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Qué 'telecos' se enchufan más a la televisión para conectar con el futuro
- La industria de las telecomunicaciones ha optado por entrar en el mundo de la televisión para diversificar. Ahora, las grandes del sector pelean por ganar cuota en un mercado con clientes más rentables.
Daniel Yebra, Víctor Blanco Moro
"Nuestro objetivo es tener la mejor oferta convergente, con televisión y el resto de servicios en una sola factura". El propósito concreto es de Vodafone y está recogido en su informe de resultados del 2015, pero podría ser de cualquiera de las otras grandes del sector. La apuesta de las principales telecos del mundo está encima de la mesa: un giro hacia los contenidos televisivos para integrarlos en la oferta clásica de telefonía e Internet. Los últimos movimientos corporativos así lo demuestran. La compra de DirecTV por parte de la gigante norteamericana AT&T o la adquisición de Digital+ por parte de Telefónica son buenos ejemplos.
El presidente de la teleco española ya lo tenía claro a principios del año pasado. César Alierta afirmó en la presentación de las cuentas de 2014 que la meta de la compañía era liderar el mercado de la televisión de pago en España y Latinoamérica, para lo que era fundamental comprar Digital+. "En el mundo van a quedar cuatro o cinco cadenas de televisión de pago. Hoy son todas en inglés, pero hay un mercado potencial de contenidos en español de 500 y 600 millones de habitantes", aseguró el presidente de Telefónica, que advirtió de que no se debía desaprovechar una oportunidad "histórica". No lo hizo: a mediados del ejercicio se hizo pública la operación por la que la que la teleco adquiría el servicio de televisión de Prisa.
"La tendencia del sector es incluir la televisión en su oferta", admite Andrés Bolumburu, analista de Banco Sabadell, quien considera que en este cambio de modelo -que busca encontrar crecimiento más de allá de un mercado de las telecomunicaciones demasiado maduro, en el que los servicios que prestan la mayor parte de las empresas están muy equilibrados-, Telefónica parte bien posicionada, "primero por Digital+ y segundo porque en España el despliegue de fibra está mucho más avanzado", lo que la concede "más potencial de crecimiento, al que hay añadir la compra de GVT en Brasil", donde también vende televisión.
La clave reside en la misma convergencia en la que incidía Vodafone y en la que se empaquetan las nuevas ofertas, a través de la cual las telecos intentan cumplir tres objetivos: "Fidelizar a los clientes y evitar la tasa de desconexión -reducir el número de altas y bajas de clientes-, conseguir un margen adicional al añadir la televisión a sus servicios y captar nuevos al ofrecer un producto diferencial", explica Javier Borrachero, experto en el sector, de Kepler Cheuvreux. El cliente de este tipo de paquetes que incluyen telefonía fija, móvil, Internet de banda ancha y televisión es "más interesante porque en la medida que las operadoras consiguen añadir más productos, aumentan la fidelidad del cliente y los ingresos que genera", coincide Andrés Bolumburu.
Los datos también respaldan esta estrategia. En el caso de Telefónica, mientras que los más de 8 millones de sus clientes en todo el mundo que tienen contratados servicios de televisión representan aproximadamente un 2,6% del total, los 1.000 millones de euros de ingresos que generan estos clientes en España -según el cálculo que realizan desde Kepler Cheuvreux- son un 8% del total de la cifra de negocio en el país. "Son clientes de más alto valor añadido", concluye Javier Borrachero.
Las más adelantadas
La compañía que consigue las cifras más abrumadoras es AT&T. El gigante estadounidense es la compañía más grande del sector por capitalización, superando los 215.000 millones de euros. Los casi 38 millones de clientes que se contabilizaron al final de 2015 en su negocio de entretenimiento audiovisual la colocan como la firma de telecomunicaciones con más susciptores del mercado; gracias a ello, el año pasado consiguió superar los 18.000 millones de euros en ingresos, un avance de casi el 200 por ciento frente a 2014, y que ha generado que el 13% de sus ingresos totales vengan por parte de la televisión, un porcentaje sólo superado por la europea BT Group. AT&T consigue estas sólidas cifras gracias a la adquisición de DirecTV, que se cerró en julio de 2015 por 49.000 millones de dólares, tras más de un año esperando el visto bueno de los reguladores. La teleco estadounidense consiguió así introducirse de lleno en el mercado de la televisión, haciendose con los más de 30 millones de clientes de DirecTV a golpe de talonario. Randall Stephenson, CEO de AT&T explicó entonces sobre la adquisición, que les permite "expandir significativamente el servicio de Internet en millones de nuevos hogares, lo que es un complemento perfecto para nuestra cobertura de televisión y telefonía en todo Estados Unidos". Este movimiento es uno de los mejores ejemplos de cómo se está reinventando la industria de la telecomunicación. "Ahora somos una empresa diferente, con negocios diversos que permiten alejarnos de la competencia", explicó Stephenson.
Verizon es la otra firma estadounidense que está metiendo la cabeza con éxito en el negocio del entretenimiento. En 2015 logró incrementar un 3,6% su base de clientes para televisión, hasta los 5,8 millones, casi un 5,2% de los más de 112 millones de usuarios enganchados a su red. FiOS Custom TV -así se denomina al servicio-, se adquiere por los estadounidenses a un precio que oscila entre los 55 y 90 dólares al mes. La compañía pretende introducir una novedad, en comparación con otros proveedores de estos servicios: la televisión personalizada. Se trata de ofrecer flexibilidad a los clientes a la hora de contratar el paquete de canales, de forma que pueden seleccionar y pagar sólo por aquellos que realmente les interesen.
BT Group es el líder en Europa
En Europa, no solo Telefónica está apostando fuerte por un cambio de modelo hacia uno en el que la mayoría de los ingresos provengan de ofertas convergentes que incluyen telefonía, Internet y televisión. De momento, la británca BT Group parte como la mejor posicionada en el giro que está protagonizando el sector. El 6% del total de los clientes de la segunda mayor teleco de Reino Unido por capitalización -solo superada por Vodafone- tiene contratado servicios de televisión. En 2014, estos usuarios ya suponían un 5,4% del total, por lo que el crecimiento es menor que en otras competidoras. Eso sí, BT Group es la teleco entre las grandes de las que hay datos -incluso en mayor medida que AT&T- para la que estos clientes pesan más en sus ingresos. El 6% de los usuarios de la británica con televisión generaron en 2015 el 19,5% de su cifra de negocio total, lo que pone de relieve el valor añadido que aportan los clientes que contratan los servicios de entretenimiento.
Para la alemana Deutsche Telekom, el 3,35% de clientes que paga por su servicio de televisión se tradujeron el año pasado en más de un 6% de sus ingresos totales en otra demostración de que "un suscriptor de televisión paga más", según recalca Andrés Bolumburu, de Banco Sabadell. Entre las telecos europeas es Vodafone la que más clientes de este tipo sumaba en 2015: 9,20 millones, un 2% de los 446 millones de personas que disfrutaban al cierre del ejercicio de algún servicio de la mayor compañía europea por capitalización del sector. Una cifra a la que se acerca Telefónica, que en 2015 alcanzó 8,3 millones de usuarios de televisión en todo el mundo, un 60% más de los que tenía en 2014, gracias a la adquisición de Digital+ en España y de GVT en Brasil. El fuerte crecimiento de sus clientes de televisión contrasta con el 2% que crecieron los usuarios de Telefónica en el mismo año. Un comportamiento similar al del resto rivales. Sobre todo, en el caso de Deutsche Telekom, para la que mientras sus clientes totales se redujeron un 8% en 2015, los de televisión crecieron un 10%.
Es revelador también el hecho de que la desinversión de la que esté pendiente desde hace meses Telefónica, la de O2 en Reino Unido, responda a la intención de deshacerse de una filial que solo vende productos de telefonía y que, a priori, no podría conformar una oferta convergente que permitiera a Telefónica competir con Vodafone o BT Group en suelo británico. "La operación se acabará aprobando", confía Andrés Bolumburu, quien recuerda que "la venta de O2, permitirá a Telefónica fortalecer su balance y un dividendo por acción en efectivo de 0,75 euros". También en Europa, el interés de la francesa Vivendi por comprar la televisión de pago de Mediaset atestigua la nueva estrategia adoptada por el sector. Una apuesta de la que otras compañías, como Orange, se están descolgando. En este caso concreto, la empresa está más centrada en otros negocios, como por ejemplo el del Internet de las cosas -conectar todo tipo de aparatos electrónicos a una red común-.
El sector se preocupa por retribuir
Las seis grandes empresas de telecomunicación que se analizan aquí son una opción atractiva para aquellos inversores interesados en los dividendos. Telefónica es quien repartirá en 2016 el porcentaje más elevado de las seis, siendo además el más grande de todo el EuroStoxx 50, según la opinión del consenso de mercado recogido por FactSet: si se cumplen las previsiones, repartirá un 7,52% de su capitalización. Vodafone ofrecerá la segunda retribución más atractiva, alcanzando un 5,25%. Tras ellas, los dividendos de las dos estadounidenses -AT&T y Verizon- serán los más elevados, rozando el 5% y el 4,3%, respectivamente. Por su parte, Deutsche Telekom y BT Group ofrecerán cerca de un 3,7% y 3,5%.
Las seis firmas reciben el consejo de mantener sus títulos por parte de los expertos, siendo Deutsche Telekom, AT&T y Vodafone las que rozan el consejo de comprar.