Bolsa, mercados y cotizaciones
La Fed alerta de riesgos "notables" para el mercado: las acciones están más caras que nunca y los bonos basura, a precio de oro
- Alerta de "vulnerabilidades notables" que los aranceles están empeorando
- Ve un gran riesgo en la llamada 'banca en la sombra'
Víctor Ventura
Las actas de la última reunión de la Rserva Federal, el pasado mes de julio, traen una doble advertencia para la economía de EEUU. Por un lado, el banco central ve una "notable vulnerabilidad" sobre el sistema financiero de EEUU, alertando de que la bolsa y los llamados bonos 'basura' están en niveles históricamente altos, con el riesgo que eso conlleva. Y, además, los aranceles pueden desatar un alza inflacionaria que dé al traste con sus previsiones de recortes de tipos. Una situación muy delicada para una Fed que se ha revelado dividida en sus opiniones sobre qué parte de la economía corre más peligro.
En concreto, el equipo económico del banco central advierte de las "presiones en las valoraciones" de numerosos activos. Las acciones están en máximos históricos, sí, pero el ratio entre beneficios y precios en bolsa (el llamado PER, Price-Earnings Ratio) también está en máximos, lo que significa que los inversores están pagando hoy mucho más de lo que habrían ofrecido nunca antes por esas mismas acciones. Los 'bonos basura' o de alta rentabilidad, los de las empresas con un mayor riesgo de quiebra, también están con el menor diferencial histórico sobre la deuda de alta calidad.
En otras palabras, advierte el banco central, la bolsa está más cara que nunca en la historia y los inversores están dispuestos a asumir mucho más riesgo que nunca a cambio de una rentabilidad mucho menor. Una combinación que aumenta peligrosamente el riesgo de una crisis bursátil y financiera si los mercados acaban por sufrir una corrección.
Al menos, en el lado positivo, la Fed reconoce que la crisis, si llega, no vendrá de los mismos sectores que en 2008: la vivienda y la banca están en una situación más robusta que entonces. Los precios de las casas siguen altos, pero sus valoraciones se han reducido levemente, y los bancos están mucho mejor capitalizados que entonces. Su mayor debilidad son los riesgos asociados a los tipos de interés, que ya provocaron la quiebra de dos bancos en EEUU hace dos años, pero "esos riesgos se han reducido" respecto a principios de década. El mayor riesgo, esta vez, viene de lo que se conoce en la jerga financiera como la 'banca en la sombra': los fondos monetarios, los fondos de cobertura y las aseguradoras están "invirtiendo en activos de riesgo con depósitos no tradicionales de corto vencimiento", un cóctel muy peligroso.
El golpe de los aranceles a la economía
Dentro de la situación macroeconómica, la Fed está notando ya el efecto de los aranceles y la incertidumbre económica desatada por las políticas de Donald Trump. El crecimiento del PIB se ha frenado y el proceso de reducción de la inflación se ha estancado lejos del 2% de objetivo. Además, el consumo y la inversión de los hogares, que consideran "una mejor señal sobre la situación de la economía que el PIB", está frenándose más que la economía en su conjunto, una señal de alerta para los próximos meses.
El documento destaca que la economía ha entrado en fase de debilidad, con un ritmo de crecimiento moderado durante el primer semestre del año, con la tasa de desempleo manteniéndose baja y la inflación de precios al consumidor algo elevada. "El proceso de desinflación parecía haberse estancado, ya que los aranceles presionaron al alza los precios de los bienes", comenta.
De la parte más interesante de las confesiones de los banqueros de la Fed está el miedo a los aranceles y sus efectos inflacionarios sobre la economía. "En cuanto a la magnitud de los efectos arancelarios sobre los precios, algunos observaron que la evidencia hasta el momento sugería que los exportadores extranjeros pagaban, como máximo, una pequeña parte del aumento de aranceles, lo que implicaba que las empresas y los consumidores nacionales soportaban predominantemente los costos arancelarios", pero advierten que "con el tiempo, muchas empresas tendrían que trasladar cada vez más los costos arancelarios a los clientes finales".
Traducido al idioma de los bolsillos, significa precios más caros a la hora de hacer la compra o adquirir un producto que apareje un gasto importante. Pero lo peor es el componente de incertidumbre para los agentes económicos, "los aranceles podrían ser difíciles de disociar los aumentos de precios relacionados con los aranceles de los cambios en la inflación tendencial subyacente". Además de incidir en el riesgo de "interrupciones en la cadena de suministro".
Durante la pandemia fue el principal problema que desató la espiral inflacionista más elevada en cuarenta años para la economía estadounidense. Para un banco central, la inflación es el principal demonio por combatir.
La Fed dibuja un panorama sombrío respecto a los tipos de interés y las expectativas que tiene el mercado para que haya recortes. Desde hace semanas, con los últimos datos de empleo e inflación, se descuenta una bajada de tipos para la reunión de septiembre, pero el documento de hoy es muy timorato al respecto y casi plantea más miedos a la inflación que otra cosa por culpa de los aranceles.