Bolsa, mercados y cotizaciones

Jackson Hole pone en juego que el bono de EEUU siga ofreciendo más rentabilidad que la bolsa

  • El 'T-Note' lleva meses dando un rendimiento mayor que el S&P 500, algo anómalo
  • La rentabilidad del bono está ahora en el 4,3% y la de la bolsa en el 4,2%
  • Todas las miradas están atentas al mensaje de Powell de este viernes
Imagen: Istock.

María Domínguez

Todas las miradas están puestas estos días en el valle de Jackson Hole, ubicado en el estado de Wyoming, en las Montañas Rocosas estadounidenses. Allí se celebra desde este jueves el simposio que reúne a banqueros centrales, ministros de finanzas y economistas para debatir sobre políticas económicas. A esta cita crucial, el bono de EEUU llega con una rentabilidad del 4,30%, sólo ligeramente por encima del 4,20% que ofrece el S&P 500. Durante meses se ha dado esta situación anómala: que el bono americano, uno de los activos más seguros del mundo, ha estado pagando a los inversores más que la bolsa, un activo que implica mucho más riesgo. No había, por tanto, motivos para elegir la bolsa de EEUU frente al bono del mismo país. Ahora, esta atípica situación casi se ha revertido, ya que el rendimiento del bono se ha relajado.

No puede olvidarse que el T-Note viene de tocar un 4,80% el pasado mes de enero, un nivel desde el que se ha desinflado hasta ese 4,30% actual. En lo que ocurra con su rentabilidad será clave el mensaje que lance este viernes, en Jackson Hole, Jerome Powell, que es realmente el plato fuerte del simposio. El presidente de la Fed tendrá que calibrar sus próximas medidas. Por un lado, debe mantener a raya una inflación que aún sigue siendo preocupante (está en el 2,7%), pero sin olvidar que el mercado laboral de EEUU ya ha dado claras muestras de fatiga, lo que le presionaría para bajar los tipos. El mercado espera que la Reserva Federal los recorte por al menos 50 puntos básicos de aquí a final de año.

Powell, que ya tuvo que embridar una inflación desbocada por la pandemia de Covid-19, ha tenido que vérselas este año con un belicoso Donald Trump, cuyas políticas, empezando por su guerra arancelaria, son claramente inflacionistas. La particular batalla del presidente de EEUU contra la Fed vivió un nuevo capítulo este miércoles, cuando Trump pidió la dimisión de Lisa Cook, gobernadora de la Fed, tras denuncia de un posible fraude hipotecario, según Bloomberg.

Por su parte, la bolsa de EEUU sigue en territorio de burbuja. El PER (Price-to-Earnings Ratio) o multiplicador de beneficios ronda las 24 veces, lo que implica que por cada dólar de ganancias esperadas en el S&P 500 el inversor desembolsa 24 dólares (frente a las 13 veces del Ibex o las 17 del Dax alemán). Ese retorno del 4,20% esperado para el S&P 500 está calculado, precisamente, en base a la inversa del PER. El inversor se embolsará esa rentabilidad por dos vías: bien en forma de dividendos, bien a través de la revalorización de las acciones.

Sin tener una bola de cristal, todo apunta a que, de aquí a final de año, el bono irá ofreciendo cada vez menos rentabilidad, lo que irá dando cada vez más motivos al inversor para elegir la bolsa americana en vez de renta fija.

Según explica Ignacio Cantos-Figuerola, socio director de Inversiones de atl Capital: "Si Powell recorta los tipos en dos ocasiones, eso dejaría margen para que el rendimiento del bono baje algo más, hacia niveles cercanos, probablemente, al 4%, algo que se refrendaría si la economía se ralentizase; si ocurriese así -algo que no sería bueno para la bolsa- es posible que tuviéramos un bono algo más bajo, en el entorno del 3,8%".

Respecto al S&P 500, Cantos-Figuerola ve posible que, tras haberse anotado un 9% en lo que llevamos de año, "todavía es posible que consiga otro 4% o 5%" hasta finales de 2025. "Ya sabemos que los meses de noviembre y diciembre suelen ser positivos, con lo cual pienso que, una vez que dejemos atrás el periodo de septiembre a octubre, que suele ser complicado, en la parte final del año puede recuperar, si los resultados se mantienen positivos". La temporada de resultados del segundo trimestre ha dejado buen sabor de boca, con las empresas batiendo las expectativas a ambos lados del Atlántico. "Si a mí me dijeran que eligiese entre la bolsa estadounidense y el bono, apostaría por la bolsa, porque sigue teniendo potencial. Ahora bien, ¿es el mejor momento para comprar, o es mejor esperar a una corrección? Te diría que, si tienes una cantidad disponible para invertir, quizá puedas meter ahora el 40%, y el resto más adelante".

Qué esperar de Jackson Hole

"Es probable que los comentarios de Powell sean más equilibrados que los de la reunión del FOMC de julio, dado que el informe laboral de julio recuerda los riesgos al alza de la tasa de desempleo", señalan M. Cabana, M. Swiber, A. Bhave y A. Cohen, de Bank of America. "Los mercados están descontando una rebaja de casi 25 puntos básicos en septiembre, pero creemos que la decisión dependerá de la reacción de Powell en función del flujo de datos estanflacionarios que haya", añaden.

Los mismos expertos de Bank of America recuerdan que, en julio, Powell sugirió que se sentiría cómodo con un crecimiento cero del empleo, siempre y cuando la tasa de desempleo se mantuviera dentro de un rango. "Ahora que ese escenario está mucho más cerca de la realidad y en Jackson Hole sabremos si Powell respaldará esas declaraciones".

Benoit Anne, senior managing director de MFS Investment Management, añade que, aunque el mercado da por hecho un recorte de tipos por parte de la Fed en septiembre, este podría no producirse: "No descartamos una bajada el mes que viene. Pero, en nuestra opinión, la perspectiva de la Fed a corto plazo es mucho más incierta de lo que sugieren los precios del mercado". Por varias razones: "En julio, la Fed transmitió un mensaje de paciencia, incertidumbre y prudencia. ¿Qué ha cambiado desde entonces? Dos cosas principales: en cuanto a los datos, se han publicado datos de empleo no agrícola bastante pobres en agosto. A esto se suma que el ruido político y la presión sobre la Fed han aumentado aún más", añade este experto.

Desde Natixis IM Solutions, Mabrouk Chetouane, director de estrategia de mercados globales, afirma: "Llevamos varios meses pensando que la Fed tendría que recortar los tipos en 75 puntos básicos antes de finales de 2025 para combatir la desaceleración económica. Aunque la cuestión de un recorte importante (es decir, de 50 puntos básicos) en septiembre sigue estando muy abierta, especialmente si obtenemos otro informe de empleo decepcionante, esperamos que la Fed adopte un enfoque gradual, favoreciendo un recorte de 25 puntos básicos en cada reunión del FOMC", señala.