Energía

Arabia Saudí se prepara para tumbar el petróleo e "iniciar una guerra de precios" con dos objetivos claros

  • Rystad Energy: "Con esta medida, Arabia Saudí busca castigar el incumplimiento"
  • "La decisión tomada es un mensaje definitivo de que la estrategia ha cambiado"
  • Un objetivo es castigar a los países que no cumplen con las cuotas de la OPEP

Vicente Nieves

Si hay una postura o actitud que de verdad aterra al mercado de petróleo (a los que apuestan por unos precios al alza) es la que ha mostrado hace escasos días Arabia Saudí, que puede resumir en la siguiente frase pronunciada por una fuente del reino: "Podemos convivir con un periodo de precios del petróleo bajos por mucho tiempo". Riad se ha cansado de asumir la mayor parte (en términos relativos y absolutos) de los recortes de la producción de petróleo. Estos recortes han mantenido el precio del crudo por encima de los 70 dólares durante los últimos años, un precio que ha sido aprovechado por supuestos aliados de Riad para producir más crudo (saltarse los acuerdos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y Rusia, más conocida como la OPEP+ por sus siglas) y aumentar sus ingresos. Ahora, Riad, que puede producir crudo a un coste muy bajo, ha dado un giro de 180 grados a su estrategia para abrir los grifos del crudo al máximo con un doble objetivo: castigar a los países incumplidores (que tendrán que resistir un periodo de bajos precios del crudo) y ganar cuota de mercado en detrimento de los productores de América.

Varios altos funcionarios de Arabia Saudí han estado comunicando estos días a sus aliados y medios de comunicación que el reino no está dispuesto a equilibrar una vez más el mercado petrolero con nuevos recortes de suministro. Ahora el mensaje es el opuesto. Riad ha asegurado que está preparada para soportar un período prolongado de precios bajos, según revelaron cinco fuentes con conocimiento de las conversaciones a Reuters. Dicho y hecho. La OPEP+ anunció este sábado un aumento de la producción de crudo de 411.000 barriles a partir de junio (tres veces más que lo previsto en la hoja de ruta que se había confirmado durante los primeros meses de este año) y el precio del crudo ha llegado a caer este lunes hasta un 4%, llevando al barril de Brent a perder los 60 dólares, niveles que se acercan mucho a los mínimos vistos en 2021. Ahora, el descenso se modera y parece recuperar los 60 dólares, no obstante, el crudo ya llevaba cotizando este escenario un tiempo y buena prueba de ello es la caída del 18% que acumula en un solo mes.

Desde Reuters explican que este posible cambio en la política saudí sugiera una tendencia hacia una mayor producción y la expansión de su cuota de mercado, un cambio importante tras cinco años dedicados a equilibrar el mercado mediante una producción abundante como líder del grupo de productores de petróleo OPEP+.

Las dos teorías u objetivos que habrían motivado este cambio estrategia en Arabia Saudí pasan por castigar a los miembros de la OPEP+ por exceder sus cuotas y un intento por recuperar cuota de mercado tras ceder terreno ante productores no pertenecientes a la OPEP+, como EEUU, Canadá y Guyana. Estos países no han parado de aumentar su producción de petróleo, mientras que la OPEP+ recortaba la suya. El resultado ha sido claro: el crudo de América se ha convertido en la principal fuente de muchos países que antes necesitaban a los países de la OPEP para satisfacer su consumo de crudo. Un buen ejemplo es el propio EEUU, que entre en el curdo de producción doméstica y las importaciones de Canadá, ya no necesita a Arabia Saudí.

La OPEP+ decidió triplicar su aumento de producción previsto hasta los 411.000 bpd (barriles por día). Esto aún deja a la OPEP+ reteniendo unos 5 millones de bpd, restricciones que el grupo pretende levantar de forma progresiva para finales de 2026. Para entender lo que está ocurriendo hoy resulta útil mirar al pasado. "Desde 2014, se han producido dos movimientos deliberaos para inculcar disciplina (con una diferencia de aproximadamente cinco años) y ambos episodios continuaron hasta que se restableció la cohesión del grupo", asegura Bob McNally, presidente y fundador de Rapidan Energy Advisers y exfuncionario de energía de la Casa Blanca en declaraciones a Bloomberg. En 2014 y 2020, Arabia Saudí inundó los mercados de petróleo hasta que recuperó cuota de mercado y lograr expulsar a parte de los competidores menos eficientes. También consiguió que los países incumplidores o rebeldes volvieran al redil.

Hasta la fecha, los movimientos comedidos de Arabia Saudí habían dado escasos frutos. En Kazajistán, en particular, el gobierno ha argumentado (para no recortar la producción) que tiene escasa influencia en las decisiones de producción de los proyectos operados por empresas extranjeras y enfatizó que los ingresos de la producción petrolera contribuyen a la mejora de la prosperidad de su población.

Riad ha mostrado su enfado en varias ocasiones por los excesos de producción de Kazajistán e Irak, que llevan meses bombeando muy por encima de sus objetivos de la OPEP+, convirtiéndose en los grandes 'gorrones' del cártel: venden más petróleo y más caro a costa del esfuerzo de los demás, de los que sí recortan. El grupo establece estos objetivos para mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda en los mercados petroleros, pero si algunos miembros incumplen las reglas, el trabajo del grupo queda en entredicho y las grietas aparecen rápidamente hasta que el dique de contención estalla.

Tras presionar a los miembros para que se siguieran a estos objetivos y compensen el exceso de oferta en los últimos meses, una Arabia Saudí cansada de hacer el 'rol' de padre severo está cambiando de estrategia, según fuentes de la OPEP+. Arabia Saudí ya presionó para un aumentar de la producción de la OPEP+ más lo planeado en mayo, una decisión que contribuyó a que los precios del petróleo cayeran a los 60 dólares por barril, su mínimo en cuatro años.

Castigar a Kazajistán e Irak

"Con esta medida, Arabia Saudí busca castigar el incumplimiento, en particular de Kazajistán, pero también congraciarse con la presión del presidente Trump para bajar los precios del petróleo", declaró Jorge León, analista de Rystad Energy, quien anteriormente trabajó en la secretaría de la OPEP.

"La postura de Arabia Saudí de aumentar la producción e iniciar una guerra de precios representa un riesgo para la economía de Kazajistán, muy sensible a los precios del petróleo. La señal de una reducción significativa de los precios oficiales de Arabia ha sido claramente para incentivar a los compradores asiáticos a mantener la demanda a pesar de las señales bajistas de la demanda", asegura Mukesh Sahdev, vicepresidente senior de Rystad Energy.

Las naciones de la OPEP+ también podrían estar buscando recuperar la cuota de mercado que el grupo cedió durante años de recortes y frenar el crecimiento de productores rivales en Estados Unidos y otras partes de América. Años de restricción de la oferta han ayudado a financiar a sus competidores y han demostrado ser, en cierta medida, contraproducentes. "La decisión tomada es un mensaje definitivo de que el grupo liderado por Arabia Saudí está cambiando de estrategia y buscando recuperar cuota de mercado después de años de reducir la producción", asegura León.

Problemas fiscales a la vista

Unos precios más bajos son malas noticias para los productores que dependen de las exportaciones de petróleo para financiar sus economías. Incluso para Arabia Saudí, donde producir un barril de petróleo cuesta de media menos de 10 dólares. Sin embargo, los ambiciosos presupuestos del reino saudí necesitan un crudo relativamente caro para cuadrar las cuentas y sortear el déficit público. Arabia Saudí necesita precios del petróleo superiores a los 90 dólares para equilibrar su presupuesto, unos niveles más altos que otros grandes productores de la OPEP, como los Emiratos Árabes Unidos, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, Riad está dispuesta a incumplir durante un tiempo con su equilibrio fiscal con tal de dar una 'lección' a los incumplidores o gorrones y devolver la credibilidad al cártel.

De este modo, "los saudíes están preparados para precios más bajos y podrían tener que reducir algunos proyectos importantes", asegura una de las fuentes consultadas por Reuters. Hasta este giro de timón orquestado por Riad, la OPEP+ había estado recortando la producción en más de 5 millones de barriles diarios, equivalente al 5% del suministro mundial, al que Arabia Saudí contribuye con dos quintas partes. Rusia, el segundo mayor exportador de la OPEP+ después de Arabia Saudí, está al tanto de los planes de Riad para acelerar los aumentos de producción, según dos de las cinco fuentes familiarizadas con la postura rusa y las conversaciones con Riad, según la agencia Reuters.

Arabia Saudí y Rusia, líderes de facto de la OPEP+, son los que más contribuyen a los recortes de la OPEP+. El presupuesto ruso se mantiene en torno a los 70 dólares por barril y el gasto del Kremlin está en aumento debido a la guerra rusa en Ucrania. Rusia podría experimentar una nueva caída en sus ingresos, ya que los precios de su petróleo, con descuento y sancionado, podrían caer por debajo de los 50 dólares por barril como resultado del aumento de la producción de la OPEP+, según una de las dos fuentes.

Pese a todos estos riesgos fiscales, Arabia Saudí tiene claro que prefiere anteponer la disciplina y la estrategia de largo plazo al cumplimiento coyuntural de la estabilidad fiscal y el equilibrio presupuestario. Todo hace indicar que el petróleo podría estar entrando en un nuevo periodo de precios más bajos.