Bolsa, mercados y cotizaciones
Irán se prepara para lo peor: los satélites detectan un enorme 'chorro' de petróleo que sale a toda velocidad del país persa
- Las exportaciones de crudo iraníes se disparan un 44% en cosa de días
- La agencia Bloomberg detecta por satélites movimientos raros en la isla de Kharg
- Teherán lleva años preparándose para un posible cierre del Estrecho de Ormuz
Mario Becedas, Vicente Nieves
Irán se teme lo peor y por ello está actuando a toda prisa y sin descanso para reunir la máxima cantidad de fondos posibles y aprovechar su infraestructura petrolera antes de que sea demasiado tarde. Ya informaba la agencia Bloomberg y Reuters hace unos días del sorprendente incremento de las exportaciones de petróleo de Irán en medio de los ataques israelíes. Como un 'chorro' de crudo que sale disparado desde un gran yacimiento, el petróleo iraní está abandonando Irán por unas infraestructuras que aún funcionan casi con total normalidad. Esta información ha sido confirmada con imágenes satelitales que revelan que el plan de Irán para aguantar lo máximo posible está en marcha y se desarrolla a toda velocidad.
La República Islámica está acelerando sus exportaciones de petróleo ante el temor de que un posible ataque israelí o estadounidense interrumpa sus flujos de exportación, poniendo en marcha una estrategia urgente para obtener así dólares esenciales que le permitan afrontar un conflicto prolongado. Según imágenes satelitales analizadas por Bloomberg, las reservas en la isla Kharg (la pequeña isla que rebosa petróleo por todas partes) estaban parcialmente vacías el 11 de junio, pero apenas una semana después lucían completamente repletas, lo que demuestra que millones de barriles siguen llegando mientras se envían simultáneamente hacia el exterior.
Esta diminuta isla, de la que han abundado los análisis en los últimos días, es la gran terminal de exportación del crudo iraní. Por este punto pasa más del 90% del petróleo que el país persa envía al exterior. Situado en el golfo Pérsico, a 25 kilómetros al sur de la costa de Irán y a 483 km al noroeste del estrecho de Ormuz, este islote de tan solo 24 kilómetros cuadrados (algo menos que la isla Graciosa de Canarias), lleva décadas funcionando como una engrasada máquina para el sector petrolero iraní.
Fraser McKay, jefe de análisis de exploración y producción de Wood Mackenzie, constata que estas exportaciones dependen en gran medida de la terminal de la isla de Kharg. Cualquier interrupción en esta instalación obstaculizaría gravemente la capacidad del país para transportar crudo, en particular a través de su flota 'fantasma' hacia China, cortando una fuente de ingresos vital, señala. De ahí que la isla sea un objetivo muy goloso para el ejército de Israel. El petróleo se almacena en tanques muy juntos en Kharg, lo que lo hace más vulnerable a los ataques que los cargamentos en barcos dispersos por el Golfo Pérsico o que se dirigen a China.
Ahora mismo, Kharg tiene la capacidad (con sus infraestructuras) de manejar hasta siete millones de barriles de crudo por día, según publica la Agencia de la Información Energética (EIA) de EEUU en una nota. Irán puede almacenar unos 28 millones de barriles de crudo en la isla, según un informe de 2024 de S&P Global Commodity Insights. El mes pasado se completó la renovación de dos tanques de un millón de barriles, pero no está claro si se incluyeron en la cifra anterior de capacidad. Prácticamente, toda su extensión está poblada de instalaciones petroleras y los grandes depósitos con forma redonda son claramente visibles por satélite.
Los satélites no mienten
Como explican los expertos de Bloomberg tras visionar las imágenes por satélite, los depósitos de petróleo de la isla de Kharg tienen techos flotantes que suben y bajan a medida que se vacían y se llenan, lo que significa que es posible obtener pistas desde arriba sobre la cantidad que contienen examinando sus sombras. Y lo que muestran las imágenes del 11 de junio es que, en casi todos los grandes depósitos, los techos estaban muy por debajo de la parte superior de las paredes. En resumen, los depósitos sólo estaban parcialmente llenos. Avanzando una semana, una foto del 18 de junio muestra que no hay tales sombras, lo que indica que los techos están ahora en la parte superior de los muros y los depósitos rebosan. Sigue habiendo sombras proyectadas por los depósitos sobre el suelo junto a ellos, lo que confirma que la ausencia no se debe a la falta de sol. Las imágenes se tomaron con menos de 10 minutos de diferencia, con casi la misma geometría de sensor.
Samir Madani, cofundador de TankerTrackers.com, una empresa especializada en vigilar el comercio clandestino de petróleo de Irán y otras naciones mediante imágenes por satélite, confirma ese "un aumento de las existencias de crudo en la isla". No es lo que cabría esperar, a priorio, cuando Irán ha estado aumentando sus exportaciones. Si las exportaciones están muy por encima de lo normal, entonces los tanques de almacenamiento deberían estar vaciándose. A menos que Irán también esté dirigiendo aún más crudo a las instalaciones. Se deduce, por tanto, que Irán está enviando al mercado mundial todo el crudo posible mientras puede.
Las exportaciones se disparan un 44%
En paralelo, los datos de TankerTrackers.com muestran un incremento del 44% en las exportaciones diarias de Irán desde el inicio de los ataques israelíes (2,33?millones de barriles/día), una cifra muy por encima del promedio anual. Esta subida no solo busca maximizar ingresos, sino también asegurar que el país mantenga acceso a divisas frescas, imprescindibles para reforzar defensas y cubrir gastos oficiales ante un escenario de conflicto.
Además, Irán ha modificado sus operaciones logísticas para proteger sus cargamentos. Según Bloomberg, los petroleros ya no esperan en la zona habitual de Kharg; en cambio, se mantienen alejados y solo se acercan para cargar rápidamente y partir, reduciendo el riesgo de daños por ataques. Esta maniobra refleja una adaptación operativa que ya fue efectiva en octubre, cuando estrategias similares permitieron mantener las exportaciones pese a ataques anteriores.
Igualmente, Reuters ha confirmado que Irán ha optimizado la carga mediante su flota 'fantasma' y el uso de un único muelle más protegido, lo que le ha permitido alcanzar niveles de hasta 2,2?millones de barriles diarios, unos niveles que superan creces los 1,5 y 2 millones diarios que se venían exportando en las anteriores semanas. Estas acciones reflejan una planificación consciente: Irán está descargando todo su petróleo disponible, almacenando simultáneamente y adaptándose logísticamente, para acumular fuerza financiera y resistir con mayores márgenes ante cualquier acción militar directa.
"Parece muy claro lo que están haciendo", analiza Madani sobre el enfoque de Irán. "Intentan extraer la mayor cantidad posible de barriles, pero priorizan la seguridad". Teherán ya adoptó una estrategia similar de dispersar a los petroleros que esperaban cuando fue atacado por Israel en octubre. En esa ocasión, también mantuvo las exportaciones sin interrupción.
Preparación ante el cierre de Ormuz
Estos movimientos del régimen de Jameini también tienen una doble lectura. Irán está exportando todo el petróleo posible a la carrera antes de que Israel ataque la isla de Kharg, pero también antes de verse en la coyuntura de cerrar el Estrecho de Ormuz para trastocar el suministro mundial y ejercer presión (una forma de 'morir matando' propia de actores acorralados).
Los analistas de Oxford Economics hablan de un escenario extremo en el que Irán, incapaz de exportar petróleo por sí mismo, intente crear el caos intentando cerrar el paso de Ormuz. Esto cerraría las exportaciones de petróleo de Kuwait y Qatar, además de restringir las de Irak, EAU, Omán y Arabia Saudí. El daño a la economía global (un barril por encima de los 130 dólares, más inflación en Occidente, contestación interna a la Administración Trump) podría ser una baza para un régimen iraní a la desesperada cuya supervivencia pendería de un hilo. Hacer esto, quizá, le otorgaría cierta capacidad de negociación.
"Un shock petrolero debilitaría el apoyo estadounidense y mundial a la guerra, y si bien provocaría una feroz reacción estadounidense, también socavaría los argumentos israelíes a favor de un cambio de régimen una vez que el programa nuclear sea destruido. Nuestra suposición es que Irán ha estado ocultando sus puntos fuertes y sigue siendo capaz de perturbar el estrecho al menos durante unos días, quizá unas semanas, mediante minas, drones, misiles, submarinos y lanchas rápidas que pretenden detener el tráfico", recoge un análisis de esta misma semana de BCA Research.
Si hay alguna fuerza capaz de limpiar las aguas rápidamente es la Armada de EEUU. Incluso un ataque temprano de EEUU sobre Ormuz para neutralizar la amenaza iraní podría tener éxito, contemplan desde la casa de análisis, pero, advierten, "Irán lleva décadas planeando este día y solo necesita ahuyentar el tráfico comercial para generar una crisis económica". Todos los ingresos acumulados previamente acelerando las exportaciones de petróleo serían verdadero oxígeno en esta situación.