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La Reserva Federal estadounidense echa la soga al cuello al bono americano



    La rentabilidad del 'papel' estadounidense a 10 años se ha disparado desde mínimos del 1,36% al 1,7%, lo que ha provocado pérdidas para el inversor del 3%, si bien aún queda alejado de los rendimientos en los que comenzó el año, en el 2,27%. Los expertos no esperan movimientos bruscos, pero una subida 'sorpresa' de la Fed podría alterar a los inversores

    Desde que el bono americano tocó sus mínimos históricos al caer su rentabilidad hasta el 1,36 por ciento, el T-Note ya ha dado un susto a los inversores. En concreto, con la escalada de su rendimiento hasta la zona del 1,7 por ciento, ha provocado pérdidas del 3 por ciento, si bien aún se queda lejos del 2,27 por ciento en que comenzó 2016. Ahora, la amenaza más próxima para la deuda estadounidense viene de la Reserva Federal.

    Si los bancos centrales de todo el mundo han encumbrado a la deuda soberana como el activo estrella, ahora la decisión de la Fed de subir tipos puede estrangular a los inversores. El mercado está dando por descontado que la segunda subida del precio del dinero no llegará hasta el mes de diciembre -solo da un 20 por ciento de probabilidades a que la anuncie el miércoles-, por lo que un movimiento sorpresa por parte de la Reserva Federal podría poner camino del patíbulo a los tenedores de deuda americana.

    Desde Goldman Sachs han rebajado su recomendación sobre la deuda soberana a infraponderar en un horizonte de tres meses. Según recoge Bloomberg, desde el banco explican que "mientras la volatilidad de las tasas puede subir en el corto plazo, esperamos la mayor presión en la parte trasera de la curva y un afianzamiento en la parte delantera [el papel a más largo plazo] debido a los bancos centrales la próxima semana".

    Por su parte, el director del equipo de renta fija de UniCredit, Michael Rottmann, explica que los bonos con vencimientos de hasta dos años "estarían más expuestos, ya que sería una fuerte sorpresa" y considera que los rendimientos en el papel a más largo plazo "podría ver subidas en sus rentabilidad, pero es probable que la extensión de las mismas fuese más limitada".

    Hasta dónde

    A pesar de que las rentabilidades de la deuda americana no han alcanzado niveles negativos como en la eurozona o Japón, algunos analistas consideran que se encuentran en una zona peligrosa. "El inversor en bonos americanos hará bien en soltar papel pues los riesgos se han multiplicado hasta límites nunca vistos", asegura Lorenzo Serratosa, consejero delegado de Kau Markest EAFI.

    Tom Murphy y Tim Doubek, analistas crediticios en Columbia Threadneedle, recuerdan que "hay unos flujos inmensos viniendo desde Asia y Europa que intentan escapar de los tipos negativos", por lo que "no vemos cómo podría subir la rentabilidad hasta los niveles de principio de año en un periodo corto de tiempo".

    En este contexto, la última encuesta de Bloomberg refleja que el consenso espera que la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años acabe 2016 en el 1,7 por ciento y que en el último trimestre de 2017 se quede en el 2,2 por ciento, lo que implicaría pérdidas para el inversor -cuando sube el rendimiento baja el precio- del 4,5 por ciento.

    Mientras, desde Julius Baer consideran que "la Fed continúa señalando su determinación de subir los tipos, pero en realidad muestra una precaución extrema a la hora de actuar, por lo que creemos que rendimientos de entre el 1,7 y el 1,9 por ciento estarían justificados en este entorno", explican desde Julius Baer. Por su parte, José Lagarto, de Orey Financial, asegura que "una subida de tipos dará lugar a una caída de los precios".