Bolsa, mercados y cotizaciones

Las compras en el mercado de deuda alejan la amenaza inflacionaria de los aranceles

  • La deuda canadiense registra el mayor recorte de rendimientos de la sesión
  • Los títulos alemanes a diez años caen bajo el 2,4% de rentabilidad
  • Las compras también se imponen en el bono de EEUU que alcanzan el 4,5%
Donald Trump, presidente de EEUU. Foto: Ep.

Sergio Fernández

El temor de los inversores a una guerra comercial a escala global que salte al mercado financiero también se aprecia en la renta fija. La presión compradora se apodera del mercado de deuda y recorta las rentabilidades de la inmensa mayoría de referencias, tanto por geografías como por fecha de vencimiento. No obstante, el retraso en la aplicación de los aranceles en México tras un acuerdo de última hora eliminó parte de la aversión al riesgo inicial. Mientras el bono de Estados Unidos cae al 4,5% de retorno, los bonos canadienses soportaron los mayores recortes al servir de refugio ante la caída de los parqués bursátiles nacionales y al rebajar el temor a que se apliquen unos aranceles que levanten de nuevo la inflación.

Aún es pronto para conocer el alcance de los aranceles cruzados entre Estados Unidos, Canadá y México y cómo podrían afectar a la evolución de los precios. No obstante, los inversores se anticipan cerrando posiciones en renta variable y comprando bonos en su lugar con la prórroga de un mes en la aplicación de las tasas comerciales para el caso mexicano. Las principales referencias del Viejo Continente registraron en el arranque semanal recortes de rentabilidad superiores a los cinco puntos básicos que llevan al bono alemán a diez años a perder el 2,4%. En el caso de la deuda española con el mismo vencimiento, amagó con perder la referencia del 3%, que implica ver los mismos niveles con los que arrancó el año.

Sin embargo, en Europa no solo pesa el conflicto comercial iniciado por la nueva Administración Trump. Como señalan desde el departamento de análisis de Bankinter, la decisión de recortar los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo durante la semana pasada y el "tono dovish de Lagarde" contribuyen a recortar la rentabilidad de los bonos en la práctica totalidad de la curva.

Es en el mercado americano donde se aprecia la mayor respuesta a los aranceles, que alcanzarían el 25% para determinados productos en un mercado que, hasta la fecha, se rige por un acuerdo comercial levantado por el mismísimo Donald Trump durante su mandato anterior. El bono estadounidense a diez años ofrece de nuevo un retorno del 4,5%, cuando dos semanas atrás estaba 30 puntos básicos por encima. Y a esto hay que sumar que la semana pasada la Reserva Federal de Estados Unidos decidió mantener los tipos de interés sin cambios.

Mientras los principales índices bursátiles canadienses arrancaron este lunes con caídas de hasta un 2%, los bonos soberanos nacionales registraron hasta 20 puntos básicos de recorte en términos de rentabilidad. Es en los vencimientos más cortos, en particular aquellos por debajo de los tres años, donde las compras han sido más intensas, mientras el bono a diez años se situó al cierre de la sesión europea en el 2,95% en el mercado secundario.

Por otra parte, el lunes 3 de febrero es el día de la Constitución en México y festivo para los mercados financieros de la nación. Esto mantuvo cerrada la Bolsa y dejó casi sin actividad el mercado de deuda soberana. Si bien los bonos mexicanos en dólares estadounidenses apenas reaccionaron en sintonía con el resto de la renta fija, se debe más al efecto divisa (con el dólar sacando terreno a la mayoría de las divisas) que a la evolución en sí del mercado de deuda. El bono mexicano a diez años en dólares ofrece una rentabilidad del 6,5%. Habrá que esperar a la sesión americana de este martes para ver si las compras también se imponen en los títulos de deuda mexicana para escapar de la crisis comercial que está en juego.

Esta caída generalizada de los rendimientos en el mercado de renta fija implica un incremento de precio de los títulos de deuda. De esta manera, y según el índice que replica una cartera diversificada de bonos tanto soberanos como corporativos con grado de inversión, un inversor que hubiera comprado bonos el primero de enero de 2025 estaría a punto de borrar las pérdidas generadas en los últimos treinta días.