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Un nuevo sorprendente yacimiento de oro que baña Grecia con 40.000 millones de euros


Elena Garagui

Históricamente, Grecia ha sido reconocida a nivel mundial por la calidad tan alta de sus reservas de mármol, usado en su tan famosa arquitectura y escultura. Aunque en menor medida, y sobre todo en comparación con otras potencias, el país heleno también cuenta con importantes reservas de petróleo. Pero, desde hace unos años, la comunidad internacional ha puesto los ojos en Grecia por el descubrimiento de otro recurso a gran escala: el oro.

Hace tan solo unos días, la publicación griega GRTimes confirmo un depósito de cerca de 160 toneladas de oro y otras 720.000 de cobre en la localidad de KilkÍs, a menos de 50km de Salónica, al norte de Grecia, aunque más en concreto en los pueblos de Myriofyto, Agios Charalambos, Amranta, Gavra y Petrades. No es la primera vez que estudios e informe geológicos señalan esa región como epicentro de otros yacimientos dorados. Durante la década de 1950, Grecia informó de la presencia de oro aluvial en las aguas del río Gallikos, el cual, de manera simbólica, divide la provincia de Macedonia Central en dos. Así, durante 7 años se extrajeron más de 1.300 kg de oro fino, para posteriormente calificar la zona de 'especial' por su composición geológica ideal para depósito minerales.

Si bien todavía se desconoce cuáles serán los procedimientos de extracción, ha sido Velocity Minerals, filial griega de la canadiense del mismo nombre, quien ha obtenido la licencia para tal uso con una duración de 3 años y por una superficie de casi 40 kilómetros cuadrados.

0,9 gramos de oro por tonelada y 0,4% de cobre

La localidad de Kilkís, al norte del país, ha provocado un creciente interés tanto nacional como internacional debido al futuro potencial minero de Grecia, en especial si se trata de oro. Las noticias publicadas por el medio heleno GRTimes se refieren al nuevo hallazgo como sorprendente, debido a su magnitud, pero no inesperado, ya que "Grecia posee uno de los tesoros subterráneos más subestimados de Europa: yacimientos de oro desde Calcídica y Tracia hasta Kilkís".

Las mismas informaciones se refieren a estudios recientes elaborados a partir de la Encuesta Geológica de Grecia, llevada a cabo por el Instituto Geológico y de Explotación de Minerales de Grecia (IGME), que estiman unas 258 toneladas de mena, con una ley promedio de entre 0,3 y 19 gramos por tonelada de oro y 0,4% de cobre. Sin ser cifras altas, son los suficientemente relevantes como para impulsar la riqueza del país: de hecho, el nuevo yacimiento impulsaría la economía nacional en 40.000 millones de euros.

Más allá del oro como innegable activo refugio, Grecia también se frota las manos con el descubrimiento de tal cantidad de cobre, ya que hoy en día se trata de un metal fundamental para la transición energética debido a que se usa de manera masiva en todo tipo de redes eléctricas, vehículos eléctricos, baterías y hasta en turbinas eólicas. Es por esto por lo que espera poseer una fuente doméstica de este recurso los suficientemente grande como para reforzar su autonomía energética e industrial, sobre todo de cara al actual contexto internacional.

En total, los informes geológicos hablan de un depósito con un potencial de extracción de unas 160 toneladas de oro y 720.000 toneladas de cobre.

De una posible extensión de explotación 10km2 a casi 40km2

Ha sido la empresa canadiense de explotación, Velocity Minerals, con filiar del mismo nombre en Grecia, la ganadora de la licencia de explotación del yacimiento de Kilkís. En un principio, el permiso tan solo contemplaba 9,7 kilómetros cuadrados, pero tras los sucesivos descubrimientos, la licencia se ha ampliado hasta los 39km2 y con una duración de hasta 3 años. La autorización por parte del gobierno heleno da permiso a Velocity Minerals a realizar estudios mucho más amplios y minuciosos, análisis geoquímicos sobre el estado de la zona y, por supuesto, estudios sobre la viabilidad técnica y económica de la explotación.

Así, es posible que el yacimiento de Kilkís siga la estela del de Skouries, también en la región de Macedonia Central, en la península de Halkidiki. En este caso, es la minera canadiense Eldorado Gold, a través de la filial Hellas Gold, quien se encarga de extraer los minerales de la mina aurífera mediante un proyecto de cielo abierto y subterráneo; un tipo de explotación que requiere de muchos recursos pero que permite tratar con grandes cantidades. En concreto, la mina de Skouries, abierta hace tan solo unos meses, maneja unas previsiones anuales de 14.000 onzas de oro y 30.000 toneladas de cobre.

Es precisamente en la región de Calcídica, donde se encuentra la mina de Skourie donde "se encuentran las mayores reservas conocidas. El yacimiento Olympiada contiene 14,5 millones de toneladas de mineral con 9,31 gramos de oro por tonelada, es decir, aproximadamente 135 toneladas de oro. Se estima que Skouries contiene otras 136 toneladas, con un contenido de 0,89 gramos por tonelada en aproximadamente 153 millones de toneladas de mineral".

Un valor potencial de 15.000 millones de dólares

De confirmarse los cálculos realizados por la minera canadiense Velocity Minerals, el potencial valor de nuevo yacimiento podría superar con facilidad los 15.000 millones de dólares, si se establece una relación de 8.000 dólares por tonelada de sobre y de 2.000 por onza de oro, si bien la tendencia alcista del metal, que lleva todo el año rondando los 3.000, podría provocar un aumento considerable.

Sin embargo, los expertos advierten que estas estimaciones deben tomarse con cautela. No todo el mineral en roca se convierte en metal utilizable: las tasas de recuperación oscilan entre el 60% y el 90%, dependiendo de las condiciones del yacimiento, el tipo de tecnología empleada y la ley del mineral. Además, la extracción requiere mover y procesar enormes cantidades de tierra, lo que puede disminuir el rendimiento neto, especialmente en yacimientos con contenidos metálicos moderados.

El impacto económico de un proyecto de estas dimensiones para Grecia sería significativo. Además de los ingresos fiscales directos, como impuestos sobre sociedades, IVA, derechos de exportación y regalías mineras, el país se beneficiaría de la creación de empleo en regiones que han sufrido despoblación y desindustrialización. Según datos del Ministerio de Finanzas, el proyecto de Skouries generó más de 550 millones de euros en ingresos públicos entre 2012 y 2023, y se espera que esa cifra supere los 2.000 millones en el transcurso de su vida útil. En este contexto, un desarrollo similar en Kilkis podría suponer ingresos fiscales multimillonarios, revitalización de infraestructuras, atracción de inversión extranjera y un notable estímulo para las economías locales.