recuperado notablemente, el sector energético aún sufre la fuerte caída del oro negro, desde que en junio de 2014 se situaba en los 115 dólares -el miércoles cotizaba en torno a los 52-, lo que ha puesto en peligro los dividendos de estas empresas. En el caso español, Repsol tuvo que recortar sus pagos un 20% debido a la presión de las agencias de rating, a pesar de que retribuye en scrip.