Bolsa, mercados y cotizaciones
Los sistemas de navegación empiezan a fallar en el Estrecho de Ormuz y amenazan al comercio del 20% del petróleo mundial
- Un quinto del crudo y del gas del mundo atraviesa la zona en conflicto
- Durante el fin de semana más de 900 buques han dado señales erróneas
- Las interferencias demuestran los riesgos que existen ahora para el crudo
Víctor Blanco Moro
Madrid,
El mundo entero mira al Estrecho de Ormuz con la esperanza de que el comercio no se paralice, en uno de los puntos estratégicos más importantes para el tránsito del petróleo y el gas. Por el momento, tanto Irán como Israel están respetando esta zona marítima, pero están empezando a surgir problemas: los sistemas de navegación han colapsado durante el fin de semana y centenas de buques comerciales han lanzado señales erróneas de su posición. Aunque el tránsito de crudo continúa, este es un ejemplo de los problemas que pueden surgir en el Estrecho, añadidos al peligro potencial de que el conflicto afecte directamente a Ormuz.
La escalada bélica que se ha producido durante el fin de semana no ha sido suficiente para que el precio del petróleo se dispare de nuevo. El lunes, incluso antes de conocerse que Irán pretende sentarse ya en la mesa de negociación, el barril Brent se abarataba frente al cierre del viernes; tras la noticia, su precio aceleró las caídas y, a media sesión de bolsa estadounidense, cotizaba en los 73,1 dólares, con una caída diaria del 1,5%, aunque llegó a perder más del 4% durante la jornada. Esto, sin embargo, no supone el final de las tensiones geopolíticas en la región, y durante la tarde se ha confirmado que Israel continúa con los ataques a Teherán.
Sin embargo, el gran problema de fondo que puede terminar disparando los precios del crudo está relacionado con el comercio y el estrecho de Ormuz: es uno de los cuellos de botella a través de los que más crudo se comercia en el mundo, y ya hay indicadores de problemas en este sentido. Más de 900 buques han tenido problemas en los últimos días con sus equipos de navegación, una prueba del riesgo y los problemas que pueden tener los barcos de comercio que atraviesan la zona.
Durante el fin de semana, las señales de posicionamiento que lanzan los buques que transitan por el Estrecho de Ormuz se han vuelto locas. Por momentos, algunos de los buques más importantes del mundo para el comercio mundial han empezado a lanzar señales que no corresponden con la realidad, como rutas que atravesaban tierra firme, o zigzags imposibles en la navegación. El Starboard Maritime Intelligence (un centro que monitoriza datos sobre el comercio marítimo y los movimientos de los buques) ha confirmado los problemas que están habiendo, que han afectado a cargueros de petróleo, de todo tipo de mercancías, y también a los barcos de pesca.
El problema parece ser una "saturación extrema" de las señales por la zona en conflicto, según ha anunciado el Centro para la Información Marítima, una institución internacional que también vigila la zona. Eso sí, según la información que ha publicado el organismo, el Estrecho de Ormuz, por el momento, está siendo transitado con relativa normalidad, algo que explica las caídas de precio que el petróleo estaba experimentando desde la mañana.
"Este no es un buen sitio, ni un buen momento, para tener sistemas de navegación que no te indican exactamente dónde estás", ha explicado Mark Douglas, un analista de Starboard, en declaraciones que recoge la agencia Bloomberg. "Si bien parece poco probable que se produzca un cierre total del Estrecho de Ormuz, este tipo de saturación de las líneas crea incertidumbre para cualquiera que esté operando en la zona", confirma.
Y no son pocos quienes lo hacen: según la Administración de Información Energética estadounidense, en los últimos años, hasta la primera mitad de 2023, cuando llegan sus registros, por la zona trascurren más de 20 millones de barriles diarios de petróleo, ya sea crudo o derivados, lo cual supone más del 20% de todo el petróleo del mundo, atravesando un estrecho que se para a Irán de muchos de sus rivales y enemigos, como los Emiratos Árabes Unidos, o Arabia Saudí.
La situación en la zona ya ha convencido a algunas compañías para dejar de llevar sus barcos al Golfo Pérsico. Según las fuentes que maneja la agencia Bloomberg, el coste de los futuros para transportar petróleo por la zona, que recogen los contratos sobre el coste de los fletes, se disparó un 12% solo el viernes, un reflejo del incremento de riesgo que están percibiendo los mercados.