Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo queda el 'árbol de Navidad' de las primas de riesgo en Europa de cara a 2025

Alemania y Francia se alejan en el mercado

Carlos Simón García
Madrid,

El BCE ya ha hecho el último movimiento del año bajando de nuevo otros 25 puntos básicos el tipo de interés de referencia en la eurozona, que ahora es el de la facilidad de depósito, hasta el 3%.

Con esto, y las perspectivas de que el año que viene el organismo monetario siga bajando tipos hasta, probablemente, dejarlos en la zona del 2% o incluso más abajo si el deterioro económico va a más, ¿se puede esperar mucho más recorrido en la renta fija soberana europea? Para los analistas de Renta 4, las rentabilidades actuales "siguen siendo atractivas y, aunque es un mercado volátil, las tires actuales ofrecen un colchón adecuado".

Sin embargo, más allá del cupón a cobrar por financiar a estos países, que va desde el 2,2% de Alemania al 3,3% de Italia o el 4,3% de Reino Unido, si salimos de la zona euro, lo que un inversor que compre ahora debe tener en cuenta es el movimiento de precios de estos bonos y sus diferenciales de riesgo frente al alemán. Y, en este sentido, el margen es más bien estrecho ya que en los últimos meses las primas de riesgo de los países periféricos se ha contraído mucho. Sin ir más lejos, la de España, que se sitúa sobre los 66 puntos básicos, está en su zona más baja desde hace tres años. Sucede lo mismo con el riesgo de Italia, mientras que el de Portugal o el de Grecia no cotizaban tan bajos desde 2009 y 2008, respectivamente.

El buen momento de las economías de todos estos países ha llevado a sus primas a situarse muy por debajo de sus promedios, lo que provoca, por tanto, dudas sobre el atractivo de estos activos y sus valoraciones. Para Antonio Aspas, socio y consejero de Buy & Hold, advierte de que "los spreads se han estrechado mucho en España, Italia y Grecia y por eso no estamos invertidos ahí y preferimos otros países que remuneran mejor ahora como Rumanía y Hungría". "Los países mediterráneos están funcionando bien, como España e Italia. Grecia ha hecho los deberes y Portugal lo mismo. Donde vemos una oportunidad es en alargar duraciones ya que recientemente la curva se ha empinado bastante", agrega Aspas.

No obstante, hay una excepción, que es Francia. Históricamente siempre ha sido la economía más cercana a la alemana y el segundo motor del Viejo Continente. Sin embargo, la inestabilidad política derivada de las últimas elecciones legislativas y la dificultad para sacar adelante ahora un presupuesto que avance en el ajuste fiscal que requiere el país ha provocado que esto cambie.

Así, el riesgo país de Francia se ha disparado en estas últimas semanas hasta los 88 puntos, un nivel que no se había visto desde la crisis de deuda de 2012. Aunque en los últimas días se ha aliviado en parte este miedo, todavía cotiza muy por encima de lo que ha promediado en los últimos cuatro años, que son 49 puntos básicos, con lo que si se espera una normalización, aquí hay lógicamente una oportunidad de inversión. "Este spread que se ha abierto todavía no nos parece interesante teniendo en cuenta la situación actual en el país", comenta, por el contrario, Aspas.

"En la actualidad, los mercados europeos de renta fija ofrecen algunas operaciones de valor relativo que pueden resultar rentables: comprar bonos del gobierno francés frente a swaps, mantener otros bonos del gobierno como Italia y España y buscar oportunidades de diferenciales en el crédito corporativo", apuntan desde Axa IM. "La caída del gobierno de Michel Barnier en Francia parece haber sido descontada y los diferenciales de los bonos franceses se han reducido un poco tras la moción de censura, lo que refleja la opinión de que el presupuesto será algo restrictivo desde el punto de vista fiscal", agregan.

Natalia Aguirre, jefa de análisis de Renta 4, expone que "la situación de partida en Europa es de debilidad con los problemas políticos y los aranceles que puede imponer Trump en 2025". "Pensamos que Francia debería alemanizarse y, posiblemente, Alemania afrancesarse con el fin de incrementar el gasto público para apoyar la recuperación del crecimiento", agrega.

No hay que olvidar tampoco que tres años después sigue habiendo un conflicto bélico dentro del continente y otro a las puertas del mismo, a lo que habrá que sumar las elecciones en Alemania, probablemente en Francia puedan darse otras legislativas, las políticas de Donald Trump y las dudas con respecto a la posibilidad de sufrir una recesión, aspectos todos estos que suman incertidumbre sobre la política fiscal y monetaria que puedan llevar a cabo los grandes estados y el BCE.