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BBVA cobraría el doble de dividendo si vende Telefónica y compra Sabadell

La opa sigue encallada en Competencia

Carlos Simón García
Madrid,

Carlos Torres, presidente de BBVA, ha hecho de la opa de Sabadell su obra maestra (con permiso de Garanti). O el intento de ella. Esta operación, sin lugar a duda, de tener éxito, cambiaría de la noche a la mañana la realidad de su banco, el cual, recordemos, ya es el segundo mayor del país, acercándolo al tamaño de Santander en España y poniendo un pie en un mercado nuevo como es el británico, a través de TSB.

Pero BBVA se ha encontrado dos grandes escollos para finalizar su particular expansión. El primero, el regulador de la Competencia, que sigue analizando la idoneidad de la operación bajo la lupa del ejecutivo, el cual también ha mostrado sus dudas sobre las consecuencias que podría tener para un consumidor que en los últimos años ya ha perdido varias opciones del catálogo bancario nacional.

El segundo, el mercado. Desde que se lanzó formalmente la opa, a finales de abril del año pasado, los inversores se han ido posicionando más en Sabadell que en BBVA de forma que toda la prima ofrecida por los vascos con el canje de acciones se ha ido diluyendo hasta el punto que ahora mismo el accionista de la catalana perdería algo más de un 1% del valor de su inversión si aceptase la oferta actual con estos precios incluso cobrando el dividendo en efectivo que BBVA les tiene prometido, como recalcaba esta misma semana el consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno.

Entonces, a Torres le quedan solo dos escenarios posibles para salir indemne de esta batalla. Uno es que Competencia le imponga una serie de condiciones para aceptar la opa y que eso suponga que las sinergias calculadas por la compañía no sean tales, con lo que podría desistir de la operación sin el olor a derrota. El segundo, superando el examen que la CNMC está realizando, es convencer al 51% del accionariado de Sabadell de vender y eso solo puede conseguirlo con una mejor oferta, algo que ya anticipan analistas y gestores, como José Ramón Iturriaga (Abante) en una entrevista concedida a este medio hace pocas semanas.

Y, para ello, podría haber un comodín en la baraja. BBVA mantiene desde 1999 (cuando se fusionó Banco Bilbao Vizcaya y Argentaria) una participación importante en Telefónica, que ahora se sitúa ligeramente por debajo del 5%. Con los precios actuales de la teleco, BBVA podría obtener una munición extra para mejorar la oferta sobre Sabadell de 1.170 millones de euros aproximadamente. Teniendo en cuenta los precios actuales en bolsa de BBVA y Sabadell, esta cuantía elevaría la prima hasta el 9%. Si esto es suficiente, o no, para los inversores de Sabadell, lo dirá el tiempo.

Sin embargo, aunque BBVA oficialmente ha descartado que vaya a usar el comodín azul, este hipotético cambio de cartas tendría una enorme lógica financiera. Con el precio medio de compra que tiene BBVA, se está embolsando un 5% de rentabilidad por dividendo de Telefónica, lo cual no está mal. No obstante, si se compara con lo que obtendrían de una participación en Sabadell, la conclusión no es tan positiva pues el dividendo es probablemente el gran escut (escudo) de los catalanes frente a la ofensiva vasca.

Sabadell va a devolver a sus accionistas el 10,7% de su inversión repartiendo los beneficios de 2024, prometiendo al menos la misma cuantía, 20,44 céntimos en 2025. Solo con esto ya dobla el rendimiento de los pagos de Telefónica, pero es que además hay que incluir las recompras. En 2024 estos buybacks alcanzarán los 1.000 millones, logrando una rentabilidad total para el accionista del 18,4%. Para el año que viene el compromiso es repartir todo el exceso de capital sobre el 13% CET1, lo que los analistas cuantifican en 66 y 158 millones extra en 2025 y 2026, respectivamente, sumando un 0,5 y un 1,2% de rentabilidad a su remuneración ordinaria.

Por tanto, a modo de reflexión, cuesta encontrar argumentos en BBVA para mantener su inversión en una Telefónica que, por otra parte, está ahora compartida entre el Estado, Saudi Telecom y Criteria, que se reparten los asientos en el Consejo y reciben dividendos más rentables al haber comprado a precios más bajos. Aproximadamente, la SEPI logra un 7,3% de rentabilidad, Criteria un 7,5% y STC un 8%. Y, si no es suficiente, contaría con los créditos fiscales que obtendría de las minusvalías contables que salgan de la venta de las acciones en la teleco.