Bolsa, mercados y cotizaciones
Telepizza ampliará capital para bajar un 35% la deuda en la salida a bolsa
- Descarta tramo minorista y reducirá el pasivo neto de 250 a 160 millones
- Captará 400 millones, un 80% a través de una OPV y el 20% con OPS
- Sin descuento, alcanzará un valor en el mercado de unos mil millones
Javier Romera, María Domínguez
Telepizza necesita reducir su elevado nivel de endeudamiento para poder salir a bolsa. Esa es la advertencia que los asesores de la compañía han dado a sus accionistas para poder llevar a cabo la operación. En 2006 cuando Permira y la familia Ballvé excluyeron Telepizza de bolsa sus compromisos financieros con entidades de crédito eran de sólo 2,2 millones de euros y ahora se sitúan en 293,9 millones. La colocación en el mercado, con la que pretende captar alrededor de 400 millones de euros, se ha diseñado así no sólo mediante una OPV (Oferta Pública de Venta), sino también a través de una OPS (Oferta Pública de Suscripción).
El 80% se hará mediante la primera y el 20% restante con la segunda. Con la OPV se colocarán en el mercado las acciones de la compañía y con la OPS se emitirán títulos nuevos a través de una ampliación de capital, que implicará una dilución para los accionistas.
Fuentes próximas a la operación han confirmado a elEconomista que el objetivo es reducir los 250 millones de euros de deuda neta que tiene actualmente Telepizza hasta un nivel aproximado de 160 millones. Eso supondría una disminución del entorno del 35%. La operación irá dirigida solamente a inversores institucionales, sin tramo minorista.
La cadena de comida rápida cerró el último ejercicio con un ebitda (resultado bruto operativo) de 58 millones de euros. Si no se bajara el nivel de deuda, eso supondría que la compañía saldría a bolsa con una deuda sobre ebitda de más de cuatro veces y la idea que maneja Rothschild es que la ratio se sitúe entre dos y tres veces como máximo.
Dilución accionarial
Los máximos accionistas de Telepizza son actualmente el fondo de capital riesgo Permira y la familia Ballvé, a través de la sociedad Carbal, con un 51% del capital. KKR, por su parte, tiene otro 36% y el 13% restante se reparte entre distintos fondos minoritarios.
La entrada de KKR y de estos fondos se produjo en el año 2014 a través de un proceso de reestructuración de la deuda, que en ese momento rondaba los 525 millones de euros. Aunque el asesor financiero de la operación es Rothschild, Linklaters está trabajando también para la empresa, mientras que Uría y Menéndez y Davis Polk lo hacen para la banca colocadora.
La empresa, que ha depositado ya un primer borrador ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que está realizando roadshows a nivel internacional para presentar la operación, tiene como fecha tope para la colocación el próximo 14 de mayo.
Si a partir de esa fecha Telepizza cotizase en línea con su comparable británica Domino's Pizza, lo haría a 19,5 veces EV/ebitda (la capitalización más la deuda, dividida entre el beneficio bruto). Ello situaría la valoración del grupo en 971 millones de euros. Esas 19,5 veces suponen un elevado multiplicador que los inversores justifican en base a que la española es una compañía growth, no yield; es decir, que para ella se espera un acelerado crecimiento de las ventas (y no del dividendo).
Atractiva a unos 830 millones
Para realizar esta valoración se ha tenido en cuenta el resultado bruto de explotación (ebitda) de Telepizza en 2015, de 58 millones de euros, y su deuda tras la ampliación de capital, que se reduciría hasta los 160 millones.
Sin embargo, para resultar atractiva a los inversores, la compañía tendría que regresar al parqué con un descuento que podría situarse en el entorno del 15%, lo que haría caer su valoración hasta los 826 millones de euros.
De este modo, el grupo de restauración tendría, dentro del IGBM (el mercado continuo) un tamaño semejante al de compañías como la socimi Axiare (cuyo valor asciende a 840 millones de euros), el fabricante de trenes CAF o la entidad fruto de la fusión de las antiguas cajas Liberbank.
En su primera incursión en el parqué, hace ya casi dos décadas, Telepizza -que fue la primera empresa de comida rápida española en cotizar- provocó tal interés entre los inversores que se produjo un exceso de demanda de acciones, de modo que cada interesado recibió solamente siete títulos, más el 2,3% de la cantidad total solicitada.
La compañía, fundada en Madrid en 1987 como una empresa familiar, debutó en noviembre de 1996 a un precio inferior a 1 euro y en poco más de medio año valía 10 veces más en bolsa. Pero en el año 2000 comenzó el desplome de sus títulos, y siete años después, en marzo de 2007, Telepizza se despedía del mercado bursátil cotizando a poco más de 3 euros, tras la opa de exclusión de la familia Ballvé y los fondos Permira. A lo largo de su década en el mercado, la empresa llegó a capitalizar 2.265 millones de euros en sus picos más altos de cotización.
En centros comerciales y apertura de 120 locales
Telepizza encara su regreso al parqué con un ambicioso plan de expansión. La compañía, que alcanzó unos ingresos de 290,1 millones de euros en 2014, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil de Madrid, y que cuenta con 1.297 locales, ha puesto en marcha un plan para abrir otros 120 más al año. El objetivo pasa por crecer en España a través de centros comerciales, donde su presencia ahora mismo es mínima.
En el exterior, se está estudiando también la posibilidad de abrir en México y Brasil -la empresa está presente ya en Latinoamérica con locales en Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Panamá, Bolivia, Guatemala y El Salvador-, además de Europa central. Del total de su red, la mitad se concentra ahora en España, con 643 restaurantes. Una de las fórmulas que se persigue para acelerar así el crecimiento internacional pasa por la firma de alianzas de masterfranquicia, como la que hay ya en Centroamérica, donde la empresa suma 130 locales. Algo parecido se hizo también en Rusia y Angola.