Bolsa, mercados y cotizaciones

Los gestores aconsejan por primera vez en un año bajar el peso a bolsa

  • Los más rentables del año son los que mejor han lidiado la crisis del verano

Arantxa Rubio

La volatilidad por Grecia y el impacto que tendría China provocan que un 21% de los expertos reduzca su exposición a bolsa por primera vez desde septiembre de 2014

El mercado está poniendo una serie de retos a los gestores durante este trimestre, que está siendo el más complicado del año para la gestión de carteras. El Barómetro de las pensiones privadas en España, realizado por Kessler-Casadevall Asesoramiento Financiero con el respaldado de Axa y Amundi, recoge algunos de los cambios que los gestores vislumbraban al cierre del segundo trimestre.

Un periodo que resultó particularmente volátil cuanto más avanzaba el mismo hacia el desenlace del problema griego (el 26 de junio el Gobierno heleno decidió cerrar la bolsa y dos días después Alexis Tsipras, su primer ministro, convocó un referéndum en el que preguntó a la población griega si debía aceptar las condiciones propuestas por las instituciones acreedoras). En este marco, los gestores de fondos de pensiones ya se mostraban cautos respecto a la renta variable.

Ahora, por primera vez desde septiembre de 2014 planean bajar la exposición de sus carteras a este activo durante los próximos tres meses. Como contraposición, se reduce a la mitad quienes tienen la intención de reducir su exposición a bonos e incluso ya hay quien muestra la intención de incrementar su peso en renta fija.

Eso sí, donde hay consenso de opiniones es en la región preferida: Europa. Tanto en renta variable como en renta fija es la región que tiene el beneplácito de la mayoría de las gestoras de pensiones. En el lado opuesto, los emergentes se quedan todavía más fuera del foco de interés.

La encuesta, que se revisa trimestralmente, está confeccionada por el 75% del patrimonio de planes de pensiones que hay en España y siempre utiliza el mismo panel, que está formado por catorce gestoras de pensiones.

Renta variable europea

La volatilidad de los mercados en los últimos meses ha provocado que exista disparidad de opiniones en renta variable. Por primera vez desde septiembre de 2014 hay gestores que quieren reducir su exposición a bolsa.
En ocasiones anteriores, la mayoría de los profesionales optaban por no hacer cambios en sus carteras. Esta fue la mejor opción para el 57% de gestores en marzo. Una alternativa que ahora respalda solo el 21% de ellos. ¿Hacia dónde se han ido los indecisos? Un 21 de los profesionales opta por reducir posiciones, mientras que un 57% de ellos por incrementarlas.

Juan Manuel Vicente Casadevall, socio fundador de Kessler-Casadevall Asesoramiento Financiero, explica esta divergencia de ideas: "Hay una dicotomía de opiniones, lo que quiere decir que existe poco consenso ahora mismo". Algo que no extraña en las circunstancias actuales. "En un entorno de alta volatilidad en los mercados de renta variable debido a la situación de Grecia, a la potencial subida de tipos por parte de la Fed y de la desaceleración del crecimiento en China, bajar la exposición a renta variable es una estrategia que tiene sentido", afirman desde Amundi. Precisamente, esta semana los principales índices de Europa y EEUU han perforado sus soportes clave a corto plazo.

Donde sí existe consenso es en el mercado preferido: un 79% de los gestores ve una clara oportunidad de inversión en la renta variable de la zona euro, donde ninguno de ellos piensa reducir su exposición. El número de profesionales que se muestran optimistas con este mercado casi se ha duplicado con respecto al mes de marzo.

Por su parte, en la renta variable estadounidense siguen sin estar positivos. Igual que el trimestre anterior, ningún gestor piensa incrementar la exposición de su cartera a este mercado. No obstante, el porcentaje de quienes quieren reducirla ha caído del 71 al 50%. El gusto por Japón también se ha perdido. La política monetaria expansiva de su banco central ha dado alas a las cotizaciones de las empresas y con ello una alegría a los inversores que confiaron en este mercado, que ganan un 24% en un año. Quizás por ello los gestores creen que ya no le queda potencial. Así, tan solo el 21% de los expertos piensa incrementar su exposición a este activo en los próximos tres meses, por debajo del 36% que preveía hacerlo en marzo. Quienes piensan reducir su peso se ha duplicado del 7 al 14% con respecto a la vez anterior.

La deuda vuelve a ser un refugio

Cambio de tendencia en renta fija. Según el último Barómetro de las pensiones privadas en España, los gestores de fondos de pensiones españoles vuelven a mostrar apetito por los bonos. En junio, el porcentaje de quienes pensaban reducir la exposición de su cartera a este activo en los próximos tres meses se redujo del 50 al 21%, más de la mitad. Es más, por primera vez desde diciembre de 2014 hay profesionales que tienen la intención de aumentar su exposición a renta fija. Por regiones, un 21% de los encuestados aumentará el peso a deuda de la eurozona, por encima del 14% que lo pensaba hacer en marzo. Y tan solo un 7% de ellos prevé reducirla.
La otra clara apuesta en las carteras de los gestores es la deuda corporativa. Según esta encuesta, un 36% tiene la intención de incrementar su exposición a este activo, frente al 57% que va a mantener invariable su cartera. No obstante, nadie piensa reducir su exposición, como ocurrió en el trimestre anterior.
Por su parte, a pesar de que el número de gestores que piensan aumentar su exposición a deuda americana sigue igual, han desaparecido aquellos que piensan reducir su exposición a este activo. Precisamente esta semana se pudo desprender de las actas de la reunión de julio de la Fed que la subida de tipos de interés no llegará hasta octubre, diciembre o 2016.
Juan Manuel Vicente Casadevall considera que volver a invertir en bonos "tiene sentido después de la corrección que ha habido en las carteras durante los últimos días". Para muchos gestores, "ahora los diferenciales son una oportunidad o no son tan negativos como antes", añade. Desde Amundi también lo corroboran: "Las decisiones de los dirigentes chinos sobre la variación del yuan provocaron una búsqueda de activos refugio, que se ha dirigido hacia la deuda publica americana, inglesa y alemana. Además, la zona euro sigue beneficiando del efecto del plan de compra masiva de activos por el BCE".
Eso sí, lo que ya no cuenta con el beneplácito de los expertos es la deuda española. Por primera vez desde que se realiza esta encuesta, los gestores confiesan que van a reducir su exposición a este activo. Algo que "no ha pasado desde hace al menos tres años, que es el tiempo que llevamos realizando esta encuesta", justifica Casadevall. La rentabilidad del bono español a una década ha pasado del 1,61 al 1,98% en lo que va de año, y llegó al 2,41% en junio.

La renta fija emergente no entra en las carteras



Los mercados emergentes no están entre los planes de inversión de los gestores de fondos de pensiones. Según los resultados del último Barómetro de las pensiones privadas en España, ninguna de las firmas tiene la intención de incrementar su exposición a renta fija emergente durante los próximos tres meses, por debajo del 14% que lo manifestaba el trimestre anterior.
Ahora, la alternativa más común entre los profesionales parece ser "esperar hasta que pase la tormenta". Y es que todos ellos han manifestado que su exposición permanecerá invariable hasta finales de septiembre. Una voluntad que ya manifestaban antes de que el Gobierno de China decidiera debilitar su divisa, con el consiguiente terremoto que ha provocado en los mercados ante la incertidumbre de que la ralentización de su economía sea mayor de lo esperado. No es de extrañar que la tendencia pueda ser negativa en meses posteriores. En este contexto, Juan Manuel Vicente Casadevall opina que "tiene sentido que haya menos gestores que quieran invertir en este activo, debido al aumento de diferenciales y la alta volatilidad".
Algo que también defienden desde Amundi: "La reciente decisión por parte de las autoridades chinas de devaluar el yuan, puede ser analizada no solo como una decisión de política monetaria sino también como una señal de debilitamiento en su crecimiento económico, inferior a lo esperado. Eso puede tener un efecto contagio en el resto de mercados asiáticos además de las economías exportadoras de materias primas como Brasil, Rusia y Sudáfrica".
Tampoco gusta la renta variable emergente. Según esta encuesta, solo un 14% de los profesionales piensa incrementar su exposición a la bolsa de Asia Pacífico (excluyendo a Japón) durante los próximos tres meses. Un porcentaje que ha caído desde el 43% del mes anterior. Y de hecho, ya hay un 21% de los encuestados que piensa reducir su exposición a estos mercados, una cifra que se ha triplicado desde el mes de marzo y que podría seguir ampliándose (desde que Pekín debilitara el yuan, el Shaghai Composite cae un 11%). La otra excepción es la renta variable latinoamericana. Tan solo un 14% de los profesionales que han participado tiene la intención de aumentar el peso de ésta en su porfolio, por debajo del 29% del mes anterior. La opción que más adeptos gana en este momento es no hacer nada (50% del panel).