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Vilches, de Pullmantur: "México tiene por delante un futuro brillante"


    Arantxa Rubio, Noelia F. Aceituno

    El fuerte crecimiento de las economías latinoamericanas en la última década ha sufrido un importante retroceso durante el último año y, todo apunta, a que seguirá así en el futuro. El turismo vive ajeno a esta desaceleración: la industria crece y la tendencia continuará. Este ha sido el mensaje de apertura de la conferencia dedicada al turismo del Foro Latibex.

    Las dificultades que presentan en la actualidad algunos de los países latinoamericanos se presentan como una oportunidad para Amancio López, presidente del Grupo Hotusa. "Lo importante es ser competitivo, no importa cómo vaya el país", asegura. Sin embargo, factores como la estabilidad política y jurídica del país impulsan la inversión turística.

    López, propietario de 147 países en 18 países, se ha referido también a la economía nacional y su relación con el turismo. "El entorno es bueno, son todo oportunidades, como la bajada del precio del petróleo, y habrá un importante crecimiento en el futuro", ha comentado el presidente de Hotusa. No obstante, la seguridad es ahora una de las principales preocupaciones del sector, sobre todo después de los atentados de París y la amenaza terrorista.

    La seguridad también es uno de los problemas de México. Además, la cercanía a Estados Unidos influye en el turismo del país, a veces para bien y otras no tanto. A pesar de las condiciones adversas, México gusta tanto a las empresas como a los turistas. México tiene por delante "un futuro bastante brillante", sostiene Jorge Vilches, CEO de Pullmantur.

    El presidente de la compañía de cruceros ha manifestado su interés por América Latina y por destinos como Argentina, "donde habrá que ver qué pase tras las elecciones", o Colombia, por su "base jurídica, fiscal, bastante sólida y por la diversificación de sus industrias y la importancia de su comercio interior".

    Vilches no se ha mostrado tan optimista con destinos como Brasil, la cuenca del Pacífico o China. En el caso de los países del pacífico, porque venían "de crecimientos de hasta el 12% y ahora están en el 2,5%"; en el gigante asiático, "hay que esperar, pero las devaluaciones del 30-40% nos golpean mucho".

    Las devaluaciones afectan a unos, pero ayudan a otros. Este ha sido el escenario del Grupo Hotelero Santafé, aunque en su caso gracias al peso. La compañía mexicana dirigida por Francisco Zinser ha aprovechado el momento que vive su moneda. "El extranjero viene porque tiene más pesos y el mexicano sale menos porque sus pesos no compran tantos dólares", explica Zinser.

    El CEO del Grupo Hotelero Santafé es consciente de la imagen de inseguridad que ofrece su país. "La percepción es la realidad", ha reconocido, aunque con matices. "México ha entrado en el top 10 de recepción de turistas y eso indica que la percepción está cambiando", ha añadido. Zinsa ha precisado que el 89% de los turistas del país son nacionales, frente al 11% que procede del extranjero.

    El público europeo busca un producto más hecho a su medida. "Nosotros queremos ser la propuesta de valor que le guste más al español y al francés. Cada vez más los productos y servicios se tienen que diferenciar porque hay nichos muy claros". Por ejemplo, el grupo Paladium cobraba a 25 euros la noche en su hotel de Ibiza, reformularon su estrategia para enfocarse al nicho de los clubbers y ahora cobran 1.500 o 2.000 euros la noche, explica Vilches.

    Francisco Zinser puntualiza que promocionar a la gente de dentro de la empresa es muy importante. "Acabo de nombrar director de un hotel a una persona que hace tres años era recepcionista", explica. Y valora que si el cliente está contento, el cliente también, y si éstos están contentos y consumen, lo accionistas también lo estarán. Es un círculo.

    ¿Qué harían con 130 euros?

    Un juego: si cada uno de los asistentes le diera un euro, ¿que haría con esos 130 euros aproximadamente? Vilches considera que, si tuviera que gastarlos en algo sería en "formación y recursos", una consideración en lo que coinciden los tres ponentes. No obstante, López puntualiza que depende de cómo lo aproveche cada persona: "No en el conocimiento como un almacén de datos, sino en cómo es capaz de aprender cada uno".