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Ray Dalio teme que Reino Unido pueda caer en "una espiral de deuda letal"

  • El mayor peligro mundial es EEUU, que tiene un déficit disparado
Ray Dalio, fundador de Bridgewater Associates. Foto: Bloomberg

Víctor Ventura

El riesgo de tener déficits amplios y acumular deuda es que los mercados pueden perder la confianza en los países, aumentar con fuerza los intereses exigidos por comprar bonos y destrozar los presupuestos, obligando a esos países a aumentar los recortes, subir aún más los impuestos o aumentar el déficit solo para compensar el aumento de esos intereses. Una 'espiral de la muerte' que Ray Dalio, fundador del fondo de cobertura Bridgewater Associates, teme que esté a punto de llevarse a Reino Unido por delante.

En los últimos meses, el temor a las políticas inflacionistas de Donald Trump, la persistencia de la inflación y las tensiones geopolíticas han aumentado con fuerza los intereses de la deuda en medio mundo. Los de Reino Unido han crecido del 3,75% al 4,66% entre el pasado mes de septiembre y este lunes, siguiendo de cerca a los de EEUU, que han pasado del 3,62% al 4,6%. El temor a que los bancos centrales tengan que cancelar pronto las grandes bajadas de tipos que se esperaban han puesto a los mercados y a los Gobiernos en peligro.

"Llegas al punto en que tienes que pedir prestado dinero para pagar la deuda y los tipos de interés suben, de modo que los pagos del servicio de la deuda aumentan, por lo que necesitas pedir prestado más dinero para pagarlos, y entras en lo que los mercados llaman una espiral de muerte", dijo Dalio tras presentar la primera parte de su libro How Countries Go Broke (Cómo los países se arruinan).

Para Dalio, la raíz del problema está en que hay la oferta y la demanda de bonos está descompensada. "¿Por qué, si no, aumentarían los rendimientos a largo plazo cuando hay una flexibilización [de la política monetaria], el tipo de cambio está bajando y la economía está débil?", se pregunta en el Financial Times.

En su opinión, la única solución es enfrentarse al descuadre presupuestario, a ser posible con más crecimiento, porque los recortes sin más no harían sino empeorar la situación económica del país a corto plazo. Aun así, los recortes son preferibles a no hacer nada, porque "recortar el déficit haría bajar los intereses de la deuda, lo que tendría un efecto estimulante y ayudaría a recortar aún más los gastos presupuestarios en intereses".

El mayor riesgo para Reino Unido es que los mercados ya tienen la mosca detrás de la oreja después de los famosos presupuestos de Liz Truss, que dispararon los intereses y acabaron forzando su dimisión tras menos de dos meses en Downing Street. El nuevo Gobierno laborista ha prometido una estabilidad presupuestaria mayor, pero su déficit sigue rondando el 4,5% y las últimas Cuentas han aumentado la deuda para invertir en infraestructuras, lo que ha despertado nuevas dudas en los mercados. La semana pasada, los intereses llegaron a tocar el 4,93% en medio de tensiones mundiales, y con los medios conservadores especulando sobre un inminente ceses de la ministra de Hacienda, Rachel Reeves. El dato de inflación del miércoles, una décima menor de lo esperado, deshinchó los miedos más inmediatos y llevó los bonos a relajarse hasta el 4,6% de rentabilidad. Pero la preocupación sigue viva.

Pero el mayor peligro mundial sigue siendo EEUU, cuyo déficit sigue disparado. En el último año fiscal, que se cerró el pasado 31 de septiembre, el país acumuló un déficit de 1,8 billones de dólares, un 8% más que el año anterior, lo que supone un 6,2% del PIB del país. Unas cifras estratosféricas que suponen "el primer gran problema" al que debería enfrentarse Trump, ya que "el mercado está mostrando signos" de no ser capaz de digerir toda la deuda que el Tesoro está emitiendo. "Es como una persona que tiene una gran cantidad de grasa en las arterias que se acumula rápidamente", advierte Dalio. Los intereses "se acumulan y desplazan otros gastos y crean el riesgo de que se desprenda un trozo de placa. No podemos saber exactamente cuándo sucederá eso, pero los riesgos son muy altos y están aumentando".

La pregunta del millón es si el nuevo presidente pondrá en marcha los fuertes recortes presupuestarios que prometió, o si optará por la 'vía fácil' y se limitará a recortar aún más los impuestos y sin tocar los gastos para evitar los costes políticos de sacar las tijeras, empeorando aún más la situación. El mercado de los bonos contendrá la respiración hasta entonces.