Bolsa, mercados y cotizaciones
Por qué la Bolsa de China se ha disparado un 100% en medio año
- El estallido de la 'euforia china' vino después de la liberalización del mercado
Javier G. Jorrín
La Bolsa de China cambió para siempre el pasado mes de octubre. Desde entonces, la capitalización de las 300 mayores empresas que cotizan en Shanghái y Shenzhen recogidas en el índice CSI 300 se ha duplicado y el selectivo cotiza en niveles que no se veían desde febrero de 2008, medio año antes del estallido de la crisis mundial. ¿Qué ha cambiado en China para que en 7 meses haya acumulado tanta capitalización como en el resto de su historia?
Stock Connect
La creación del Stock Connect ha sido una de las liberalizaciones de mayor envergadura que han adoptado nunca las autoridades chinas con el mercado local. Hace un año estaban ultimando los detalles de este programa que se activó en noviembre y que ha supuesto un éxito mayor de lo esperado. ¿En qué consiste? El Stock Connect es el mecanismo ideado para permitir a los inversores internacionales comprar acciones de compañías cotizadas en la Bolsa de Shanghái y que hasta entonces no podían salvo bajo criterios muy estrictos (los que aplicaban las normativas QFII y RQFII). China quería ir paso a paso y se resistía a dar las llaves de su corazón financiero a los brókers internacionales. Para ello, idearon el Stock Connect, que permite a los operadores instalarse en Hong Kong y desde allí comprar acciones de la clase A de Shanghái.
Este cambio supuso un auténtico hito para permitir la entrada de capitales extranjeros en China, lo que ha contribuido a aumentar la liquidez del mercado continental chino y ha disparado las cotizaciones. Se ha convertido en el destino preferido para los inversores de la región, dada la fortaleza del yuan y de la bolsa. Sirvan como ejemplo los datos publicados hoy por el Servicio de Supervisión Financiera de Corea del Sur: los ahorradores surcoreanos han invertido 6.260 millones de dólares (más de 5.600 millones de euros) en el país desde la apertura del Stock Connect. Este flujo de dinero es tal que serviría para comprar 12 empresas de las 35 que cotizan en el Ibex, y es sólo lo que procede de Corea.
El éxito de la liberalización del mercado para las autoridades chinas ha sido indudable, por lo que ya tienen en mente crear una nueva conexión para la bolsa de Shenzhen. Según UBS, el Shenzhen-Hong Kong Stock Connect será anunciado este mismo trimestre.
Inclusión en el MSCI
La Bolsa de Shanghái ha escalado mucho, pero los inversores siguen comprando títulos del país con la confianza de que seguirán subiendo. ¿A qué se debe tanta tranquilidad? Una de las claves es la confianza en que los índices de MSCI incorporarán a las acciones chinas de la clase A a sus índices de mercados emergentes. La noticia se conocerá en la revisión del próximo 9 de junio pero, con el Stock Connect ya consolidado, parece complicado que China siga fuera de estos índices. La entrada de las acciones del país supondrá que todos los fondos y ETF que repliquen a los índices de MSCI tendrán que invertir también en estos títulos, lo que elevará la demanda y debería contribuir a prolongar el rally de la Bolsa china.
Un yuan libre
Entre las claves de por qué está atrayendo tanta inversión internacional China se encuentra en la fortaleza del yuan. Las autoridades del país están ultimando otro de sus grandes proyectos: la incorporación de su divisa, el yuan, a la cesta de divisas del Fondo Monetario Internacional (FMI) que establece y guarda el valor de los Derechos Especiales de Giro (DEG).
Desde la creación del euro, sólo hay cuatro divisas en la cesta de la institución: dólares, libras, yenes y euros. China quiere cambiar el mercado de las divisas mundiales y para ello, el primer paso es establecer al yuan como una moneda de reserva dentro del FMI. La organización revisará su cesta de divisas a final de año y las autoridades del gigante asiático están presionando para que acepte al yuan. La organización obliga a cumplir dos requisitos: el primero, ser una divisa importante en el comercio mundial (el yuan lo cumple con holgura) y, en segundo, cotizar libre en el mercado. Es este el punto en el que el yuan flaquea, ya que todavía se cambia bajo un sistema de flotación sucia: las autoridades marcan un tipo de cambio central respecto al dólar y permiten un margen de fluctuación del 2%.
Si China quiere incorporar al yuan a la cesta de divisas del FMI tiene que dar pasos decisivos hacia la liberalización de su divisa y tiene que darse prisa. Si lo hace, lo normal es que el mercado empuje al alza al yuan, que está infravalorado de forma artificial. Sólo con el superávit comercial de China y con sus reservas de divisas y oro, el yuan debería cotizar mucho más caro. ¿Quién no quiere invertir en una divisa con esas presiones alcistas?
Estímulos monetarios
Otra de las claves de la fortaleza del mercado chino son los numerosos estímulos monetarios que ha aplicado el Banco Popular de China (PBoC). La entidad ha recortado el coeficiente de reservas de los bancos, rebajado los tipos de interés en tres ocasiones en el último medio año y ahora está estudiando aplicar un programa de compra de deuda de corporaciones locales y regionales, lo que sería el QE chino.
Estos estímulos monetarios están encaminados a mantener el ritmo de crecimiento de su economía y a acelerar los precios, que están en niveles del 1,5%. Sin embargo, lo que ha contribuido es a disparar la inflación de los activos financieros: en otras palabras, a elevar las cotizaciones de la bolsa y los bonos.
No es la economía
Lo que no está ayudando a la Bolsa china es la economía. Los datos macroeconómicos publicados en el país apuntan a una paulatina desaceleración de su PIB, que difícilmente crecerá el 7% que se ha marcado como objetivo el Gobierno para este año. Hoy se han conocido los datos del PMI manufacturero de mayo que publica HSBC, y pese a la debilidad del informe, la bolsa ha vuelto a subir a máximos de más de 7 años. El indicador se situó en 49,1 puntos (por debajo de 50 indica contracción), por lo que sigue en fase de recesión, y del último medio año, sólo un mes consiguió superar los 50 puntos.
Está claro, por tanto, que la economía del país está pesando poco en la evolución de la Bolsa. Esto indica que las causas de la euforia del mercado hay que buscarlas en cuestiones financieras, como las ya apuntadas, y no en la economía real, que seguirá preocupando a las autoridades chinas y al resto del mundo.