Bolsa, mercados y cotizaciones
El bono vuelve a ser atractivo en el 2%
Javier G. Jorrín
El mercado de renta fija está inmerso en una fase correctiva que no respeta ni soportes ni fortalezas fundamentales, pero cuando la convulsión de los mercados se alivie, los inversores verán que la rentabilidad del 2,2% que paga el bono español es adecuada a la economía actual. Los expertos coinciden en que no volverá a los mínimos del año, pero la ecuación rentabilidad/riesgo ya es atractiva
Para entender el estado actual de los bonos se puede proponer la alegoría de la balanza. En cada uno de los extremos hay dos factores que pesan a la hora de determinar la cotización más apropiada de los distintos títulos de deuda: su precio y su rentabilidad, que oscilan buscando el equilibrio. De forma habitual, el mercado se mueve bajo la influencia de la rentabilidad, pero en algunas fases de volatilidad, el precio es quien toma el papel director.
Este último ha sido el escenario de 2015, provocado por la acción del Banco Central Europeo (BCE). Cuando aprobó su programa de compras de deuda, los precios empezaron a subir, y lo hicieron hasta niveles históricos, sin atender a las rentabilidades. A partir de abril, la recuperación de la economía y la inflación hizo pensar a los inversores que los precios estaban demasiado altos y empezó una corrección en vertical que ha llevado a las rentabilidades a vivir las peores semanas en años. Sirva como ejemplo que el Bund alemán ha vivido su peor racha desde el año 1998.
Esta fuerte subida de las rentabilidades de la deuda ha provocado que los inversores hayan empezado a fijarse en el otro extremo de la balanza: la TIR. El bono español a 10 años cerró el viernes por encima del 2,2 por ciento, su nivel más alto desde el mes de agosto, una rentabilidad que vuelve a ser atractiva para un país que se encuentra en un escenario de caída de precios y que apenas ofrece rentabilidad en los depósitos. Si se descuenta la inflación (en mayo acabó en el -0,2 por ciento), el retorno real del título español supera el 2,4 por ciento. Pocos activos en España ofrecen esta rentabilidad, con activos tan seguros y líquidos y, además, respaldados por las compras del BCE.
¿Es que nadie mira los fundamentales?
Mientras el mercado sigue en su vorágine de volatilidad de precios, los expertos coinciden en apuntar que los niveles actuales ya están respaldados por la coyuntura económica. Cuando el mercado se calme y los fundamentales vuelvan a mandar, las rentabilidades volverán a imponer su peso. ¿Que significaría esto? Que la presión compradora de los inversores (unida a los estímulos del BCE) podrían volver a elevar los precios en el futuro. Los analistas encuestados por elEconomista son unánimes: la rentabilidad de la renta fija europea no volverá a caer hasta los mínimos del año, pero sí puede volver a relajarse después de esta subida tan vertical. "Considero que estamos ante una corrección limitada y no un cambio de tendencia en los tipos de interés de la deuda", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Los expertos creen que los niveles actuales de rentabilidad son los correctos, pero temen que la volatilidad siga pasando factura a la deuda. "La entrada en el bono español está entre el 2,10 y el 2,20 por ciento", indica Gonzalo Ramírez Celaya, director de renta fija de Tressis. "Hay inversores bonistas que pueden aprovechar los repuntes del retorno para posicionarse en deuda", explica Javier Flores, analista de Asinver.
La respuesta está en el diferencial
Muchos expertos creen que es difícil estimar un nivel de entrada en el bono español, por lo que prefieren medir su diferencial frente al título alemán, en otras palabras, utilizar la prima de riesgo. El viernes cerró a un paso de los 140 puntos básicos, un spread que hace muy atractivo al bono español: "Cada vez que hemos visto estos diferenciales, el mercado los ha vuelto a recortar", explica Marian Fernández, analista de Andbank.
"Seguimos apostando por el buen comportamiento de la economía española, por el éxito de las reformas y, por tanto, por una paulatina rebaja de la prima de riesgo, que debería volver a situarse por debajo de los 100 puntos", explica Gerard Vaqué, responsable de renta fija del Centro de Inversiones de Deutsche Bank.
Hay otros diferenciales que apoyan al bono español, como es la prima temporal. Este concepto designa el extra de rentabilidad que ofrece la deuda de largo plazo sobre la más corta. A cierre del viernes, el bono español a 10 años pagaba 215 puntos básicos más que el título a 2 años, la prima más alta desde el mes de agosto. Este escenario refleja el atractivo que tiene la deuda de largo plazo sobre los tramos más cortos.