Bolsa, mercados y cotizaciones
Wall Street ya admite que el año es de bolsa europea
Cuando Mario Draghi sacó la liebre de su chistera el pasado jueves, no todos se imaginaron que el gazapo llegaría a engordar 60.000 millones de euros mensuales hasta 2016 a partir de marzo. Un hecho que coloca a la renta variable europea en una posición indiscutible para sacar ventaja a su homóloga estadounidense, en un momento en que la Reserva Federal (Fed) está lista para pisar el acelerador hacia la normalización monetaria.
Sin embargo, en estos momentos las bolsas europeas se preparan a imitar, o eso dicen los expertos, el comportamiento experimentado por Wall Street desde aquel marzo de 2009, cuando el S&P 500 tocó fondo en pleno azote recesivo. Desde entonces, el indicador ha triplicado sus precios. Aún así, algunos señalan que la renta variable del Viejo Continente ya se ha revalorizado cerca de un 50% desde el pico de la crisis de deuda soberana, cuyo punto más inquietante se alcanzó en el tedioso verano de 2012.
"La eurozona está lista para brillar, de hecho, es Estados Unidos el que podría acabar ejerciendo de losa", advierte Mislav Matejka, analista de JP Morgan Chase. Entre los factores que justifican esta posición destacan el fin del apoyo de la Fed a la liquidez que inunda el mercado. Su balance comienza ya a reducirse cuando se compara como un porcentaje del PIB. Tampoco podemos pasar por alto que los márgenes de beneficio alcanzan récords, con síntomas que indican que el coste base comienza a incrementarse. A ello debemos sumar la caída en los precios del crudo que, aunque beneficia a unos sectores, impacta de lleno en el energético. Al mismo tiempo, la fortaleza del dólar acabará por convertirse en un quebradero de cabeza para las multinacionales estadounidenses.
Según los datos de Bloomberg, el billete verde ya se ha revalorizado un 7% en el año en su cruce contra el dólar. Y las expectativas de los bancos de inversión van precisamente en esa línea: esperan que el euro siga debilitándose hasta la paridad con el dólar -algunos, de hecho, sitúan el cruce en 0,96 dólares para 2016-, por cuanto la política del BCE de poner más euros en circulación presiona a la baja los precios de la moneda comunitaria (ver página de la derecha).
En este sentido, Matejka, reitera: "La zona euro ofrece un mejor riesgo-recompensa", y añaque que "la actividad ha tocado fondo en un momento en que el BCE ha actuado agresivamente y los beneficios de la devaluación del euro se dejarán notar pronto".
Empujón para las empresas
Es cierto que, pese a los buenos augurios, la renta variable del Viejo Continente todavía deambula aturdida por los coletazos de la crisis soberana, un crecimiento anémico y una inflación demasiado baja, que debería repuntar tras la intercesión de Draghi y su compra de bonos soberanos. Su homóloga estadounidense ha galopado mientras el EuroStoxx 50 todavía tiene que subir un 40% más para llegar a los niveles de 2007.
En términos de rendimiento relativo a los precios, las acciones de la zona euro operan a mínimos de las últimas cinco décadas cuando se comparan con las de Estados Unidos, según señalan desde Bank of America Merrill Lynch. Pero ¿cuál será el verdadero impacto del QE sobre las bolsas europeas?
"El efecto más notorio llegará sobre las divisas, lo que apoya nuestra perspectiva de un debilitamiento continuo del euro, que mejorará la competitividad de las empresas", asegura Asoka Woehrmann, director de inversiones en Deutsche Asset & Wealth Management.
Con la divisa común en mínimos de los últimos 11 años, esta devaluación se convierte en un viento de cola para las empresas europeas y sus beneficios. Por el contrario, las multinacionales estadounidenses deben asumir en sus cuentas el fortalecimiento del dólar. En este contexto, los inversores se sentirán más atraídos por las empresas de la eurozona, especialmente Alemania.
"Esta expansión cuantitativa podría mantener las tipos de interés bajos durante más tiempo. Dado el atractivo del rendimiento de los dividendos de la zona euro, el diferencial de rendimiento entre los bonos y las acciones podrían inyectar fondos adicionales en activos de riesgo", justifican desde Deutsche Asset & Wealth Management.
Según datos recopilados por Reuters, las acciones europeas también son mucho más baratas, ya que operan en mínimos de dos años y medio con respecto a sus pares estadounidenses si comparamos su PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción). Desde Saxo Bank, Pierre Martin puso de manifiesto que la bolsa europea podría sacar una ventaja de hasta 10 puntos porcentuales.
Por su parte, Pimco, uno de los mayores gestores de fondos del mundo, con 1,68 billones de dólares en activos en cartera, confirmaba a comienzos de semana haber puesto una recomendación de sobreponderar a a renta variable mundial, especialmente a las acciones europeas.
Andrew Balls, director de inversión de renta fija de la gestora con sede en Newport Beach, California, indicaba en su último informe "mantener su sobrexposición a la deuda soberana periférica y al crédito empresarial, con mucha atención al sector financiero". Por el contrario, recomendaba reducir las inversiones en el euro a favor del dólar.
Cómo ganar exposición vía fondos
En el mercado de renta variable, el juego está cambiando y nos estamos adentrando ahora en una nueva fase. Peter Garnry, estratega de renta variable de Saxo Bank, añade a lo anterior que "tras cuatro años de caídas en las expectativas de los beneficios de las acciones europeas, tenemos muchos factores que revertirán esta trayectoria".
Una buena manera de ganar exposición a la renta variable europea son los fondos de inversión, ya que tienen la ventaja de ofrecer al inversor una diversificación máxima a nivel internacional y gestión profesional, en lugar de hacerlo solo a través de compañías concretas. Recogemos los diez más rentables de la última década a los que tiene acceso el minoritario español -ver gráfico-. Todos están disponibles para su venta en España y, además, exigen una inversión mínima inferior a 1.000 euros (algunos, incluso, ni tienen).
El producto más rentable durante los últimos diez años ha sido el Aberdeen Global European Equity Dividend I2, ya que ha avanzado un 5,74% año a año. Pero en los últimos tres ha tenido una rentabilidad anualizada del 12%. Entre sus mayores apuestas están compañías como Centrica, Royal Dutch Shell, British American Tobacco, GlaxoSmithKline o GDF Suez. Tres de ellas, energéticas.
La segunda idea es un fondo que comercializa la firma belga Petercam, el Petercam Equities Europe Dividend B, que ha avanzado un 5,07% anual en la última década, aunque en los últimos tres años ha subido un 15%. Tan solo exige una inversión mínima de una participación, que a efectos del último valor liquidativo equivale a 224 euros. Las compañías en las que más confía son GlaxoSmithKline, Sanofi, BNP Paribas, Imperial Tobacco Group o Royal Dutch Shell.
Por su parte, el Parvest Parvest Equity High Dividend Europe Privilege-Capitalisation, que comercializa la gestora de BNP Paribas, ha ofrecido un retorno anualizado del 5,05% en la última década y un 12% en el último trienio. Coincide con sus homólogos en algunas compañías, ya que entre sus diez principales posiciones están Royal Dutch Shell, GlaxoSmithKline, Sanofi, Allianz o Novartis. Tres de ellas, del sector de la salud.
Un décalogo de fondos de renta europea entre los que se incluyen cuatro con DNI español: ING (L) Invest Europe Hi Div P Acc, Santander Solidario Dividendo Europa FI, Bankia Dividendo Europa FI y Allianz European Eq Dividend AT EUR. En primer lugar, por rentabilidad está el de ING, que ha subido un 4,23% ejercicio tras ejercicio en los últimos diez y un 12% en el último trienio.
Un buen hacer que hay que atribuir directamente a Manu Vandenbulck, su gestor desde el año 2006. Por su parte, el de Santander, capitaneado por José Ramón Contreras, ha ganado un 3,37% a diez años y un 15% en el último trienio; el de Bankia, al mando de Augusto Caro Herrera, un 3% en la última década y un 13% en los últimos tres ejercicios; y por último, el de Allianz, con Neil Dwane y Jörg de Vries-Hippen al timón, que ha subido casi un 11% en los últimos cinco años, ya que fue creado en 2009.
En el Ecofondo, la herramienta que recoge las 45 mejores ideas de inversión para distintos bolsillos, se recogen otros siete fondos de renta variable con exposición a Europa -ver página 15-.
Ideas para apurar el 'rally' en deuda
No obstante, no solo hay que obcecarse con la bolsa, sino que aún es posible arañar algo más de rentabilidad en renta fija. En palabras de Garnry, "los inversores de renta fija obviamente se han asegurado algunos rendimientos adicionales, ya que los rendimientos conseguirán empujar a la baja aún más a través de muchos vencimientos y segmentos del mercado de bonos". La reacción de los inversores a raíz de la decisión del BCE el jueves fue comprar deuda, sobre todo española, italiana o griega.
Para poderse aprovechar del rally que aún le queda a la deuda española puede optar por alguno de estos fondos. Son los más rentables del último año y están al alcance del minoritario español. Un ejemplo es el Fondo Urbión FI, que comercializa Santander y que acumula una revalorización del 8,24 durante el último año.
Se puede acceder a él a partir de una participación, que según el último valor liquidativo son unos 100 euros. La otra idea rentable y asequible al ahorrador medio se llama Unifond Crecimiento FI. Ha subido un 4,4% durante el último ejercicio y exige una inversión mínima de 300 euros.