Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Aguanta el consumo de EEUU el impacto de los aranceles? La industria se prepara para echar gasolina a la inflación
- El índice sectorial elaborado por JP Morgan cede un 8%...
- ... desde los máximos que tocó en el mes de febrero
- Los directivos de las grandes cadenas admiten retos para trasladar coste a precio
Javier Luengo
El retail estadounidense ya pone números al impacto de los aranceles. Ahora, dicen, se enfrentan a un cambio de régimen con márgenes bajo presión, decisiones de precios más quirúrgicas –para evitar la pérdida de clientes– y una revisión de las cadenas de suministro. Target, Home Depot y Lowe's y Walmart ya han mostrado sus cartas.
En Walmart estaban todos los ojos puestos y la compañía ha hablado. Las ventas del mayor minorista de EEUU aumentaron un 5% en el país en el último trimestre, algo mejor de lo esperado. Algo que sugiere que los consumidores mantienen las compras, aunque con tickets menores centrados en la alimentación y servicios básicos. Así, mejoró el pronóstico de ventas y confirmó objetivos del año.
Al tiempo, Target volvió en el último trimestre a ceder terreno en ventas, con una contracción interanual que mantiene la tónica de los últimos trimestres y un beneficio por acción por debajo de lo esperado. "Navegamos en un entorno arancelario volátil e incierto", aseguró la compañía subrayando que están, en este momento, "priorizando la protección del tráfico mientras calibramos el traspaso de costes a precios". El matiz es importante: Target, con una elevada exposición a las importaciones –más del 50% de sus productos son de fuera– está teniendo problemas para evitar una erosión de la demanda.
En Home Depot, la fotografía es todavía la de equilibrio después de haber mantenido su guidance del año, en una señal de confianza en sus operaciones, aunque habiendo reconocido que el tablero ha cambiado. "Los aranceles son significativamente más elevados de lo que eran en mayo", expuso uno de sus directivos para justificar la estrategia de alzas selectivas de precios que han decidido poner en marcha. Según explicó el director financiero de la compañía, el incremento de las facturas para el cliente no será "generalizado" sino concentrado "en ciertos productos".
Lowe's, por su parte, ha firmado un trimestre de mayor resiliencia, con ventas comparables en positivo y un beneficio por acción que ha superado estimaciones. Aun así, la compañía no niega la realidad arancelaria. "Donde corresponda, trasladaremos parte de los costes al precio final, protegiendo la propuesta de valor del cliente", comentó la dirección, que cifra en torno al 20% la exposición a productos procedentes de otras regiones como, por ejemplo, China.
Los aranceles, el arma de Trump
El telón de fondo no ayuda. En julio, la recaudación de EEUU derivada de los aranceles escaló hasta niveles récord del entorno de los 30.000 millones de dólares. Sin embargo, a nivel micro los minoristas se están enfrentando mayores costes de reposición, plazos de entrega más largos y una presión sostenida sobre los márgenes. Una situación que se ve reflejada en bolsa. Desde los máximos que tocó la industria en febrero, la caída media del sector, según el índice sectorial elaborado por JP Morgan, supera el 8%.
De hecho, según afirmaba hace menos de una semana el secretario de Comercio, Howard Lutnick, el Gobierno de Estados Unidos espera recaudar, de media, unos 50.000 millones de dólares al mes gracias al incremento de los aranceles con el resto de países del mundo.
"Son cifras asombrosas para Estados Unidos y nadie está tomando represalias", destacó Lutnick, para quien el consumidor estadounidense es "el factor más poderoso del planeta" para la economía, puesto que todo el mundo quiere venderle al consumidor estadounidense. "Y Donald Trump lo está aprovechando para el beneficio de EEUU", aseguró.
A cierre del pasado mes, la inflación en Estados Unidos creció un 2,7% en términos interanuales. Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) mostraron un incremento de precios de algunos productos sujetos a los aranceles como los electrodomésticos, el calzados o los muebles.
El segundo semestre, coinciden los grandes directivos del sector, exigirá una ejecución de precisión quirúrgica para evitar que los aranceles que coman una buena parte de las ganancias. El dilema ya no es solo cuánto trasladar a precio, sino dónde y cuándo hacerlo sin fracturar la demanda. "El juego consiste en ganar centésimas de margen sin perder décimas de tráfico", advierten desde la industria.