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El BCE responde a la guerra de aranceles de Trump con una nueva bajada de tipos y los deja en el 2,25%

  • Destaca que irá reunión a reunión para valorar más recortes
  • "No hay compromiso de antemano con ninguna senda concreta"
  • "Las perspectivas de crecimiento se han deteriorado por las tensiones comerciales"
Bloomberg.

Javier Fernández, Francisco S. Jiménez

El Banco Central Europeo (BCE) ha bajado sus tres tipos de interés clave en 25 puntos básicos en la reunión celebrada este jueves, tal como estaba previsto, ante el temor de que la guerra comercial de EEUU enfríe a la economía europea hasta llevarla a la recesión. Se trata de la séptima bajada del ciclo bajista y la sexta seguida.

El Consejo de Gobierno del BCE ha rebajado la tasa (donde los bancos aparcan su exceso de liquidez) de depósito al 2,25% -su nivel más bajo desde febrero de 2023-, el tipo aplicable a las operaciones principales de financiación queda en el 2,4% y la facilidad marginal de crédito en el 2,65%.

"En particular, la decisión de reducir el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito se basa en su evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria", reza el comunicado.

Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha confirmado, en rueda de prensa, que la decisión ha sido unánime por parte del Consejo de Gobierno. "En la reunión nadie planteó una bajada de 50 puntos básicos", ha subrayado. La decisión del BCE llega después de que Trump haya desatado el caos con idas y venidas con los aranceles. Las decisiones tomadas por EEUU han cambiado por completo el tablero de la política monetaria para el BCE. El organismo presidido por Lagarde despidió la reunión de marzo con varios mensajes en la dirección de que el ciclo de recortes estaba llegando a su fin. Trump no había sacado todavía su metralleta de aranceles y los bancos centrales estaban más preocupados por el impacto en la inflación más que en otra cosa.

El BCE indica en el comunicado de este mes de abril que la economía de la zona del euro ha acumulado cierta resiliencia para hacer frente a las perturbaciones mundiales, pero las perspectivas de crecimiento se han deteriorado debido al aumento de las tensiones comerciales. "Una mayor incertidumbre podría reducir la confianza de los hogares y de las empresas, y es probable que la respuesta adversa y volátil de los mercados a las tensiones comerciales dé lugar a un endurecimiento de las condiciones de financiación, estos factores podrían lastrar adicionalmente las perspectivas económicas de la zona del euro", indica el organismo. En la práctica supondría hundir a la economía de la zona euro en la recesión. Durante 2024 ha registrado un crecimiento pírrico y la guerra comercial supondría hundir al PIB en la contracción en los próximos trimestres.

"Los riesgos a la baja para un crecimiento ya débil probablemente se han intensificado tras los anuncios arancelarios de EEUU, y domina con toda probabilidad las preocupaciones sobre posibles aumentos puntuales del nivel de precios", explica Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO.

En rueda de prensa, la banquera gala ha dibujado un horizonte "nublado" para la economía con un deterioro de las perspectivas económicas, interrupción del comercio internacional y malas condiciones de inversión por culpa de la guerra comercial de Trump, pero ha remarcado que la zona euro es mucho más resiliente que en otras crisis.

"La importante escalada de las tensiones comerciales mundiales y las incertidumbres asociadas probablemente reducirán el crecimiento de la zona euro al frenar las exportaciones, y podrían lastrar la inversión y el consumo. El deterioro de la confianza en los mercados financieros podría generar condiciones de financiación más restrictivas, aumentar la aversión al riesgo y reducir la disposición de las empresas y los hogares a invertir y consumir", ha advertido.

"Las amenazas para la economía se están acumulando pero su impacto en la inflación tardarán en llegar", ha explicado. La caída de los precios de la energía y la apreciación del euro pueden contribuir a reducir la presión sobre la inflación, ha explicado. Sin embargo, Lagarde ha indicado que una fragmentación de la cadena de suministro global, puede incrementar la inflación. Este repunte inflacionario también puede producirse, a medio plazo, por el aumento del gasto en defensa.

Reunión a Reunión

El Consejo de Gobierno del BCE señala que tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo, "especialmente en el contexto actual de excepcional incertidumbre, aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria". Y explica que las decisiones sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, "sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos".

La evolución de la inflación ha pasado a un segundo plano. La tasa general en la eurozona cayó al 2,2% en marzo y la subyacente al 2,4%, con un destacado descenso en servicios, que representan el grueso del índice. La fortaleza reciente del euro frente al dólar (una apreciación del 4% desde el anuncio de los aranceles) y la bajada del crudo refuerzan la idea de que la inflación no es el actual peligro.

Con la aproximación del comunicado de evitar a comprometerse con nuevos recortes, ha conseguido esconder la carta de si el BCE va a llegar al extremo de llevar la política monetaria a una zona acomodaticia. Para la jerga de banqueros centrales significa bajar los tipos por debajo de los tipos neutrales, es decir, estimular la economía con los tipos de interés. En marzo, la frase mágica del comunicado fue "la política monetaria está adoptando una orientación considerablemente menos restrictiva". Es decir, los recortes iban a detenerse y esa referencia ha desaparecido del comunicado.

Carsten Brzeski, director global de macro en ING destaca que "lo que comenzó el año pasado en junio como un intento muy timido de reducir gradualmente el nivel de restricción de la política monetaria se ha convertido en una carrera hacia tasas de interés neutrales, y aún hay más recortes por venir". Pero Lagarde durante su intervención ha intentado distanciarse de la teoría de la tasa neutral. "Solo funciona en un mundo libre de shocks, pero a cualquiera en esta sala que piense que estamos en un mundo libre de shocks, le sugeriría que revise su cabeza".