Bolsa, mercados y cotizaciones

Una isla bursátil en medio de Europa: el giro político de EEUU convierte al pequeño mercado de valores de Hungría en una gran oportunidad

  • La estrecha amistad entre Orban y Trump puede impulsar a la bolsa húngara
  • La principal teleco del país se ha disparado tras visitar su CEO y Orban a Trump
  • Si Trump logra un paz rápida y sólida en Ucrania, el repunte podría sería mayor
Vista de la ciudad de Budapest. Foto: iStock

elEconomista.es

En las bolsas europeas se lleva desde noviembre cotizando el miedo a Donald Trump. Su regreso a la presidencia de EEUU con una beligerante política de aranceles bajo el brazo ha generado incertidumbre y ha instalado cierto pesimismo en el Viejo Continente. Sin embargo, en medio del desánimo generalizado, ha surgido una 'isla bursátil' que puede salir muy beneficiada del retorno del candidato republicano a la Casa Blanca. Esta 'isla' no es otra que la Bolsa de Budapest, el mercado de valores de referencia de la Hungría de Viktor Orban.

Podría decirse que no hay ningún líder en toda Europa que sea más amigo o esté más alineado ideológicamente con Trump que el mandatario húngaro. Esto explica en gran medida por qué, en un momento en el que los mercados financieros europeos están muy desanimados, en Budapest se respira optimismo. En la capital bañada por el Danubio los inversores no se preocupan tanto por la perspectiva de nuevos aranceles de Trump o las disputas sobre la financiación de la OTAN, como sí ocurre en Fráncfort o Varsovia. Al contrario, consideran potencialmente positivos los efectos que el 'comercio Trump' puede tener en la tambaleante economía húngara y su mercado de valores.

Estas especulaciones se han disparado después de que Orban acudiera la semana pasada con su séquito a cuestas para una reunión improvisada con Trump en Mar-a-Lago, la residencia del reelegido presidente hasta que regrese a Washington. Entre los asistentes se encontraba Gellert Jaszai, presidente de la empresa de telecomunicaciones húngara 4iG. Cuando se supo que Jaszai había conseguido charlar con el multimillonario Elon Musk, en este momento pieza clave del círculo íntimo de Trump, para hablar de posibles negocios, las acciones de la compañía se dispararon.

La acción de 4iG saltó un 13% la semana pasada, el mayor avance en más de dos años, ofreciendo la prueba de que la alianza Trump-Orban es lo suficientemente fuerte como para levantar incluso a las empresas del pequeño mercado húngaro. Según los analistas y gestores de fondos, los valores de mayor tamaño pueden ganar aún más si Trump consigue poner fin rápidamente a la guerra entre Rusia y Ucrania, tal y como ha prometido.

La guerra ha aumentado los riesgos geopolíticos y ha hecho bajar la valoración de los valores de toda Europa del Este. Y a diferencia de la gran mayoría de sus homólogas europeas, las mayores empresas del mercado húngaro -como OTP Bank, el fabricante de medicamentos Richter Gedeon y el grupo petrolero Mol- no han cortado lazos con Moscú, lo que podría ayudarles a beneficiarse de cualquier mejora en las relaciones y del repunte de la economía rusa.

El efecto Trump "podría ser un impulso definitivo para el mercado de valores húngaro", señala a Bloomberg Peter Kiss, jefe de gestión de carteras de la unidad de Amundi en Hungría. El analista considera que, incluso si los aranceles impuestos por Trump sacuden a Europa y debilitan las monedas del continente, las acciones más grandes de Hungría permanecerán relativamente aisladas porque derivan gran parte de sus ingresos de los países vecinos del este y el sur de Europa: "Estos blue chips pueden incluso beneficiarse del debilitamiento del florín debido a su alta exposición a los mercados extranjeros".

Este escenario podría prolongar el repunte del índice bursátil BUX de Budapest, que ha batido a más del 85% de sus homólogos mundiales este año, en medio de un desplazamiento del ahorro interno a medida que caen los tipos de interés locales. Sin embargo, incluso después de una subida del 30% en 2024, las valoraciones siguen siendo atractivas en comparación con sus pares. El índice cotiza a seis veces los beneficios previstos de sus integrantes, la mitad que el índice de referencia MSCI de mercados emergentes.

Hay mucho en juego en Ucrania

Lo ocurrido estos días con 4iG personifica el modelo empresarial de Orban. La 'teleco' está dirigida por aliados del primer ministro y ha crecido gracias a adquisiciones respaldadas por el Gobierno, contratos estatales y deuda subvencionada. Sin embargo, los inversores extranjeros poseen menos del 1% de sus acciones, según datos recopilados por Bloomberg, en medio de preocupaciones sobre la transparencia. Esto se compara con casi el 20% de propiedad no residente en OTP, el 40% en Richter y el 60% en Mol.

No todo el mundo en Budapest es optimista respecto a Trump 2.0, especialmente sobre la hipótesis de si producirá suficientes inversiones reales para ayudar a la alicaída economía húngara. Una duda a la que suma un importante obstáculo: el tamaño relativamente pequeño del mercado de valores de Budapest, que tiene una capitalización bursátil de unos 41.000 millones de dólares, menos que las bolsas de Rumanía, Colombia, Pakistán, Kazajstán y Egipto. De hecho, solo cinco empresas cotizadas valen al menos 1.000 millones de dólares.

Durante el primer mandato de Trump en la Casa Blanca, que finalizó en enero de 2021, el BUX ganó un 33% en dólares, mientras que el índice de referencia MSCI se disparó un 57% en ese periodo. Ahora hay esperanza en mejorar esas cifras, pero no será fácil. Incluso con los posibles vientos de cola de Trump, el mercado bursátil húngaro aún se enfrenta a las consecuencias de años de políticas impuestas por Orban, incluidas las batallas por la financiación de la Unión Europea junto con una política fiscal laxa, todo lo cual perjudicó la estabilidad del florín, según el gestor de cartera de East Capital, Eglé Fredriksson. Además, "es difícil esperar una resolución rápida del conflicto de Ucrania", agrega.

Rollo Roscow, gestor de fondos de mercados emergentes de Schroders en Londres, afirma a Bloomberg que mucho depende del tipo de paz que se alcance en Ucrania. Si incluye garantías de seguridad para Kiev lo suficientemente sólidas como para evitar el retorno de la guerra, sería positivo a corto y largo plazo. Un acuerdo débil, por el contrario, puede ser "negativo a largo plazo para el riesgo regional", avisa.

"Dado que Richter y OTP están expuestas a Ucrania y Rusia, ambas se beneficiarían de un acuerdo duradero en la guerra y darían un nuevo impulso a las valoraciones", reconoce Roscow. "Ambos valores están baratos en relación con sus fundamentales subyacentes de calidad", apostilla. En cierto modo, finaliza, puede que los estrechos lazos entre Trump y Orban no necesiten tener un gran impacto en la economía de Hungría para beneficiar al BUX. "Budapest es un mercado pequeño con impulsos idiosincrásicos para las grandes acciones allí que no necesariamente tienen relación con la macro húngara", remata el analista.